sábado, marzo 18, 2006

Eso y no otro

Foto: Bárbara

Mismos nervios. Misma emoción. Mismo invierno. Misma fecha. Mismo autobús. Misma carretera. Mismas horas. Mismos pensamientos. Mismo paisaje. Misma tierra. Mismos arenales. Mismos verdes. Misma llegada. Misma estación. Misma bienvenida. Mismo nombre. Mismas orquídeas. Misma voz. Mismos ojos. Misma mirada. Mismas ojeras. Mismo abrazo. Misma dirección. Mismo clima. Mismo cielo. Mismo sol. Misma ciudad. Misma gente. Misma pobreza. Mismo metro. Mismas calles. Mismos autos. Misma arquitectura. Misma antigüedad. Mismos sitios. Mismos edificios. Mismas paredes. Mismos letreros. Mismo teléfono. Mismos puentes. Mismos palacios. Mismos castillos. Mismos templos. Misma historia. Mismas bancas. Mismos parques. Mismos monumentos. Mismas campanadas. Mismas luces. Misma modernidad. Misma riqueza. Mismos aromas. Mismos colores. Misma fruta. Mismos libros. Mismos periódicos. Mismos sonidos. Mismo ruido. Mismo silencio. Mismo café. Mismas letras. Mismos lápices. Misma fotografía. Mismas pinturas. Mismas sonrisas. Misma soledad. Misma ropa. Mismos lentes. Mismo perfume. Misma agua. Mismo fuego. Mismo caminar. Mismos zapatos. Mismas pisadas. Misma postura. Mismos hechos. Misma búsqueda. Mismas palabras. Mismos perros. Mismos gatos. Mismos búhos. Mismas luciérnagas. Mismo viento. Misma libertad. Misma suavidad. Mismo lado. Mismo respirar. Mismo aliento. Mismo gesto. Mismos gritos. Mismo susurro. Mismo silencio. Misma canción. Misma pregunta. Misma respuesta. Misma declaración. Mismo techo. Misma almohada. Mismos sueños. Mismo sosiego. Mismos recuerdos. Misma lluvia. Mismo suspirar. Misma boca. Mismos besos. Misma piel. Mismos huesos. Mismas lágrimas. Mismo corazón. Misma luna. Mismo amor. Mismo final. Mismo adiós.

A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante. Oscar Wilde

6 comentarios:

Héctor Jorquera dijo...

Me hiciste recordar a nuestro Gonzalo Rojas, el lefulense lascivo y provocador del aire en el aire y su Metamorfosis de los mismo, como si la mismedad reuniese todo ese desasosiego que engendran las vocales sueltas y como uan otredad se disfrazace para inventarnos nuevas vocales que suena igual que las otras.

Héctor Jorquera dijo...
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Voknahelio dijo...

Oscar Wilde es uno de mis escritores favoritos, que bueno que le guste tambien.
falto mismo etéreo.


saludos :D

Roberto Arancibia dijo...

Me encanta, pero sabes, parece, o es como siempre la misma historia, pero se puede reinventar Clarice, en serio que sí.

Y la imagen ni hablar, me enamoré de ella la primera vez que la vi.

Anónimo dijo...

ufff esto me dio escalofrios.
y la foto?? me emocione
beso beso

Anónimo dijo...

Este escrito, me gustó porque rompiste tus propias reglas para escribir.