miércoles, octubre 01, 2008

Los puentes de Madison

Tarde otoñal. Lluvia leve que se pierde en el silencio. Con la música es suficiente. Estoy escuchando el disco dedicado a la película Los puentes de Madison County. ¿Qué más pedir con la voces de Johnny Hartman y Dinah Washington? El álbum producido por el talentoso Clint Eastwood me hizo recordar su película.

No puedo resistirme ante Robert Kincaid y Francesca Johnson, tampoco ante Clint Eastwood y Meryl Streep.

Varias veces me negué a escribir sobre el film. Prefería comentarla de manera verbal con los amigos y por lo general, eran discusiones amenas. Unos definen a Francesca como una cobarde y otros la defienden al decir que tomó la decisión correcta y que valía la pena sacrificarse. Y por supuesto, las damas quedan enamoradas de Robert.

Francesca tan frágil, tan criticada, tan incomprendida; Robert tan nostálgico, tan viril, tan cowboy.

Francesca y Robert se conocieron en un agosto. Él, fotógrafo de Bellinghan llegó en su camioneta nombrada “Harry” a Iowa, buscando Roseman Bridge. Era casi de noche y hacía calor. Francesca, una maestra de literatura retirada para dedicarse al hogar, le indica el camino. Ella aún no sabía cómo cambiaría su vida en cuatro días.

Robert le expresó a Francesca: “En un universo de ambigüedades, este tipo de certidumbres llega una sola vez, y nunca más, no importa cuántas vidas le toque a uno vivir”. Él se enamoró. Todas sus búsquedas, sentimientos y reflexiones se le juntaron. Y sí, ella, en un día pudo quererlo.

Cuántas escenas y diálogos memorables, pero quizá la más conmovedora es donde Francesca pone su mano en la manija de la camioneta, está por decidir si abre esa puerta y sale corriendo tras los brazos de Robert o decide quedarse y seguir con su vida. Una vida que no volvería a ser la misma. Así como lo miró llegar en su vieja camioneta, también lo miró partir para siempre. En la distancia, se guardaron unidos.

La película está basada en la novela de Robert James Waller escrita en el año 1992. Diez años después, escribió Los caminos del recuerdo, una novela de conclusión a la historia Los puentes de Madison County.


29 comentarios:

josef dijo...

Ujna bella y romántica película de amor basada, además, en un hecho real....Un saludo!

Isabel Mercadé dijo...

Me parece más bien un cuento de hadas actualizado. Y, ¿por qué no? Ella es la cenicienta con la que nos podemos identificar tantas mujeres y él el príncipe azul soñado, como bien dices, Graciela, tan sensible y tan masculino...
Un abrazo.

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Graciela chiquilla, hoy me has tocado! Tengo la novela hasta dedicada por la persona que me la regaló y la peli la he visto unas cuantas veces, me llegó en un momento muy crucial.
Meryl Streep es mi actriz favorita o una de las favoritas y bueno, solo me queda decirte GRACIAS.
Besicos muchos

Marcela dijo...

Amo esa película. Creo que tiene el romanticismo justo como para emocionarnos. Bellísimas actuaciones por otra parte. Ya me pongo en campaña para conseguir el libro. Beso.

Adolfo Calatayu dijo...

Sí,una de las películas de amor mas memorable y hermosa que ví; uno siempre vuelve a ella,recuerdo la primera vez que la ví,en esa escena que citás se me escapó en el silencio de la sala un "BAJATE",jajajaja
muchas gracias,querida amiga.
Un beso grande

Susana Peiró dijo...

Clarice, me estocaste!

Precioso film y absolutamente inolvidable. (Parece que estamos vibrando en la misma sintonía por estos días)

Esa, precisamente esa frase de Robert a Francesca es la que yo rescato y me conmueve hasta la raíz del cabello.

Y claro, esa escena de la mano de ella en la manija de la camioneta, nos quedó a todos marcada a fuego.

Ver partir para siempre ese Alguien, y aún así, estar juntos por el resto de la vida, es un sentimiento que nos alcanza a todos.

Muchas Gracias por la excelente reseña y el recuerdo de esta preciosa película!

Mi abrazo Querida!

Voz Ruda dijo...

Clarice, Grace, que bien ver este texto aquí.
Amores breves pero eternos, ya sabes lo que pienso.

Un abrazo amiga.

Golem dijo...

La última vez que lloré en el cine.

Besos

இலை Bohemia இலை dijo...

Hace poco volví a verla y como siempre me llena...Me encanta como Francesca mueve las manos y se toca la cara como si con ese movimiento rellenara los silencios...Yo también tengo la BSO y me gusta la atmosfera que logra crear con esas notas de jazz...Y por cierto, me compré "Los caminos del recuerdo" por seguir conectada a la historia...pero nada como la primera parte...

BSS

Arcángel Mirón dijo...

Ni vi la película ni leí el libro. Un desastre, jajaja. La tengo como el colmo del romanticismo, y eso me frena. Tengo prejuicios, sí.

(Pero conste que amo Cumbres borrascosas, eso me reivindica!!).

:)

Anónimo dijo...

Que lindo recuerdo. Creo que esta peli junto a El paciente ingles, llenan mis necesidades de romanticismo. Yo me hubiera bajado, seguro que si, pero me gusto el personaje de esa mujer sensata. Besos.
Ivania

Mateo Bellido dijo...

No conozco ninguna mujer que no se haya conmovido con esta película. Sí, algún que otro hombre que dicen no soportar tanta sensiblería. Pero yo sospecho que cuando la vieron una lágrima o un "apretujón" en el pecho se les hizo.
Yo fui uno de ellos y eso que la vi en vídeo.
Un beso en tu lágrima.

Inuit dijo...

He visto la película varias veces y he leído el bibrito,lo llamo así, por la escasez de hojas.
Creo que ese amor no hubiese fructificado por las vidas tan dispares de ambos. Fue un parétesis que les permitió, más a ella que a él, seguir vivindo el resto de sus días.
Inuits

Unknown dijo...

Siiii!!! Me encata ese film. Ya quiero volver a verlo. Y esa lluvia, esa lluvia desgarra, nos inunda el alma, nos repiquetea en la cabeza.
¿Como no ponerse del lado del amor? y aún así aceptar que "los dados ya están tirados" Y que un tiempo no cuaja en otro tiempo.
Amar, sentir, está más allá de cualquier contrato, de cualquier convención.

Gracias, amiga y consuegra.
Te dejo un beso.

Heriberto dijo...

¿Has leído el libro? Yo no he visto la película. Waller tiene también una novela de amor -ahora no recuerdo su nombre- que se desarrolla en tu lindo país.

MaLena Ezcurra dijo...

Bellísima película teñida de melanco.

Recuerdo la lluvia y nada, el corazón se para, simplemente porque creo que hay amores eternos.

Maravilloso recuerdo, un beso mi muy querida Clarice, siempre entre mis cosas bellas.

MaLena.

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Al contrario de lo habitual en mí: leí la excelente novela pero no he visto la película. Siempre tuve miedo de que me variara los grandes momentos que pasé leyendo. Lo mismo me animo ahora.

Saludos.

· dijo...

Clarice, comparto contigo, un gran actor, aunque no me llegaba por lo físico como a mucha gente. En ese sentido me quedo con Clint Eastwood, a quien también lo admiro como director.

Son curiosas las asociaciones que se hacen. Apenas leí sobre la muerte de P. Newman pensé "tenía dos años más que mi padre", no fue más que eso en ese instante.

Sobre tu post anterior, si, estoy a la espera que estrenen la película basada en la obra de la Mastretta. Pero la que más espero es la basada en el Ensayo sobre la Ceguera de Saramago.

Me gustan estas crónicas de cine.

Un abrazo,

Dante Bertini dijo...

estos días más que lluvia caen lágrimas, clarice, y esta película es tan deliciosa como triste

un abrazo

Anónimo dijo...

Una bellísima novela de Robert James. Gracias por traérmela a la memoria, con sus bifurcaciones irreconciliables entre el deber y el querer.

malditas musas dijo...

uy esa peli... qué maravilla. Me sigue poniendo la piel de gallina, es increíble

bsos y abrazos,
musa

Beatrice dijo...

Ví la película y leí el libro.
Demasiado para mi alma y esa certeza que toda vida espera...
Gracias Clarice por esta entrada.
Un abrazo

Miguel Sanfeliu dijo...

Con esa pareja protagonista, la calidad del film estaba garantizada.
Muy bien por rescatar titulos más que recomendables.
Un abrazo.

Rosa Silverio dijo...

Graciela, Graciela:

Una de las películas favoritas de mi madre y creo que de todas las criaturas románticas.

A muchas personas le parece una cursilería la película pero a mí me encanta y por eso la he visto varias veces.

No está de más comentarla porque a mí en especial me recuerda esos tiempos en los que soñaba con un príncipe azul o una rana, con un hombre como este fotógrafo del National Geographic que llega de repente y le roba el corazón a Francesca. :)

Francisco Ortiz dijo...

Es una historia romántica -la escena bajo la lluvia es inolvidable-, pero también antirromántica, por la decisión que ella toma. O sea, como la vida misma, en la que conviven blanco y negro, amor y desamor, ilusión y tristeza en un mismo cuerpo y en muchos instantes al unísono.

Anónimo dijo...

Bueno, ya sabes mi opiniòn con respecto a Francesca en Los puentes de madison....aùn asì creo que algunas personas se identificaràn con ella, pero si es asì es que no estàn plenamente enamoradas y satisfechas con el ser que tienen al lado compartiendo tantas cosas y tantos momentos...

Nochestrellada dijo...

"...esta clase de certeza solo se presenta una vez en la vida..."

Francesca y Robert lo descubrieron en Los Puentes de Madison...

Adoro esa película!
es una historia de amor maravillosa...
Igual que su música y fotografía...

Creo que muchas se habrán sentido identificadas con Francesca...
y seguramente deseaban el final feliz...
que ese día de lluvia bajara de esa camioneta y se fuera con él...
Ayer la ví, una vez más...
no me canso de hacerlo...
Y sufría junto a ella
en ese momento crucial...

Pero como dijo...

“Si me quedo, me despertaré cada mañana odiandome por no haber tenido el valor de dejarlo todo e irme contigo. Si me voy, me odiaré por haber abandonado a mi familia, te culparé, y eso acabará con nosotros.”

marichuy dijo...

Que emotiva mirada a "Los puentes de Madison", junto con "A perfect World" mis dos filmes favoritos de Clint Eastwood, aunque no sean los más glorificados. Los Puentes... me llega profundamente y ahora, tras leerte, he revivido algunas sensaciones. Gracias por eso.

PS Me robaré la cita que puso uno de tus comentaristas.

Ariel dijo...

Sólo lo diré una vez. No lo había dicho nunca: pero esta clase de certeza solo se presenta una vez en la vida.

Por suerte me separé y me quedé con la mujer que hizo sentir eso.y pienso l mismo hoy 10 años después