A Ivania
Xico es la ciudad en donde tengo el privilegio de que se ubique mi centro de trabajo. No nací ni vivo ahí, pero me agrada estar en ella. Una tierra de encanto. Desde el trayecto para llegar y el escenario previo a su puerta ya conforman todo un deleite. Un lugar ideal para caminar, leer, escribir, meditar, escuchar la lluvia y las campanadas de la iglesia. En ese lugar es donde más disfruto leer a Fernando Pessoa.
Hace poco, se cayó el puente de Las Puentes que comunica a varias localidades cercanas, entre ellas Xico con Coatepec. Un puente que data de la época del porfiriato. Mientras lo reparaban se creaba un caos vial. El breve tiempo se hizo grande para llegar a los lugares destinados. Sin embargo, al ir por otros caminos decorados de paisajes tan lindos y respirar ese ambiente colmado de vegetación, no me afectó la lentitud del camino ni el polvo de sus terracerías. Al contrario, pasar cada día y contemplar una de sus cascadas, me provocaba pensar en que nuestro estado veracruzano está lleno de riquezas.
Su origen se remota desde principios del siglo XV y el nombre original de esta ciudad es Xicochimalco, voz náhuatl que significa, “en donde hay panales de cera amarilla”, o bien “en el escudo de las abejas”. Se encuentra situado en las faldas del Cofre de Perote, muy cerquita de Coatepec y por consiguiente de Xalapa. Con una historia interesante como lo tiene cada pueblo, Xico es peculiar. Una tierra mágica, con sus tradiciones, con sus leyendas, con sus fiestas, con sus atractivos turísticos, entre ellos la belleza de la cascada de Texolo, y gastronómicos, como el exquisito mole o sus licores, el Verde y la Mora. Tierra que ha sido escenario para películas, tierra en donde escritores, músicos y artistas plásticos también se refugian en la paz que ofrece.
Cuando camino sus calles, recuerdo a Ivania, una amiga extranjera que antes de conocerla, ya sabía de mí. Vino de otro país a visitar esta ciudad, preguntó por mí y no fue posible para ella encontrarme. Quizá nos codeamos o nos sonreímos en aquella ocasión, sin saber aún, pero conocer posteriormente este detalle, Xico se me hizo más significativo. También me gusta llegar a descansar al hogar de Sandra y degustar del café y pan de leña tan xiqueño.
He leído bellos fragmentos sobre esta tierra, pero siempre recuerdo la mirada que dejó en sus letras mi amigo José Antonio Rodríguez cuando la visitó por vez primera y que al leerlo, creo que fue tan certero. Comparto un poquito de lo mucho que él escribió: “Xico es uno de esos pueblos sorpresa que producen la mezquina tentación de no compartir su descubrimiento con nadie –“no vaya a ser que se llene de visitantes indeseables”, piensa uno como justificando el desliz egoísta. Un lugar donde el tiempo en verdad se ha detenido. Es un pueblo en el que casi alcanzamos a escuchar murmullos antiguos a través de sus techos de teja ennegrecida por el tiempo. Huele a pan, a naranjo y a flor de jazmín, a café, a leña y a copal. Se antoja mentira que la capital del estado de Veracruz se halle a solo 19 kilómetros de aquí. Así de intensa la sensación de haber llegado a uno de estos poblados de leyenda, o de película del Indio Fernández. Es este lugar que parece contar su historia claramente y en voz alta”.
30 comentarios:
Conozco esa mezquina sensación de pensar, esto es tan bello que no pienso darlo a conocer para que no acabe como centro turístico.
He viajado con tus letras y ahora mismo busco información sobre ese pueblo.
Es cierto que hay lugares donde una lectura acompaña más, se enreda al paisaje y las palabras adquieren más potencia. No me extraña que disfrutes a Pessoa.
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Saludos.
Eres afortunada, vives cerca de un lugar tan hermoso como desconocido. A ver si la suerte me acompaña esta Navidad y festejamos el año nuevo por ahí. Un abrazo ultraoceánico.
Ojalá pudiera visitar este lugar para el placer y la serenidad cuando vaya a Veracruz...
Un beso
Carlos
Shhh... Clarice. No despiertes al paisaje dormido, que hay turistas de bermudas, sandalias y calcetines, al acecho :)
Recorrer este lugar con vos, qué lujo. Guardá todo en los sentidos, que quede registro de sus aromas y sus texturas.
Después, murmuranos historias viejas de esas que todavía no fueron contadas, donde huela a café y a pan recién hechos...
Muchos besos
Musa
oajal pudiera visitar ese lugar, viajar es otro de loas placeres de la vida... esperemos que algun dia pise dicho lugar!
Con tus letras hoy he conocido ese lugar, de otra forma nunca podría hacerlo.
Si es como cuentas mejor no digas nada, no sea que se enteren y lo llenen de humo y plásticos.
Un beso mi amiga, Mil abrazos
qué aofrtunada, querida.
Ojalá los gringos no lo encuentren nunca!!
un beso enormeee
Qué lindo esto que narrás. Yo trabajo en plena capital, viajar hacia mi trabajo es estresante. Ya querría yo ese paisaje.
que bonita ciudad, de sue�o
abrazo europeo
Hay Lugares tan hermosos con la estrellita de "mágicos" en nuestro país.
Mi muy querida Clarice, me encanta tu relato, la forma en que no lo cuentas me dan unas ganas de estar allá es más ya estoy allá, disfrutando de su belleza y darse baños de rio, que rico!
Besos Muchos
Por lo que cuentas, realmente un sitio mágico. ¿Será verdad que lo conoceré pronto?
Un abrazo
Hola
Coincidencias. Ayer fuí a Xico, debiera decir Shico. Disfrute, previamente al mole, una morita,en una copita como dedal, después del mole: un verde.
Me encontré allí un Ángel. Él es el vigía del pueblo. Fuí para ver cómo había quedado el puente reparado y oh sorpresa, todavía lo están reparando. Nos sentimos muy a gusto caminando y viendo esas casonas. Regresamos con nuestra bolsa de pan horneado en leña, de el Danubio Azul.
Que tengas una agaradable semana.
Casualmente vengo de visitar a Eleonai y veo que coincidis en el tema...como ya le he dicho a él, me parece un lugar hermoso y plácido, a la par que sonoro por su nombre....
Besos tesorete!
mmm Verácruz! ¿cúando te conoceré?..Que fortuna tienes de trabajar ahi, esa paz se refleja en tus letras.
Un abrazo cariñoso amiga.
Leerte y sentir deseos para ir a tu ciudad es uno. Pero y ¿si se llena de turistas con cara de borrego? Esta es la "maravilla" de la globalización: el deseo y el asco.
Saludos cordiales.
No conozco tu ciudad pero a través de tus letras siento que he hecho un recorrido iniciático.
El lugar al que uno pertenece tiene aromas y sabores que lo convierten en único.
En eso pensaba mientras te leia.
Besos!!!
Cuentas y entran deseos de estar ahí, de conocer esas tierras. Un sueño que algún día espero sea realidad.
Un abrazo.
Xico, la ciudad que habla en voz alta.
besos.
Quizás luego de que no Pessoa sino alguno de sus heterónimos visitara Xico fue que exclamó aquello de que "la realidad no me necesita".
Me gustó mucho tu relato Clarice. Un saludote.
Quizás nunca llegue a estar en Xico, pero me alegra saber que existe una tierra así.
Un abrazo.
Que maravilloso lugar a de ser, y leer Pessoa ahí...
Un abrazo, Graciela.
Pd.: me olvidé la "h" de puro apurado. Otro abrazo.
Tierra hermosa que se dibuja con tus palabras, tocan la imaginación y por un momento me gustaría pasear contigo por esos lugares.
Saludos
En un lugar asi, yo leeria a Pessoa y toda obra que honre la vida.
Sentarme a la sombra de una cascada, escuchar el agua, los pajaros, y a volar la imaginacion.
soy delas que puedo ver el paisaje essolitario aunque me lo arrebaten los turistas...tu también
Después de leerte me fui a buscar más imágenes de este lugar, y las encontré. Un album de fotos con cascadas y paisajes de una compatriota.
Parece mentira que todavía existan lugares así cerca de una capital, aquí la voracidad de los costructores está acabando con estos pequeños paraísos.
Dísfrútalo tú que puedes.
Besos, linda.
No conozco Veracrúz , pero es muy especial , allá está un gran amor .
( post abril 29 -06 )
Un abrazo !
La foto es mágica y el texto hace que uno quiera comprar el próximo vuelo para estar allí.
Me gustan y me atraen mucho estos pequeños lugares desconocidos, que todavía huelen a pan, a naranjo, y a flor de jazmín, a café, a leña y a copal.
Un abrazo muy grande.
Me he apasionado leyendo tu paisaje, yo que tengo el alma muy viajera,he viajado con tu narración quizás nunca pueda visitar ese lugar, pero tus ojos lo hacen por mi y yo vivio la esencia de ese viaje diario en tus letras.
Saber apreciar todo lo que nos rodea y ser felices viendo un árbol una flor una cascada de cantarias aguas y un pueblo que se paro en el tiempo, hoy en día es privilegio de pocos.
Un gran abrazo.
He viajado a través de tus palabras. Me ha causado una gran impresión. Todo se ve tan precioso. Un abrazo
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