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Ella decía: “Ya no dejaré de mirarte. Te miraré sin parar”.
Y, después de una pausa: “Tengo miedo cuando mis ojos parpadean. Miedo de que, durante ese segundo en que mi mirada desaparece, se deslice en tu lugar una serpiente, una rata, otro hombre”.
Él intentaba incorporarse un poco para tocarla con los labios.
Ella movía la cabeza: “No, quiero únicamente mirarte”.
Y luego: “Dejaré la lámpara encendida toda la noche. Todas las noches”.
Milan Kundera.
Y, después de una pausa: “Tengo miedo cuando mis ojos parpadean. Miedo de que, durante ese segundo en que mi mirada desaparece, se deslice en tu lugar una serpiente, una rata, otro hombre”.
Él intentaba incorporarse un poco para tocarla con los labios.
Ella movía la cabeza: “No, quiero únicamente mirarte”.
Y luego: “Dejaré la lámpara encendida toda la noche. Todas las noches”.
Milan Kundera.
Qué bello texto de Kundera. El miedo a perder a la persona amada es uno de los grandes temores del ser humano.
ResponderBorrarGracias por la recomendación de "Océano Mar". Me encanta.
Un abrazo
Lacan decía "a veces pienso que amar es ver", y en este tesorillo que nos dejas queda fielmente reflejado.. yo tb dejaré la lámpara encendida toda la noche, a partir de ahora..
ResponderBorrarLol
El miedo a ese mínimo segundo en que nos reconocemos otros.
ResponderBorrarLa sensación de pérdida sufrida a cada rato, producto de los cambios.
Qué joya de fragmento. Cúanto dice esa luz encendida, clarice.
Besos
Muy bello y terrible el texto de Kundera, y vino a mi la imagen de una nube. Una nube simple y húmeda, que se deslizara silenciosa, amable, hasta fresca y gris, pero infinita, como una cortina que jamás se puede recoger para mirar el jardín que hay detrás de la ventana. Una nube que bien puede ser el refugio de un ángel, de pronto se coloca entre ambos, sin otro fin que la paciencia de lo inmóvil. Quizás no hay filo mas cortante que aquel que creemos que no podría ser filoso, por ejemplo esa palabra que apenas dicha uno sabe que no debió decir jamás.
ResponderBorrarMe gustaría que pudieras ponerle imagen a tus palabras con algo de lo que dibujo y pinto. Y gracias por tus comentarios en mi página.
Un saludo
Para serte honesta no leí nada de Kundera. Quizás a partir de este pedacito chiquito de tu obra pueda abrir la puerta y decidirme de una vez por todas a zambullirme en sus líneas...
ResponderBorrarUn abrazo bien grande, clarice, con todo mi cariño
Una de las cosas importantes de aprender a soñar es que nos permite dejar de mirar.
ResponderBorrarSalu2 Córneos.
Miedo a lo que pase cuando no estamos presentes o perdemos nuestra consciencia real.
ResponderBorrarMiedo eternamente humano, humanamente eterno.
Un abrazo
Es que más allá de los sentidos y la tecnología avanzada, una mirada limpia, intensa y sincera llega a lo más profundo del ser humano, hasta llegar a descubrir su verdadera identidad.
ResponderBorrarBesos a la luz del día
Aunque no deje de mirarlo, el cambiara y ella tambien, la constancia de la luz solo lo hace imperceptible. Muy profundo y provocador. Me encanto... de nuevo. Un abrazo.
ResponderBorrarperder es una palabra que da miedo....y aun sigo sintiendolo muchas veces
ResponderBorrarUna de mis frases favoritas es del principito:
ResponderBorrarlo realmente importante es invisible a los ojos, lo relamente importante solo se ve con el corazon...
Ojala siempre estuvieramos mirando...
Como estas? hace mucho no de nada de ti.
"El miedo conduce al lado oscuro."
ResponderBorrarUn beso
Nuestras vidas parecen estar tejidas de temores... Estupendo estracto, clarice.
ResponderBorrarBonito, bello, triste, emocionante,...
ResponderBorrarapasionado y bello como los labios soñadores de Graciela
ResponderBorrarERES HERMOSA AMIGA
La confesión de un temor a perder lo que se ama.
ResponderBorrarMuy bello.
Besitos Clarice.
el miedo a la oscuridad de lo que nos vive adentro, la necesidad de ver para no perder. grave y profundo mi prima querida
ResponderBorrarMe gusta mucho el texto que has peusto de Kundera. Creo que terminaré leyendo la novela después de los dos fragmentos que has compartido con nosotros.
ResponderBorrarPor otro lado, te ves hermosa en esa foto. ¡Espero que pronto la pongas completa!
Un abrazo,
Ro
La fugacidad del amor, su fragilidad. De eso trata este magnífico texto.
ResponderBorrarGracias y saludos.
ese libro de Kundera me dejó dando vueltas....
ResponderBorraryo soy de las que apagan la luz.
El deseo de hacer eterno a alguien en el interior de nuestros ojos...
ResponderBorrarBesos reina
Te soy sincera;nunca leí nada de Kundera, pero estas líneas que hoy nos regalas despiertan en mí el deseo de buscar sus libros y sumergirme en ellos. Gracias por eso, y por todo Clarice;) un abrazo inmenso
ResponderBorrarClarice, querida, corrijo: las palabras eran de la gran Duras, pero como sabrás Lacan la citaba continuamente... Abrazos!
ResponderBorrar"Estoy bajo el agua y los latidos de mi corazón producen círculos en la superficie."
ResponderBorrarMaravilloso, sublime , siempre, Kundera.
Besos
dejo un abrazo, Buen fin de semana
ResponderBorrarYo creo que si el amor es fuerte no es necesario dejar la lámpara encendida, el amor verdadero se asenta en la libertad y viceversa.
ResponderBorrarsaludos
Hay que saber mirar siempre, manetener los ojos abiertos, el amor necesita de su alimento diario, y el miedo a perderlo forma parte del juego.
ResponderBorrarSaludos.
Veo miedo, pero tambien obsesión. El miedo a perder a la persona amada, y la obsesión de controlar todos sus actos.
ResponderBorrarLo primero esta bien. Lo segundo, no tanto.
Felicidades, chiquilla, bello texto.
Me despido mirándote,pero no solo a los ojos, sino a todos tus angulos y esquinas.
Besos¡
Lo recordé a Cortázar: "...Por ahí un papelito que solamente dice: Siempre fuiste mi espejo,
ResponderBorrarquiero decir que para verme tenía que mirarte." Abrazos desde el Sur (muy frio ya...)
Qué comentario interesante. Me gusta mirar todo y dicen que soy un mirón, simplenmente soy un curioso. Pero es muy bonito mirar a los ojos de las personas.
ResponderBorrarPost inquietante...
ResponderBorrarSaludos
"No me sirven estos ojos para mirarte
ResponderBorrarson demasiado tímidos y miopes;
habrá que adiestrarlos para que te lean
cuando sonríes desde tu neblina
o dices adiós como quien dice quédate
no me sirven estos ojos porque parpadean
y a tí hay que mirarte sin tregua ni respiro..."
(Mario Benedetti).
Miedo de que sus ojos, (que no conozco) no puedan mirarme.
ResponderBorrarMaravilloso Kundera.
Maravillosa vos, eterna amiga.
Besos calidos.
"Ne me quitte pas", mi canción favorita de Brel. Me la envias desde tu mirada, pero tambien la puedo escuchar en tu blog
ResponderBorrarGracias.
Prender fuego a los miedos todas las noches, como antorchas de palabras encendidas en las noches de soledad.
ResponderBorrarQué maravilla de conversación amorosa. Hace que una desee ser la protagonista.
ResponderBorrarY es que hay miradas que se buscan, miradas que se encuentran, miradas que miran más allá de nuestras miradas y no miran a su alrededor. Paraísos donde deslizamos los ojos al interior de los ojos amados, y no vemos más allá... ES el AMOR.
Gracias por deleitarnos con esta corta pero intensa declaración de amor. Besos.
ay que bonito!!!!!
ResponderBorrarunicamente mirarte, con eso me conformaria... aysss, el amoor :)
besos
Alguna vez me perdí mirando a otro toda la noche. Me perdí mucho antes. Ese fue el remate.
ResponderBorrarPara reencontrarme, al fin, sin un otro para ser, para ser, ser.
Evocador fragmento.
¿Y tú no dejas que veamos tus ojos?
ResponderBorrarGraciela: te aseguro que mi imaginación no desvariaba mucho. Casi casi, acierto... y ya sabes a qué me refiero, niña.
Besos, guapa. Si esto te lo dice un hombre, ¿eh? Imaginar no es malo, es peor inventar y fantasear, o eso dicen por ahí...
Puri, tu amiga españolita.
¡Que pesadez de amante!
ResponderBorrar¡Que la deja ya!
Clarice querida, que belleza, no lo había leído, aquí en mi sentir, dentro de mi, ella, la que soy, sonríe y llora, tiene miedo de cerrar los ojos y no verlo, aún sabiendo que no está...
ResponderBorrarCOLORES
ResponderBorrarEs hermoso ser ciego.
Vivir en esta oscuridad que solo te adivina y te presiente.
Palparte toda, buscarte toda, esperarte para no volver a verte.
Presagiar tu rostro y tus ojos con los míos, estos que no tienen más luz que la tuya.
Y en esta ceguera de tu luz no veo más que colores.
Blancos, amarillos, rojos, verdes…
Son la magia de mi noche.
Y se me llena la oscuridad de dedos con los que, poco a poco, voy tanteando la vida.
Ciego de ti, advirtiendo a tientas que avanzo hacia una luz infinita.
¡¡Dios!!
¡¡Que luminoso este amor que me das!!
¡¡Que hermoso es ser ciego!!
RAFAEL REYES
23 octubre 2005
Inspirado en una escena de “En el lado oscuro del corazón”
Un film de Eliseo Subiela.