sábado, julio 04, 2009

La cerámica de Gustavo Pérez

Fotos de Enrique Jiménez


¿Les ha sucedido alguna vez en que están reunidos en un restaurante celebrando a un amigo y que todos los presentes no se conocen pero están ahí porque les une el festejado? ¿Y les ha pasado que están sentados al lado de un personaje con quien charlan amenamente sin saber que su obra artística trasciende por todos lados? Bueno, a mí me pasó hace un tiempo, cuando Eduardo Gamboa nos invitó al estreno de su obra con la Orquesta Sinfónica de Xalapa. Posteriormente, nos fuimos a cenar y sin las presentaciones acostumbradas de los asistentes, todos empezamos a conversar.

Me tocó estar sentada al lado de alguien ameno y agradable. Platicar y reír sin saber que estaba con un artista. Al finalizar la cena, nuestro amigo en común me dijo que escribiera sobre él y él me dio su tarjeta para que visitara su taller.

¡Oh! la dulce ignorancia convertida en una leve vergüenza. Al llegar a casa, supe quien era: el ceramista mexicano Gustavo Pérez.

Considerado como el mejor ceramista del país, su obra ha sido expuesta en muchas partes del mundo. Algunos escritores se han inspirado en su obra y Sergio Pitol lo definió como "el hombre que vendió su alma al barro", y ha dicho que sus manos le han dado voz a la tierra.

Posteriormente, lo volví a ver en una obra teatral dirigida por Jean Marie Binoche y actuada por Adriana Duch y, fue entonces cuando decidí que no podía dejar pasar la oportunidad que me brindaba en conocer su taller.

Conocer el taller con la calidez de su bienvenida, escuchar la esencia y la pasión del artista por crear cerámicas que se convierten en historias, por acariciar el barro y jugar con él hasta darle vida, mirar como una vasija se concibe y se produce con una paciencia esperanzadora para verla nacer, sentir la serenidad que ofrece estar en medio de tanta creación, me produjo estar contenida. Solamente sentía. Contemplar tanto arte me contuvo a escribir. ¿Qué se escribe cuando los ojos se imponen ante la belleza de las manos creadoras de Gustavo Pérez?

Ahora, en el Museo de Antropología de Xalapa, con más de cincuenta piezas de cerámica, en la exposición Obra reciente, Gustavo Pérez, vuelve a estar ante mis ojos. Y vuelvo a sentir lo mismo, esa especie de no poder expresar palabras y solo desear que ningún ojo deje de admirarla.











19 comentarios:

Mónica Sánchez Escuer dijo...

Estuviste en su taller, ¡qué privilegio! Me fascina su obra. Dentro del arte contemporáneo no creí que se podía hacer mucho con cerámica hasta que vi una pieza suya.
Qué buea crónica.
Saludos

Kety dijo...

"¡Oh! la dulce ignorancia convertida en una leve vergüenza"
y rectificar con tan bellas palabras.

Mi felicitación a los dos, por la exposición... y por las palabras.

Un abrazo

josef dijo...

Amiga clarice de no leer esta entrada quizá nunca te lo habría dicho. yo estudié en la Escuela de Cerámica de Madrid y sé bastante de cerámica y puedo corroborar que en efecto gustavo Pérez es un genial ceramista! Un abrazo.

Mateo Bellido dijo...

Buenassss, ¿qué tal?
No sé quién tuvo más suerte, pienso que él de conocerte a ti. Artistas los dos sois por las manos...una agradable coincidencia.
Manos que crean del barro o de las palabras.
Clarice, siempre eres agradecida de recibir algo, aunque sea insignificante. Eso te honra y te hace ser muy admirada. Un placer haberte conocido.
Besos cálidos desde este verano andaluz.

María Elisa Quiaro dijo...

yo lo conocí cuando hace unos ahnos vino a dar una clases en la escuela de cerámica de mi pueblo aleman, höhr-grenzhausen. Linda persona. Seguimos entados a la mesa celebrando.

Susana Peiró dijo...

Enhorabuena por ese afortunado encuentro, Graciela! Gracias a esa circunstancia y tu precioso artículo, hoy conozco el trabajo de Gustavo Pérez...y creeme es todo un placer!

Qué bonito me sonó "el hombre que vendió su alma al barro"

Muchas Gracias Guapa! Un abrazo inmenso para Vos!

Dinora dijo...

Si a Gustavo Perez lo definireron como "el hombre que vendió su alma al barro", a ti no estaría mal definirte como "la mujer que vendió su alma a las palabras", maestros los dos al fin, cada quien en su arte ~_^

Un Abrazo...

I. Robledo dijo...

Amiga, en cierta ocasión en una cena "me pusieron" al lado de un famoso pintor... Resultó que además de ser un pintor magnifico, el mas importante de mi ciudad (fallecio hace menos de un año) resulto ser una gratisima compañia... Te reconocere que ademas los dos bebimos aquella noche un poco mas de lo que hubiera aconsejado la prudencia, y aquello resulto de una felicidad desbordante...

Y luego, al fin, fallecio casi diria que de subito unos meses despues y uno ni siquiera se entero (leo poco la prensa)...

Me imagino que son cosas que pasan.

Y a mi me paso, una vez, no hace mucho.

Fue una noche deliciosa. Por cierto, hablamos de todo menos de pintura...

Un abrazo, amiga

Soledad.B dijo...

Es una manera bella de conocer "Al hombre que vendio su alma al barro"
dicho de paso preciosa definicion para Gustavo Perez y tambien una bella manera de unir el arte de la ceramica con el arte de las letras y es que el arte sea cual sea siempre sera una union enriquecedora y maravillosa.

Un abrazo.
Soledad.B

Isabel Barceló Chico dijo...

Me he quedado impresionada con este ARTISTAZO. Aquí, en Valencia, hay una fuerte tradición de cerámica y no en vano tenemos el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias, un museo magnífico que también incluye colecciones contemporáneas. No sé si tendrán obra de Gustavo Pérez, pero desde luego merece figurar allí. Un abrazo muy fuerte y mi admiración para este gran artista.

இலை Bohemia இலை dijo...

Que belleza de creaciones!!!

Gracias por mostrárnosla...

Bss

Eleonaí dijo...

He visto sólo una pequeña pieza de este artista.

Se ve muy bien esta expo.

Que tengas una buena semana.

Arcángel Mirón dijo...

Son verdaderas obras de arte.

Marcela dijo...

¡Que belleza! Se ven hermosísimas esas obras. Que material noble el barro y que don poder hacer tales trabajos con él.
Un beso.

Bethania dijo...

La obra de Gustavo es genial, esa verguenzita fue rectificada y al final saliste (salimos) ganando!
Besos

Giovanni dijo...

Sin duda es un orgullo para el país el tener talentos como el de Gustavo. ¡Qué envidia de que hayas tenido el placer de no sólo conocer su taller, si no conversar cálidamente con él! Una buena experiencia que contar!

Diana L. Caffaratti dijo...

Cuánta riqueza encuentro en tus post.
Es un obsequio que tomo feliz...
Vivo tan lejos de gente con expresiones tan exquisitas, que tu blog es un puesto de cultura para mí.
Gracias.

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

No los conocía. Son extraordinarias las cerámicas. Donde nací también hay una gran tradición ceramista. No, nunca me ha pasado algo similar.

Abrazos.

Gustavo Pérez dijo...

Gracias por tus palabras, Graciela-Clarice.
Un abrazo,
Gustavo
gustavoperez50@gmail.com