
Escribo sobre la mesa crepuscular, apoyando fuerte la pluma sobre su pecho casi vivo, que gime y recuerda al bosque natal. La tinta negra abre sus grandes alas. La lámpara estalla y cubre mis palabras una capa de cristales rotos. Un fragmento afilado de luz me corta la mano derecha. Continúo escribiendo con ese muñón que mana sombra. La noche entra en el cuarto, el muro de enfrente adelanta su jeta de piedra, grandes témpanos de aire se interponen entre la pluma y el papel. Ah, un simple monosílabo bastaría para hacer saltar al mundo. Pero esta noche no hay sitio para una sola palabra más.
Un mundo vivo: el alma de todo: el papel, la tinta, la luz, la noche, el muro y el poeta, integrados y perdidos en el misterio de la creacion. Bellisisimo, prima. Me dices donde esta? Un beso.
ResponderBorrarPor supuesto prima, el libro se llama:
ResponderBorrarLibertad bajo palabra
y te encantarà.
En cuanto a la foto, es èl cuando era joven y pues con la bici, me encantò, una de mis debilidades.
No encontrè quien la tomò, si alguien sabe me avisa.
(En su nombre viene el enlace)
Cariños para todos.
Graciela
preciosa combinaciòn!
ResponderBorraray Graciela, como hace bien venir a tu blog.
Pamela
Ahhh hace un buen que no leía nada de él... muchos lo han criticado, odiado y demás, sin embargo yo creo que algo tenía, algo de grandeza, talento, que entraba tanto a la gente...
ResponderBorrarBesos, excelente fin y gracias por tus palabras!
Desde que leí Piedra de Sol, he leído y releído a Octavio Paz. El Cántaro roto es el poema que me moviliza cuando algo me ha deprimido. Así que me siento identificado con esta fascinación por su obra y su recuerdo.
ResponderBorrarUn abrazo
Agradecimiento es la palabra. Por poner la letra de Octavio en primer plano. En este su manifiesto doloroso del quehacer poético. Él poseído y posesivo.
ResponderBorrarGenial.
La intensidad de Paz, me sacude.
ResponderBorrar"Mesa crepuscular"
Solo dos palabras y asumo el infinito.
Besos querida Clarice.
Si, una palabra más.
ResponderBorrarBello.
Gracias
Un abrazo
Wow, que hermoso escrito...
ResponderBorrarUn abrazo!!!
Me encanta la literatura, siempre me ha acompañado, me ha hecho feliz y, además, te hace soñar.
ResponderBorrarUn beso.
Lady Read.
por algo es uno de los grandes poetas.....
ResponderBorrarCómo todos han pasado por el hecho de escribir cuando no se tiene nada qué escribir, pero terminan hablándote de tempestades y lámparas...
Precioso.
Me gusta mucho este fragmento.
ResponderBorrarSólo pasaba a saludarte. Hace dias que no venia a leerte...
Te dejo besos.
Cuidate:)
Allá, donde los caminos se borran, donde acaba el silencio, me invento la desesperación , la mente me concibe, la mano que me dibuja, el ojo que me descubre. Invento el amigo que me inventa, mi semejante; y a la mujer, mi contario: torre que corono de banderas, muralla que escala mis espumas, ciudad devastada que renace lentamente bajo la dominación de mis ojos.
ResponderBorrarContra el silencio y el bullicio invento la palabra, libertad que se inventa y me inventa cada día.
Al leerte tenia a mi lado los poemas de” Octavio Paz” por donde primero se abrió el libro he escrito.
Un fuerte abrazo
hermosamente hermoso
ResponderBorrarHola Clarice
ResponderBorrar(¿Debo llamarte así?) Primero felicitarte por el buen gusto de escojer este pasaje. La figura de la lampara cuyo estallido amenaza la creación del poeta me hace pensar, por alguna rara asociación, en la figura perfectamente inversa del filosofo y la vela que aparece en las meditaciones metafisicas de Descartes. Aunque al final, ambas parecen compartir la idea de una voluntad "subjetiva" que se sobrepone a la intromisión del mundo.
Cabe preguntarse si la presencia del mundo debe ser siempre así de perturbadora para la creación. Talvez no se ha publicitado mucho sobre esto pero vale la pena recordar que Descartes escribio sus Meditaciones, en medio de turbulentas angustias "espirituales" y no menos turbulentas pesadillas.
Un saludo y mis deseos de exitos desde Lima.
Una sola palabra...te saludo desde Chile con aprecio...una sola palabra...hermosa elección de Octavio Paz..
ResponderBorrarTremendo, Clarice, tremendo. Uno se queda desmayado de tanta belleza de vocablos.
ResponderBorrarBesos¡
Sin palabras... mejor leo y releo, vuelvo a leer mientras me quedo en silencio.
ResponderBorrarEres puro talento Clarice... un beso enorme :D
Interesante fragmento. La verdad es que Octavio Paz es una de mis tantas asignaturas pendientes.
ResponderBorrarMe gustó mucho.
Un abrazo.
Nada que decir, sólo sentir y disfrutar este maravilloso texto. Gracias. Un abrazo
ResponderBorrarGrande, grande, Octavio Paz. "Un simple monosílabo bastaría para saltar el mundo", ¡qué cierto! y sin embargo, "esta noche no hay
ResponderBorrarsitio para una sola palabra más", la constatación de la certeza.
Me identifiqué, Graciela, en estos días me ocurrió algo así y creí que me moría frente al monitor...
Besos y gracias por este texto, creo que lo releeré a menudo.
Puri.