martes, noviembre 10, 2009

El júbilo por los libros


Mi encuentro con los libros empezó en la infancia, cuando mi padre instalaba unos libreros en el largo pasillo de la casa. Recuerdo aquella conversación que tuvo con mi madre, precisamente por esas tablas que sostendrían los libros que leeríamos mi hermano y yo.

“Macario” de Bruno Traven, fue el primer libro que me dio mi padre. Me impactó. Después continué leyendo los demás títulos de ese autor. Simultáneamente, mi madre me presentó su gran libro: la Biblia, que hasta la fecha sigue estando presente en mi vida.

Cuando cumplí quince años, un amigo de la familia me obsequió dos libros. Regalo que me llamó mucho la atención entre todo lo que había recibido. Y a la vez, a esa edad, llegó la persona que me compartiría su mundo de la literatura y que, hasta la fecha me ha llevado de la mano para presentarme infinidad de autores.

También he aceptado las sugerencias de los amigos, como he tenido mis propios descubrimientos. Diversidad de libros y autores que me han dejado un profundo eco. No es fácil mencionar cual es el más o menos importante; creo que cada uno me ha dejado una trascendencia y cada día compruebo que yo no puedo dejar de permitirme ese placer que nos ofrece la lectura. No concibo mi vida sin un libro. Sin embargo, hay dos escritores que son muy importantes en mi vida, y que al leerlos, es como si fuera la primera vez: Clarice Lispector y Fernando Pessoa.

A veces, cuando llegan situaciones difíciles, sonrío al recordar lo que escribió Pessoa: “La literatura es la manera más agradable de ignorar la vida”. Entonces, quiero ser como esa niña que narra Lispector: “A veces me sentaba en la hamaca para balancearme con el libro abierto en el regazo, sin tocarlo, en un éxtasis purísimo. Ya no era una niña más con su libro: era una mujer con su amante”

21 comentarios:

Camille Stein dijo...

júbilo que nunca decrece...

pasión, apoyo, complemento... el éxtasis de la lectura que trasciende las dificultades de la vida, nos convierte en ávidos amantes...

un beso, Graciela

Beatrice dijo...

Me identifico tanto con esta entrada y con las palabras de Pessoa.
En cuanto al relato de la Lispector, esa "felicidad clandestina" que siento con un libro nuevo es así, total, cómplice, "una mujer con su amante".
Gracias Clarice por esta maravilla.
Beatriz

Adolfo Calatayu dijo...

Absolutamente comparto tu visión sobre los libros;y esa cita de Pessoa...genial !!!
un enorme abrazo,querida Graciela !!!

zaloette dijo...

Muy acertada la entrada con la definición de literatura con la que coincido plenamente!! Un saludo,

Antonio

Isabel Mercadé dijo...

Recuerdos inolvidables, el descubrimiento de la lectura. Yo de pequeña leía cualquier cosa, lo necesario era descifrar aquellos signos, incluso los prospectos de medicamentos. Y qué retrato maravilloso hace Lispector de estos amantes incansables.
Un beso, querida.
(A lo que ya sabes, espero para responderte con tiempo, no quiero hacerlo a lo loco).

Manuel Rodriguez dijo...

En mi tambien tuvo mi padre algo que ver para que en mi infancia me encontrara con el mundo de los libros, y cuando empiezo un libro es como empasar una etapa nueva en mi vida y cuando lo termino siento como si cerrara esa corta o larga etapa de mi vida.

Miguel Sanfeliu dijo...

Fascinante elogio a la lectura.

Las lecturas en la infancia y la adolescencia tenían una significación especial.

Un abrazo.

LA CASA ENCENDIDA dijo...

¡Qué bonitas frases, no las conocía!!

La lectura y los libros, son algo tan sumamente querido, que como en esta temporada que no puedo coger un libro por falta de tiempo, lo añoro tanto que me produce una tristeza y una necesidad enorme, pero lobueno,es que para Navidad recupero mi aficción.

Besicos muchos guapa.

Anónimo dijo...

Simplemente gracias...Muy bueno...Yo por ahora leo un libro sobre la historia del congreso de querètaro de 1831 a 1833..Le recomiendo al autor, Juan Ricardo Gimenez Gomez.
donde no hay mar...
me permito preguntr a su vez..¿ alguna sugerencia para lectura??

Anónimo dijo...

perdÓn Jiménez, ya me acostumbre al nombre de una cantante q se escribe con G.: SOLEDAD GIMENEZ.

Dinora dijo...

Un amante de tinta, eso es escribir en el alma

Saludos!

PD Gracias por tus palabras, que bueno que te gustó ~_^

Recomenzar dijo...

Me encantó tu texto simple y bueno
saludos con abrazos van

Voz Ruda dijo...

Lo que son las cosas, ahora eres tú la guía literata de mucha gente.

Seré buena vecina... gracias por la recomendación ;)

Besos!!

alba dijo...

Graciela, es preciosa esta entrada, es muy íntima pero al mismmo tiempo muy de todos, creo, los que te visitamos. Porque entre las muchas cosas que nos unen, quizás la más importante sea la literatura, el libro abierto, las otras vidas. Qué bonito.

Un dulce beso.

Marcela dijo...

Muy, muy de acuerdo con todo. Los libros son mundos que caben en nuestras manos.
Besos.

Eleonaí dijo...

Leer y leer. Leer y leer. Después me dijo un...

Manuel dijo...

Los libros nos permite volar con la imaginación, sentirnos acompañados en momentos de soledad, transportarnos a lugares desconocidos, descubrir una parte de nosotros mismos...hay libros que van unidos a nuestra forma de ser...

I. Robledo dijo...

Amiga, pensar que algun dia es posible que los libros no sean sino cosas raras del pasado...

Pensar que algun dia nadie sabra posiblemente escribir "a mano"...

Pensar que nadie escribira entonces cartas "de su puño y letra..."

Y me temo que esto es cosa de mas o menos tiempo, pero que algun dia llegara...

Un abrazo, Clarice

Mary Rogers dijo...

Inevitable. Con tus letras recuerdo mi propia historia de amor con la literatura. La biblioteca de mi padre, los primeros libros regalados, las horas de bruces sobre la cama sin poder escapar de las aventuras y desventuras de los personajes, fascinada totalmente. Clarice es genial pero MI escritor siempre será Julio Cortázar.
Un abrazo

Arcángel Mirón dijo...

En mi casa siempre hubo libros, tal vez es por eso que los veo como algo natural. Como algo mío. O me veo a mí como algo suyo.

:)

virgi dijo...

¡Ah, la lectura! ese mundo que nos acompaña, nos deleita y nos enseña.
También yo soy lectora desde la infancia, tiempo ha...

Besos, páginas, capítulos, tomos.
Sonrisas.