martes, julio 11, 2006

Juan Soriano: arte en vuelo

Juan Soriano, el niño de 85 años, así como lo nombró Elena Poniatowska, llegó a Jalapa y la ha transformado en un Arte en vuelo. Sus manos están extendidas entre el parque Juárez, la Pinacoteca Diego Rivera y el Ágora, con sus pinturas, dibujos, litografías y esculturas. Esas manos que crearon su obra para que nuestros ojos se deleitaran en ellas.


Víctor Benítez, quien fotografió las manos de Juan Soriano escribió lo siguiente: “Manos creadoras, fuertes y poderosas, manos frágiles y delicadas, manos únicas. Cuando Juan trabajaba, se transportaba a su mundo, el mundo de la imaginación, el puente que nos permite ver hoy ese mundo son estas manos. La cámara intentó descubrirlo sin molestarlo, lo seguí a esos espacios donde se le da forma a los sueños, donde nacen los seres, las líneas y las cosas que Juan encontraba en este mundo particular. Solo diré que nunca le pedí que posara para un retrato, él no podía posar. Él era Juan Soriano y éstas, estas son sus manos”. Yo siempre deseé tocar esas manos y ahora solo puedo admirar su obra artística.

Sergio Pitol, Elena Poniatowska y Marek Keller, amigos del artista tapatío, presentes en esta inauguración en una noche cálida, sin la lluvia cotidiana pero con un ambiente bullanguero unido con la música romántica, caminando en el parque y sintiendo la presencia de Soriano entre sus grandes esculturas: pájaros volando, pájaros quietos, pájaros que charlan, plasmados en formas infantiles que producen sonrisas. 11 grandes y 32 pequeñas aves con la piel de bronce fundido a la cera perdida. ¿Qué más pedir cuando se tiene el recuerdo vivo de un artista como lo fue Juan Soriano?

Tímidamente le pregunto a Marek Keller: ¿Qué le faltó de realizar en la vida a Juan Soriano? y los ojos de color de Marek me sonríen y me contesta: “Nada, a Juan nada le faltó, todo lo que tuvo lo hizo feliz, hasta con su muerte fue feliz. Sus ojos, su sonrisa lo decían todo. No creo que le haya faltado algo”.

Camino por la ciudad, volteo como siempre, a buscar la luna, ahí está, medianamente, unas cuantas estrellas lejanas porque la estrella mayor, Juan Soriano, está acá, en medio de los árboles, del azul, de la montaña, de lo que es Jalapa, él ha dejado su arte en vuelo para que todos podamos elevarnos. La respuesta de Marek Keller me dejó satisfecha y contemplo lo que ofrece la vida gratis, me voy con la frescura del viento envolviéndome tiernamente.

10 comentarios:

Joel Langarika dijo...

Salù a Soriano! (tengo un dibujo de èl, regalo de un querido amigo y lo atesoro como mi alma!) un abrazo marino

இலை Bohemia இலை dijo...

Y yo aquí envolviéndome con tus palabras y aprendiendo contigo. Besos

Pamela Albarracín dijo...

maravillada!

manos creadoras... belleza sin límite.

Tus manos son hermosas mi querida Clarice

besotes

Pamela Albarracín dijo...
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Anónimo dijo...

Por qué medios en general ocultan la relación homosexual sostenida entre Juan Soriano y Marek Keller?

Miguel Sanfeliu dijo...

Aquí siempre aprendo cosas nuevas e interesantes.
Un saludo.

Margarida V dijo...

pienso que por unos dias mas pongo fotos de mi italia y de nuestra copa. :)

MaLena Ezcurra dijo...

Me quedo de tu mano para recorrer mundos
de delicias.

Frescura... que bella palabra.

Soriano con todo.

A tus pies.

Pd. Clarice merci merci, vos sabes.

José Antonio Galloso dijo...

Yo, como Soriano, y salvando las diferencias, me siento como un niño, un niño eterno que quiero verlo todo con los ojos maravillados del descubrimiento.

Besos
Hermoso texto, como siempre.

Anónimo dijo...
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