domingo, agosto 28, 2016

Abrázame muy fuerte

Imagen de Internet

Cuando fui adolescente ya sabía lo que era la carencia del dinero en el hogar. Entonces, para evadir el tema, una tarde encendí la radio y escuché por primera vez: No tengo dinero ni nada que dar….Fue cuando conocí a Juan Gabriel.

No olvidaré la mirada de mi abuelita mientras escuchaba la canción al lado del ropero infantil.

Posteriormente, un día me enamoré y volví a escuchar a Juan Gabriel cantando Siempre en mi mente.

Y el tiempo pasó y él se quedó como un tesoro intocable, nunca se fue de mi vida aunque yo no lo nombrara. No era necesario cuando él permanecía en boca de todos y en todos los lugares. Cuántas veces resultaba un contagio cantar o sonreír.

Ahora, Juan Gabriel me trae el pasado y el presente de este país y, por supuesto, la escena intacta de mi adolescencia en mi solitaria recamara.

Cercanamente puedo escuchar su voz decirme: Por favor, Abrázame muy fuerte.


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