miércoles, enero 18, 2006

Los cuadernos insomnes de Francisco Toledo

Francisco Toledo, pintor oaxaqueño y descendiente de zapotecas, ha llegado a Xalapa con la obra pictórica llamada: “Los cuadernos insomnes”.

Los cuadernos insomnes son extraordinarios dibujos entre la realidad y la fantasía ilimitada. Escenas escatológicas con animales como perros, conejos, serpientes, esqueletos, seres originados en ese mundo prehispánico que lleva Francisco Toledo.

Al contemplar su obra y mirar los rostros de los otros que la observan, puedo suponer que la obra de este artista oaxaqueño, no tiene términos medios: o la aman o la odian.

Y es que leer, ver o escuchar acerca del tema escatológico no siempre es bienvenido entre las personas, un tema tan normal y natural no es atrevido a veces a mencionarse, es el acto de la vida que queremos disfrazar o callar.

El arte de Francisco Toledo se compone de 1,745 obras vertidas en 27 cuadernos dentro de la concepción filosófica-religiosa del mundo prehispánico: bocetos y acuarelas con escenas escatológicas repletas de animales, seres humanos y excrecencias, también llamados “cuadernos de la mierda”.

Leyendo acerca de Toledo, sintetizo que es “considerado el mejor artista viviente de México, tiene un alcance de talentos inigualables. Es un experto impresor, dibujante, pintor, escultor y ceramista. Su arte refleja una gran apreciación por la estética de la naturaleza, particularmente la de animales que no son convencionalmente asociados con la belleza (murciélagos, iguanas, sapos, insectos.) La visión moral de Toledo afirma que el mundo de los humanos y el de los animales son uno con la naturaleza. Toledo muestra un sentido de lo fantástico muy bien desarrollado al crear criaturas híbridas, partes humanas y partes animales, a la vez monstruosas y juguetonas.

En la última década, el artista zapoteco, nacido en Juchitán, Oaxaca en 1940, se ha dedicado a promover y difundir la cultura y las artes de su estado natal. Dentro de este contexto, fundó Ediciones Toledo, que en 1983 publicó el primer libro, y en 1988 creó el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO). Hay obras suyas en los Museos de Arte Moderno de México, París, Nueva York y Filadelfia, en la New York Public Library, la Tate Gallery de Londres y la Kunstnaneshus de Oslo, entre otros. Ha ilustrado varios libros, y ha participado en numerosas exposiciones colectivas e individuales en ciudades como Nueva York, Londres, París, Ginebra, Oslo, entre otras”.

Preocupado por el bienestar de los indígenas oaxaqueños y por la preservación cultural, Toledo es un luchador incansable por salvaguardar el patrimonio histórico, cultural y ecológico del estado.

Si usted visita Oaxaca, hay muchas probabilidades de ver a Francisco Toledo caminando por la ciudad con tal sencillez que se confunde entre los mismos auténticos oaxaqueños, la fama no ha hecho cambiar su forma de pensar ni de vivir, tampoco su manera de vestir: él continúa usando camisa y pantalón de manta como huaraches.

Turistas extranjeros y mexicanos solemos frecuentar la cafetería del Museo de Arte Contemporáneo, o la del Instituto de Artes Gráficas, con la esperanza de ver al maestro y, de ser posible, estrechar su mano.

Mientras usted no llegue a Oaxaca, le sugiero que conozca su obra en la Pinacoteca Diego Rivera. Es un privilegio tenerla en nuestra ciudad.

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