Ha terminado la celebración de la Semana Santa, son los días que no me agradan mucho, quizá es por la historia dura y cruel y a la vez tan significativa para todo aquel que es creyente. Cada año se observa como cada quien la celebra y le da sentido a la historia bíblica: o se congregan en la iglesia o se reúnen en las playas. Y para variar la circulación mundial de la noticia por medio de National Geographic, de que Judas no es tan traidor como lo hemos conocido bíblicamente. Aquellos que no conocen las Escrituras, fácilmente pueden dudar. La cuestión es que siempre están las noticias distractoras a la verdadera realidad que vive nuestro país; este país que no le da prioridad a la cultura y que muchos por ejemplo, no saben quien es Elena Poniatowska.
Leía a varios columnistas de cómo perciben esta conmemoración, escribieron del evento en todos los aspectos. Sonreí con las letras de Omar Piña al recordar su infancia en la Semana Santa logrando recordar la mía propia. Definitivo: el Viernes Santo es el que menos me gustaba, pero reconocía todo el amor que tuvo Dios para dar a su hijo para morir en la cruz por la humanidad.
Posteriormente leí a Guadalupe Loaeza y me llamó la atención lo que escribió: “Ninguna Semana Santa como ésta, las y los mexicanos hemos sido testigos de los peores pecados cometidos por los políticos: de mentiras, difamaciones, insultos, golpes bajos; actos de misoginia, de soberbia, de hipocresía, de perversidad y hasta de traición nos hemos enterado. Es cierto que todos los partidos han pecado, pero sin duda y por increíble que parezca, este año, los más pecadores han sido los panistas. Años atrás eran los priistas; en la época de Bejarano y Ponce, fueron perredistas, también pecaron y mucho los del Partido Verde, pero tenemos los blanquiazules, en esta ocasión, los han superado”.
Estoy de acuerdo con lo que escribió, yo ya estoy cansada de tanta política barata. Quisiera que los candidatos a la presidencia lucharan en sus estrategias de cómo fomentar la cultura en este país. Tontamente espero que cada uno de ellos nos incite a leer un libro por mes, y que en sus discursos nos hablen de sus planes culturales. Creo que es un sueño utópico.
Jesús resucitó a Lázaro, ¿Podrá resucitar este país? ¿Será que también lo pueda hacer con los candidatos presidenciables? ¿Qué hacer para que se calmen y descansen en la cultura? ¿Será que tengan tiempo de leer? ¿Hay esperanza? ¿Qué debo de hacer yo?
Por eso, cuando me preguntan que es lo que más me gusta de la Semana Santa, contesto que el Domingo de Resurrección. Me agradó crecer sabiendo que existe una tumba vacía. Una esperanza. Aquellos caminantes de Emaús ardieron al saber que la cruz estaba vacía. Sí el corazón arde por una obra de arte, por un libro, ante la belleza de la naturaleza o por un amor, ¿Cómo no arder ante la Resurrección?
Leía a varios columnistas de cómo perciben esta conmemoración, escribieron del evento en todos los aspectos. Sonreí con las letras de Omar Piña al recordar su infancia en la Semana Santa logrando recordar la mía propia. Definitivo: el Viernes Santo es el que menos me gustaba, pero reconocía todo el amor que tuvo Dios para dar a su hijo para morir en la cruz por la humanidad.
Posteriormente leí a Guadalupe Loaeza y me llamó la atención lo que escribió: “Ninguna Semana Santa como ésta, las y los mexicanos hemos sido testigos de los peores pecados cometidos por los políticos: de mentiras, difamaciones, insultos, golpes bajos; actos de misoginia, de soberbia, de hipocresía, de perversidad y hasta de traición nos hemos enterado. Es cierto que todos los partidos han pecado, pero sin duda y por increíble que parezca, este año, los más pecadores han sido los panistas. Años atrás eran los priistas; en la época de Bejarano y Ponce, fueron perredistas, también pecaron y mucho los del Partido Verde, pero tenemos los blanquiazules, en esta ocasión, los han superado”.
Estoy de acuerdo con lo que escribió, yo ya estoy cansada de tanta política barata. Quisiera que los candidatos a la presidencia lucharan en sus estrategias de cómo fomentar la cultura en este país. Tontamente espero que cada uno de ellos nos incite a leer un libro por mes, y que en sus discursos nos hablen de sus planes culturales. Creo que es un sueño utópico.
Jesús resucitó a Lázaro, ¿Podrá resucitar este país? ¿Será que también lo pueda hacer con los candidatos presidenciables? ¿Qué hacer para que se calmen y descansen en la cultura? ¿Será que tengan tiempo de leer? ¿Hay esperanza? ¿Qué debo de hacer yo?
Por eso, cuando me preguntan que es lo que más me gusta de la Semana Santa, contesto que el Domingo de Resurrección. Me agradó crecer sabiendo que existe una tumba vacía. Una esperanza. Aquellos caminantes de Emaús ardieron al saber que la cruz estaba vacía. Sí el corazón arde por una obra de arte, por un libro, ante la belleza de la naturaleza o por un amor, ¿Cómo no arder ante la Resurrección?
13 comentarios:
"Por eso, cuando me preguntan que es lo que más me gusta de la Semana Santa, contesto que el Domingo de Resurrección. Me agradó crecer sabiendo que existe una tumba vacía" ¡Me gusta!, dá la sensación que hubieras captado la figura exacta y tus palabras hubiesen hablado... ¡te felicito Clarice! fué un agrado tomar un rico café en tu lugar de trabajo.
Excelente post,
judas... es una figura que era necessário hacer para el pecado...
"Viva el Mexico e el 15 setembro" :)
Compatriotas tuyos cantaban: "somos pobres, nos manejan mal...dame, dame, dame, dame todo el power..." supongo que para resucitar hace falta mucho "power".
Personalmente lo único que me gusta de la semana santa es que, aquí en España, hay cuatro días de fiesta para descansar, leer, soñar, pensar...o lo que uno tenga a bien. No puedo entender cómo hay personas que se recrean en el sufrimiento y muerte de quien dicen ser seguidores. Colgarse una cruz al cuello es como colgarse una pistola, una bomba en miniatura,o cualquier otro objeto por el que un ser querido haya dejado de existir, me temo que sin resurrección)
para mí,la semana santa siempre ha estado relacionada con largos días de aburrimiento y con la obligación loca de no poder comer carne, cuando justo son los días, no sé por qué, en los que más me provoca un buen bistec.
Saludos
Y disfruto mucho con tu prosa
Si. De acuerdo la Resurrección es uno de los milagros maravillosos que nos da esperanza
La resurreción es como un renacer, como bien dices una esperanza, habrá que alargar el domingo de resurrección al mes de resurreción o mejor al año de resurreción...
Aprovechando que nombraste a Poniawtoska, de ella sólo he leído "Flor de lis" me podrías recomendar algún otro de esta autora para buscarlo por aquí.
También me gusta mucho A. Mastretta.
Bueno cielo un beso...
La verdad, yo creo en Dios, pero no en la iglesia, es una institución bastante oscura para mí, y que dicho sea de paso, no refleja, ni en su conducta ni en su orgánica, la real entrega hacia los más pobres (la que habría tenido Jesús cuando supuestamente vino a este mundo de mortales). Creo que la Iglesia debería despojarse de sus riquezas (tremendamete Excesivas para los que profesansan humildad) y ponerlas a disposición de sus hermanos más necesitados. Me da la impresión que la institución está más interesada en mantener su estatus, su lógica, su orden, que en una real entrega a su ministerio. Quiero aclarar que no soy un "hereje" o que gratuítamente lanzo sentencias en contra de la iglesia, no, para nada, no soy un demonio sin dios ni ley...jajajaja...es solo que siempre sospecho de las cúpulas enraizadas en el poder.
A...y para semana santa...mmm...comí pescados y mariscos...
Saludos mi querida mexicana.
Bohemia:
El libro más famoso de Elena Poniawtoska es "La noche de Tlatelolco".
"La piel del cielo" fue premio Alfaguara. (penúltimo libro con el tema de la astronomìa)
"El tren pasa primero" (último libro y la temática es del sistema ferrocarrilero mexicano)
De A. Mastretta puedes conseguir "El mundo iluminado".
Besos
Tomo nota, muchísimas gracias...
Nos seguimos leyendo...
Besos
faltan más voces que digan levántate y anda, más palabras, más conversación sincera, menos imagen, más identidad, la pregunta es qué hacemos en tanto? Mi respuesta, actuar y reflexionar juntos. Tarde o temprano nos damos cuenta que al`´a y aquí no existen, que el cielo es el mismo y las oportunidades y los problemas también. Escucharnos ya es un avance en vías de arder como esos peregrinos, por amor a una patria que ya no es tuya ni mía sino nuestra. El maestro Rulfo decía: "nos salvamos juntos o nos hundimos separados" y quien soy yo para rebatir al caballero. Abrazos
Yo creo en Dios, pero no en la iglesia, las instituciones son garantes de muchas cosas, la iglesia se cree garante de la vida completa y ni siquiera lo hace bien porque se ha olvidado de proteger a quiene más lo necesitan y está muy preocupada de cuidar su poder.
Además Dios no sólo debería reucitar México, mi país hace tiempo que muere y sucumbe frente a las tentaciones del infierno de los hombres y el poder. Sería bueno que Dios nos ecuchara, a nosotros, a toda latimoamerica e hiciera algo. Pero no es así, estamos destinados a observar a nuestros gobernantes repartirse el botín, sumar para ellos y los más ricos. Pero como dijiera Jesús, es más fácil que un camello entre por el ojo de un aguja, que un rico entre al reino de los cielos. Si eso es verdad, algo de eperanza me deja, pero ese es otro misterio.
Chau, saludos, besos y abrazos desde Chile.
Todo lo que has dicho ha sido con el corazón ardiendo, y eso es producto de la fe y la alegría por la Resurrección de Jesús, es lindo leerte, así, potente, segura y acertada, quizas de forma milagrosa tus sueños se hagan realidad algun día.
Gracias por tu saludo tan cariñoso, melódico y sincero. Eres una linda persona Clarice.
Un abrazo y hasta pronto!
Mi Querida Clarice,
Días después de la Semana Santa, leo tu post... Nunca es tarde: Necesitaba releer "que existe una tumba vacía. Una esperanza".
Muchas gracias, desde este pequeño espíritu.
Un enorme abrazo,
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