martes, mayo 23, 2006

Honrar la vida...

A Chava

Leyendo un texto de Luis Rivera, un amigo español, mencionaba "El cuarteto de Alejandría" del escritor Lawrence Durrell. Recordé haber leído el primero de ellos, "Justine", y al hojearlo, encontré mis subrayados. Me llamó la atención lo siguiente: "Las enfermedades no se interesan por los que tienen ganas de morir". La memoria me trajo a todos aquellos seres queridos que lucharon por su vida y murieron siendo muy jóvenes. En la actualidad, sentí la muerte de cerca. Mi ser querido, el ser que ha estado conmigo desde mis once años de edad, lo escuché murmurar despidiéndose de mí, pero por su optimismo y su voluntad, y por supuesto, la de Dios, sigue viviendo.

Desgastada yo en todos los sentidos, estar varios días en la clínica y observar ese mundo que no quisiera que existiera, el de los enfermos, me hizo reflexionar cuánto desgaste emocional inútil, cuántas preguntas tontas, cuántos cuestionamientos ilógicos. Es cierto lo que me escribió José Antonio Galloso: "Mil miedos tontos que no tienen más sentido que el de impedirte dar el paso libre hacia la vida". Muchos gustos, pensamientos y maneras para honrar la vida, y como expresan la mayoría de las personas: vivir intensamente cada día como si fuera el último. Carpe diem de Horacio.

Job en tiempos pasados, le declaró a Dios: "Acuérdate que mi vida es un soplo".

¿Qué es la vida para honrarla? Una de las respuestas está a través de la canción "Honrar la vida", interpretada por la argentina Mercedes Sosa, conocida como La voz de América Latina, escrita por la compositora argentina Eladia Blázquez. Escucho la canción y recuerdo a Omar Piña, como ama a Mercedes y como me enseñó a quererla también. En las madrugadas solitarias, nos encontramos para voltear hacia la luna y escuchar una y otra vez la canción.

¿La ha escuchado? Vale la pena. Me encantaría que a través de estas palabras pudiera salir la voz potente y desarmadora de La Negra: No.../ Permanecer y transcurrir/ No es perdurar, no es existir/ Ni honrar la vida/ Hay tantas maneras de no ser/ Tanta conciencia sin saber/ Adormecida. /Merecer la vida no es callar ni consentir /Tantas injusticias repetidas/ Es una virtud, es dignidad/ Y es la actitud de identidad/ Más definida./ Eso de durar y transcurrir/ No nos da derecho a presumir/ Por que no es lo mismo que vivir/ Honrar la vida. No.../ Permanecer y transcurrir/ No siempre quiere sugerir/ Honrar la vida/ Hay tanta pequeña vanidad/ En nuestra tonta humanidad/ Enceguecida/ Merecer la vida es erguirse vertical/ Más allá del mal, de las caídas./ Es igual que darle a la verdad/ Y a nuestra propia libertad/ La bienvenida./ Eso de durar y transcurrir / No nos da el derecho a presumir/ Por que no es lo mismo que vivir/ Honrar la vida.

16 comentarios:

Roberto Arancibia dijo...

Claro, es que leo todo esto y me doy cuenta que es cierto, que honrar la vida no es lo mismo que vivir, es ese poco más que a veces damos.

Raphaela dijo...

¡Hola Claricce!
Tu eres amiga de Raphaela...
Que sabes de ella...

José Antonio Galloso dijo...

Clarice
este es un texto hermoso y soberbio, escrito con una limpieza absoluta que sorprende y emociona.

Realmente me siento honrado al aparecer entre sus líneas.

Un privilegio que acepto con humildad.

Besos
y no dejes de escribir nunca

Elisa de Cremona dijo...

cuánta emoción querida Clarice...cuánta

me acordé de un bar en el df, en Coyoacán, y unas canciones... uff qué cosas..

Ana dijo...

Clarice, es precioso lo que has escrito. Respecto a las enfermedades...la mejor manera de combatirlas es con ganas de vivir ¿y qué razón mejor que el amor?

Un inmenso abrazo.

Anónimo dijo...

está padrisimo tu escrito. Me encanto, tu sabes que para mí este tema es díficil y sí hay que honrar la vida,¡que dificil a veces! ¡cuanto se nos olvida! "somos un soplo". Que barbaridad estas palablas retumban en el centro de mi corazón y de mi conciencia.

Pamela Albarracín dijo...

ooh mi bella Clarice que emoción siento al leerte. Es increible como se te siente, es como estar sentadas aquí, frente a frente, pudiendo ver tus ojos, el movimiento de tus manos y hasta los latidos de tu corazón. Gracias Clarice por tus letras, gracias por seguir abriendonos tu corazón...
el mio se esconde...inventa codigos sanadores y se adormece en latidos violeta...

Pilar dijo...

Clarisse amiga, no quiero perdurar y transcurrir, pero a veces siento que estoy en eso...nose.
Pero cuando mis hijas estén más grandes voy a honrar la vida, no la vida de ellas, sino, la mia.
Un abrazo y gracias por la bella música y mejores letras, hasta pronto!

Anónimo dijo...

Siempre me gustó la hondura en el canto de Mercedes Sosa.
Incluso tuve el placer de verla en directo aquí en Bilbao. Un privilegio.
Como leerte.
Un beso.

Luis Rivera dijo...

Clarice, tu escrito me parece hermoso y lleno de intención, pero... solamente querría incorporar un matiz que no quiere producir ninguna polémica. Magnificar la vida es como negarla, absurdo: la vida se explica por si misma, esta y es y biológicamente nos defendemos de la muerte, todos estamos de acuerdo en que se debe vivir. Y sobrevivir. Lo que tu exaltas, y que yo participo en bastante medida, es un sentimiento, producto cultural y de grupo, en ocasiones elitista. ¿Cómo honra la vida una madre en Sudán que espera la ayuda internacional, si es que llega? ¿O los enfermos de sida en África? Creo, y concluyo, que la única manera de honrar la vida es no robar la dignidad de los otros para convertir su vida en un infierno.
Como siempre, tu página es lugar para reflexionarentre amigos. Por eso vengo.

Clarice Baricco dijo...

Mi querido Luis:

Estoy de acuerdo contigo. Me gusta que siempre me dejes tus sentires. Leerte ayuda a que mi vida sea mejor.
Agradecida.

Loredana Braghetto dijo...

hasta el alma con tu post.

இலை Bohemia இலை dijo...

Honrar la vida, agradecer cada bocanada de aire, disfrutar de cada minutos, llenarnos de sensación y energía, regalra y regalarnos. Al fin de cuenta nos mueve el amor.
Besos y cierto es que tus escritos siempre son un punto para pararte y reflexionar. Abrazos querida!

Unknown dijo...

Llego tarde pqeo no queria pasar sin dejar mi comentario, ya ue llegar a tu casa es la caricia del alma :

Pienso que la mejor forma de honrar la vida es vivirla el día a día...

Una abrazo como el que tú me regalaste: ¡De verdad!

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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