“La cultura es lo que, en la muerte, continúa siendo la vida”.
André Malraux.
Ritos, tradiciones, sueños. Fiesta nacional, suspensión de clases y labores, panteones visitados, flores consumadas, retratos hablados, altares dedicados a los muertos, comida por doquier. La creatividad ha tomado las calles mexicanas. Ha llegado El Día de los Muertos, celebración tradicional de influencia prehispánica en la que se recuerda a los muertos.
Sin embargo, yo pienso en los muertos vivos, en esos que caminan por las calles como sonámbulos llevando una vela media encendida, y me pregunto: ¿Qué hay de ellos?, aquellos que tienen enfermedades incurables, los pobres, los desempleados, los que perdieron todo por una lluvia intensa. ¿O los otros, los que padecen del alma porque viven atrapados en sus recuerdos, aquellos que crecieron con un padre que maltrató la infancia y ahora está convertido en un anciano con amnesia que se niega a recordar el pasado, o los que no pueden olvidar un golpe con la palabra de los maestros que nunca creyeron en ellos, o los empleados de esos jefes prepotentes que las hacen la vida miserable cada día, o los que fueron traicionados por amigos íntimos y queridos?, ¿qué de esos muertos vivos?
¿O qué, de ese amor enterrado con el que uno se debe cruzar una y otra vez en la ciudad, qué de los besos apasionados que no se pueden olvidar, de los abrazos imposibles de arrojar al vacío, de esas miradas que nos sonrojaban y que ahora son las que nos matan desde el recuerdo?, ¿qué del corazón apuñalado con sus palabras o con sus hechos o con el más terrible de los silencios?, ¿qué de aquellos que escuchan el tema musical bailado e imposible de volver a vivir?, ¿qué de los que encuentran a su doble proyectado en una película?
Esos son los muertos vivos, los que seguimos mirando, los que nos saludan cada día al llegar a la oficina, los que se niegan a dejar nuestros recuerdos, los que habitan para siempre en fotos, cartas, regalos y sitios. Los que nunca desaparecerán aunque quememos y echemos al mar los recuerdos, los que quedarán clavados en lo profundo de nuestro ser y para siempre.
Y no los olvidamos por lo simple e intenso que dejaron en nuestra vida, no es que seamos masoquistas, es el hecho de que lo negativo nos fortaleció para seguir levantados, para caminar lentamente con la seguridad de que aún estamos vivos.
Sé que tampoco me salvaré de ser una muerta viva en algún corazón que deambule por ahí, entonces, saboreo los versos del poema "Elegía del marino", de Alí Chumacero: “Más el tiempo disipa nuestras sombras, y habré de ser el hombre sin retorno, amante de un cadáver en la memoria vivo”.
43 comentarios:
Sin embargo, yo prefiero a los muertos que nunca se murieron, a los que viven aunque se perdió su cuerpo en una tumba, a los que vienen a saludarte al atardecer sin asustarte, a los que son amigos, a los que nos ayudan a seguir viviendo.
Clarice, me ha impresionado tu reflexión y la comparto al 100%. Quedan muchos muertos vivos por el mundo.
Pero qué grato es saber que tengo una amiga al otro lado del océano tan viva y tan presente en mis pensamientos aunque nunca la haya visto.
Un abrazo grandísimo, Clarice
Una reflexión muy a tener en cuenta... te expresas, como siempre, maravillosamente.
Por otro lado, pienso desde España en como celebráis allí el día de los difuntos y me gustaría cogerme de tu mano para que me lo mostrases todo, todo. Me provoca muchísima curiosidad.
Un saludo!
Si... he pensado que debe ser horrible respirar y no vivir...sea de la manera que sea :((
Que el cielo nos libre de eso... hoy y siempre.
Besitos Clarice :)
Un abrazo, Clarice.
Me gustaron tus letras.
Oportunas.
Tienes mucha razón.
Te mandé un mail pero no sé si llegó.
ayyy clarice... qué fuerte post.
Debo ser yo una muerta viva de esas quizás...
Padre nuestro que estás en la tierra...
que los zombies eternos no hagan su voluntad
que sea como yo quiera
amen
un suspiro (léase mi forma de respirar)
Pame
Yo tengo muchos recuerdos que me matan cada día para poder seguir viviendo.
Y obviamente prefiero la vida antes que todo lo demás, a no ser que todo lo demás sea también parte de la vida, pero por ahora prefiero dejarlo así.
Te mando un beso eterno
Querida Clarice:
En tu país la celebración de los muertos es realmente impresionante. Tuve el privilegio de estar en Ciudad de México hace cinco años en estas fechas, y aprendí mucho de vuestra cultura, tan diferente a la de estas latitudes.
Ya sabía algo de vuestra cultura a través de mi gran amiga Frida K, pero vivirla fue una experiencia irrepetible, al extremo que cuando estas fechas se aproximan, quisiera estar en tu país y no en el mío. Porque prefiero ser amiga de los difuntos, que espantarlos como fantasmas, o llorarlos, como pasa acá.
Estas en lo cierto. Los muertos vivos son como un karma, y como alguien escribió más arriba, probablemente lo seamos nosotros para otros (o, mejor dicho, más de uno quisiera matarnos!!).
Pero también Francisco habla de los que siguen vivos a pesar de haber muerto físicamente. Con relación a ésto, hay que ser cuidadosos, a los muertos hay que dejarlos irse, porque existe un hilo muy delgado entre "que permanezcan vivos aunque ya estén muertos" y no asumir que ya no están. Tal vez no puedo explicarlo, y a pesar que personalmente estoy en pleno duelo, son los duelos bien elaborados los que nos permiten una despedida sana.
En mi vida hay dos tipos de difuntos: los que murieron físicamente, y los que aún andan vivos y coleando por el mundo, pero están sepultados en mi corazón (una de las mujeres de "Antugua vida mía", le encendía velas a los muertos de su corazón...
De todas formas, para concluir, me quedo con las personas queridas que físicamente ya están, y cuyo legado me ayuda a seguir viva (física y afectivamente).
Un abrazo desde el sur
largo y oscuro pero bueno , salu2 desde el rincon verde!!
Excelente artículo y tan cierto.
Saludos
Querida Clarice:
Sí. Hay muchas personas que andan por las calles y son sólo sombras. El dolor y las injusticias los ha matado. Pero sabes... creo que estos son los únicos muertos que pueden resucitar.
Con cariño,
Ro
Hay que entender los tipos de muertos, los muertos muertos , los muertos vivos , y los que andan en transición de un tipo hacia otro. Me parece genial eso de celebrar el día de los muertos de la forma como lo hacen los mexicanos. Hace un tiempo apareció uno de los condominios adornado con telas y cosas macabras; brujería descarada y peligrosa, pensé; pero al final resultó que la amable vecina mexicana estaba celebrando el día de muertos. Qué ignorante yo.
Un abrazo afectuoso Clarice.
Decía un periodista argentino, cuando abrí su programa de radio:
"PARA RECORDAR QUE EXISTE LA VIDA ANTES DE LA MUERTE"
Es verdad... hay tantos muertos vivos... Y contagian, Clarice, por eso hay que cuidarse mucho, mucho, resistir y no caer en la tentación de suicidar los sueños.
Un fuerte abrazo
No hay duda de que en nuestra vida nos toca enfrentarnos a la dureza de la muerte.
Seguramente si la tomaramos como algo más que tiene que suceder, viviríamos mucho mejor.
Siempre me gustó esa costumbre de vuestro país (se lo dije ya a una compatriotra tuya)
Un abrazo
Hola Clarice:
Por nuestros muertos. Por nosotros. Por todos.
Recibimos una carta. Tienes una copia en Opiniones y comentarios en Por pares. Leela, es por todos...
la memoria es una gestalt eterna, la vida el espacio en que decidimos cerrarla y la muerte es el lugar en que la memoria se sienta a descansar del vano esfuerzo en que nos gastamos la vida. Abrazos desde el Sur
Primera vez en tu blog, tengo que decirte que tus palabras, la unión de las mismas, el sentido de ellas, son un camino que los ojos no pueden abandonar hasta el final, me encantó. Te pondré en mis Recomendados y te visitaré seguido. Un beso y gracias por este texto.
Asi es, ojala y Oaxac saque cosas buenas del conflicto NO reprersion y violencia, y si tenmos esperanza, salu2 a to2
Clarice, me ha impresionado tu reflexión más allá de su temática. Su escrito es perfecto.
Todos llevamos vivos a nuestros muertos queridos. Todos cargamos vivos que por alguna razón han muerto. Todos vivimos con alguien que alguna vez nos convirtió en muertos. Con ese peso enorme andamos por la vida insistiendo en ese ejercicio exigido , variante y sabroso que es el vivir.
sin embargo, hay muertos que no hacen ruido...
No lo habia concebido desde ese punto de vista, pero tienes mucha, mucha razón.
Interesante tu reflexión, lo que dices de que el dolor fortalece, me toca de cerca.
Besos...vivos¡
Y decirte que ya he puesto tu post en mi blog.
que ganas de estar en México en estos días!!!!!
lo anotaré en mi agenda de sueños.
Cuánta razón tienes, clarice. En la vida física, hay una separación radical entre los vivos y los muertos. Éstos desaparecen, ya no están. En nuestros sentimientos no existe esa frontera, no hay un límite que separe lo vivo de lo muerto, ni lo alegre de lo triste, lo feliz de lo desdichado. Tenemos capacidad para contenerlo todo y todos, vivo y muerto, bueno y malo. Pese a todo, hay que abrir las ventanas del corazón de vez en cuando, para que entre el aire y el tufo de lo que ha muerto o es desgraciado pueda salir... Muchos, muchos besos.
Pues Clarice, me gustaron tus muertos vivos..
Y muy buenos los tipos de muertos de Heriberto, aunque es probable que existan muchas clases más.
Yo no sé si todos tenemos algo de muertos cuando estamos vivos... o si tendremos algo de vivos cuando estemos muertos. Pero si sé que hay algo de "collage" en todo, que somos partecitas de muchas cosas...
Por manifiesto, elegante. Por poesía, llega bien adentro. Por prosa, qué buenas letras. Por post, indiscutiblemente razonable.
En realidad todos somos muertos vivos el reloj hace tic tac, y el viento y la lluvía serán lo mismo, vientos y lluvias y el sol brillando en el cielo, solo espero estar vivo después de muerto. por qué no estarlo sería la nada, y la nada es menos que un átomo.
Las sensaciones de vida y muerte que representan en escenas teatrales nuestra especie da para hablar de hombres muertos y vivos de Zombies y enfermos, de gente feliz y desgraciada y de psicópatas que pasan a nuestro lado día a día.Espero cambiar mi punto de vista cuanto antes....Clarice...un beso del muerto!
Soy palabra sin voz para muchos
Soy sonido sin eco para otros.
Espero para ti no ser menos que un abrazo con olor a esperanza y sabor a fuego eterno.
Pues para mi eres, tú eres más de voz y eco!
Abrazame!
No me dejes morir...
Los muertos forman parte de nuestra mexicanidad, a mi me encanta visitar panteones.
Conozco mucho muertos en vida de los que tu mencionas, ellos llevan su frio chante a cuestas.,
Clarice, una vez hace mucho vivía en un país de cuentos, en una gran capital, la más grande, con mucha gente, muchos colores, olores y descubrí como el día de muertos se iluminaba la ciudad, las guirnaldas en las calles, los colores y la celebración desconocida hasta entonces para mi..tú vives en ese país, quizás en otra ciudad, pero tienes sus colores en tus letras, no dejes que la muerte le gane nunca a tus colores, los muertos no se van, las ausencias viven con nosotros y quizás hay que aprender a colorearlas
un abracito!
desde el sur
Buena reflexión! Yo siempre pensé que las flores se deben regalar en vida, porque los muertos ya no sienten, y los "vivos muertos" son los que deberíamos ayudar.
Saludos
Apreciada Clarice:
He leído y apreciado mucho lo que escribes. Tienes la pluma que recuerda tanto a la tradición mexicana, como la de Octavio Paz. Tienes una mirada sensible, poética. Te agradezco que compartas tus escritos con nosotros los ciberlectores. Me interesaría mucho conversar contigo. Tengo MSN: jmocarquer@gmail.com
Bueno, te mando saludos desde este lejano país: Chile, que debe su nombre al grito de un pájaro, como consta en las crónicas de Jerónimo de Vivar.
Un abrazo y saludos,
Javier Mocarquer
Errata: Mi Msn es jmocarquer@hotmail.com
Había leído parte de lo que nos cuentas hoy;) la verdad es que me atrae muchísimo y no creo que demore mucho más mi viaje a tu tierra.
Un saludo lejano Clarice
Te sorprenderá, pero justo ayer pensaba lo mismo mientras caminaba por la calle vacía en el día de los Difuntos.
...y que de los que nisiquiera saben que esta muertos, asì que siguen deambulando por las mismas calles solitarias, y su vida sigue siendo el mismo espiral de sin sentidos, y nadie les dice, que aquì, ellos ya no tienen nada...
Y luego "Polvo será, mas polvo enamorado"...
En este país con 60 millones de pobres, a veces no queda más que la risa.
Qué gusto descubrirte hoy, Clarice, que se celebra en tu país el Día de los Muertos, que es como decir el Día de la Cultura, que es como si celebráramos un día especial de la Vida que no cesa y que fabricamos cada día. Precioso texto. Ah, a mí también me da fuerte Chumacero.
Clarice:
Altares para los vivos. La solidaridad es la ternura de los pueblos.
saludos,
sonia
Impresión ante unas palabras llenas de verdad absoluta. Gracias a ellos nos hemos hecho más fuertes para seguir adelante. Para qué olvidarlos? no? No sé. Algún día lo haremos, cuando Vivos vivos nos hagan olvidar los muertos vivos.. Un saludo Clarice. Encantado, como siempre.
Impresionante reflexión. Me he quedado pensativa. Saludos
Que buen texto! ...y que bueno darme el tiempo de visitarte mi querida Clarice en medio de mi viaje kármico que me ha tenido fuera de mis rutinas.
Un fuerte abrazo
Shlomit.
Tengo muchos muertos. Pero queridos, dolorosos, cercanos, sólo dos: Mi abuela y mi mejor amigo.
A ellos los veo costosamente: en mis ensueños, en mi mente. Les escribo, les he dedicado más de un post. Son tema recurrente en mi cotidianidad, Es mi forma de no dejar que se pierdan en el olvido; de evitar que me abandonen.
Hermosas letras, querida.
Un beso
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