martes, enero 29, 2008

Tierras de cristal

Foto: Gabriel Massera

Cuando la gente te diga que te has equivocado…y tengas errores por todas partes a tus espaldas, que te la sople. Recuérdalo, que te la sople. Todas las bochas de cristal que habrás roto no eran más que la vida…ésos no son errores…es la vida…y la vida verdadera tal vez sea precisamente la que se rompe…esa vida entre cien que al final se rompe…yo esto lo he comprendido, que el mundo está repleto de gente que va por ahí con sus pequeñas canicas en el bolsillo…sus pequeñas y tristes canicas irrompibles…así que tú, pues, no dejes nunca de soplar en tus esferas de cristal…son hermosas, a mí me ha gustado verlas durante todo el tiempo que he estado a tu lado…son tantas las cosas que se ven dentro…es algo que le da alegría al cuerpo…no abandones nunca…y si un día estallan, eso también será la vida, a su manera…una maravillosa vida.

Alessandro Baricco

20 comentarios:

Bethania dijo...

gente con canicas y sin quehacer, mejor ignorarlos no???....me encantó el fragmento y esa foto que no sè realmente què es, pero es bella por si sola.

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Un texto que ahora mismo guardo entre mis escritos para relectura y paladeo. Todavía guardo mis canicas de niño. Son una especie de amuletos infantiles que me conducen a la vida sencilla y de juego que tuve en mi niñez. ¿Queda mejor refugio?

Saludos.

CaTpRiNcE dijo...

Yo tambien guardo las canicas en una vieja caja de zapatos, aunque se me ha perdido mas de una...


Un saludo!!!

Rosa Silverio dijo...

Una novela de Baricco que disfruté mucho. Cada párrafo era para mí revelador. Baricco tiene la capacidad de crear una atmósfera mágica y especial en sus novelas.

Me gusta lo que has citado, pero mi parte preferida está al comienzo, cuando él narra la historia del anillo y las cajas... "Valioso como un secreto, valioso como una joya", creo que así es como dice...

Un abrazo.

Arcángel Mirón dijo...

Hermoso. Oscar Wilde decía algo así como que uno vive tratando de hacer las cosas bien, para darse cuenta al final de la vida que lo único que valió la pena fueron los errores.

Maik Pimienta dijo...

Y tan delicada que no se debería dejar de soplar jamás, por el gusto de verlas estallar, cual masocas del humanismo!! Abrazos

libertad dijo...

Preciosas palabras...Así es la vida, y cada uno tenemos nuestras canicas en el bolsillo.
Intentaré que la próxima vez que me vuelva a equivocar, me la sople, te lo aseguro.

Un beso fuerte
Gracias

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Esa creo yo que es la experiencia y como es la propia, pertenece a "mi vida" y no la cambio por muchos errores que haya en ella.
Es muy bonito lo que acabo de leer, me ha encantado.
Besitos preciosa

I. Robledo dijo...

Amiga, dejame que aporte dos reflexiones.

Alguien dijo -creo que Baudelaire, "que en la vida habia que ser sublime, sin interrupción", ¡que barbaridad, digo yo...!

Otro, más humilde y sensato, dejo escrito en sus poemas "que jamas se habia equivocado en nada, salvo en las cosas realmente importantes"

Estoy mas -sin duda- con el segundo.

Un abrazo

இலை Bohemia இலை dijo...

que bello texto de tu admirado Baricco...

Besos de cristal de Bohemia, para ti...

Te quiero!!!

Isabel Barceló Chico dijo...

Con todo, mejor no equivocarse. Besos, querida amiga.

Anónimo dijo...

Las canicas de la vida entrechocan sus errores con un sonido muy especial de brindis.

En las copas, estallan las burbujas doradas. Y cuando mueren, no dejan huella. Como dice Baricco, se la sopla.

Brindemos, pues.

Lol V.Stein dijo...

¿Sabes? Me has hecho recordar la primera vez que tuve conciencia del ridículo... pues de niña en clase se me rompió el bote de cristal donde tenía muchas canicas... y fue horroroso para mí, por mi timidez, supongo... desde entonces he estallado muchos botes, muchaas bolas de cristal... y me alegro porque mi timidez ha ido desapareciendo y mi miedo venciéndose

mil besos, siempre única tú

Kety dijo...

Mientras leía el fragmento -precioso- imaginaba, además de las canicas de cristal de mis hijos, el título "con el agua al cuello".
Es cierto, hay que sobrevivir pese a quien pese.
Un abrazo

Voz Ruda dijo...

Yo vivo más feliz desde que acepto mis errores y me doy chance de equivocarme...
Padrísima la foto!
Te abrazo Clarice!

Gabriel dijo...

¿Dónde habrán ido a parar todas las canicas de aquellos niños que niños fuimos, que tantas eran?
Estarán aún en los bolsillos de los niños que fuimos?
Baricco es belleza pura.
Gracias, Clarice.
Un beso grande para vos.

Tesa Medina dijo...

Compartimos a Baricco, amiga, qué grande es. Me encanta.

Este texto habla de la vida de verdad, en la que hay instantes de felicidad, minutos de aciertos y muchos, muchos errores. Porque equivocarse forma parte de la vida. Si no haces nada, nunca te equivocas.

Decía Einstein, que la vida era peligrosa, pero no por las personas que hacen el mal, sino por las que sientan a ver qué pasa

Mientras aprendemos, soñamos y tenemos proyectos y nos arriesgamos vivimos. Y que nos soplen los trocitos que van quedando por el camino.

Un abrazo, Graciela

Miguel Sanfeliu dijo...

Un texto con mucha fuerza. Me encantó. Me apunto ese principio. Sí, que me la sople que me digan que me he equivocado, porque eso es la vida, sin duda. Los errores son los que han de impulsarnos hacia delante. Me gustó mucho.
También la misteriosa foto. ¿Una copa tal vez?
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Excelente foto.

Una amplia gama de los colores del vino y el cristal.

Débora Hadaza dijo...

y si ya rompí todas mis canicas? si le sople tanto al cristal q me lo acabé?

ojalá que de alguna manera tenga razón Baricco y sea una maravillosa vida.

abrazo