Alondra de la Parra

La belleza de las manos de un ángel dirigiendo con sutileza y dando la impresión que contemplo a una gaviota volando sobre el mar o a una princesa de cuento de hadas, dando el toque en el mismo silencio con la batuta ante una orquesta sinfónica, tiene un nombre: Alondra de la Parra. Una chica de 25 años que se ha convertido en la primera mujer mexicana en dirigir una Orquesta Sinfónica en la ciudad de Nueva York.

Agradecida por la invitación que me hizo llegar el músico y compositor Eduardo Gamboa para conocer a Alondra, ya que fue invitada para dirigir la Orquesta Sinfónica Juvenil del Estado de Veracruz, interpretaron “Preludio para la Siesta de un Fauno” de Claude Debussy, “Concierto para violencello y orquesta Opus 129” de Robert Schumann, siendo la solista Inna Nassidze y la “Sinfonía No. 5 Do Menor Opus 67” de Ludwig van Beethoven. Un concierto cálido en el medio día del pasado sábado en el Teatro del Estado.

Con una trayectoria amplia, Alondra se ha destacado desde niña en el mundo musical, inició estudiando el piano y posteriormente el cello hasta lograr su sueño de ser directora de orquesta. Actualmente es fundadora y directora artística de la Orquesta Filarmónica de las Américas (OFA), contando con jóvenes y talentosos músicos profesionales, así como con estudiantes avanzados de los mejores conservatorios de la Ciudad de Nueva York. La OFA está comprometida a recorrer el repertorio musical desde el clásico y tradicional a las nuevas composiciones de los Estados Unidos y Latinoamérica, trayendo a la audiencia neoyorkina el sabor de la música contemporánea de las Américas.

Alondra de la Parra, hija del editor y escritor Manelik de la Parra y nieta de Yolanda Vargas Dulché, también es la directora principal huésped de la New Amsterdam Symphony Orchestra y ha dirigido diversas orquestas en varios países.

Con una juventud a cuestas y un largo camino por recorrer le pregunté que espera de su carrera musical y me respondió con toda convicción: “Espero poder seguir aprendiendo, seguir ejerciendo, seguir tocando con orquestas como ésta, crear música para hacer algo bueno por la gente e inspirar a los jóvenes que se dediquen a esto, espero seguir creciendo y nunca parar de crecer, nunca quiero decir ya llegué, ya estoy, ya estuvo, ya aprendí”.

Así mismo, Alondra de la Parra, tiene la certeza que nuestro país tiene esperanza en el ámbito musical, con una orquesta como la Sinfónica Juvenil, es una realidad y con un buen nivel de trabajo. Declara que tenemos que estar mejorando y nunca estancarnos y es lo que siempre le dice a sus compañeros, porque Xalapa tiene un sistema excelente que promete muchísimo a este país.

Al finalizar mi encuentro fugaz con esta joven promesa de la música, le pregunté que estaba leyendo actualmente y me contestó que una biografía de Richard Wagner. Contemplo su rostro fino y sonriente y confirmo que Alondra sabe lo que quiere y como buena ave, volará muy lejos.