viernes, noviembre 06, 2009

Las Musas extraviadas de Máximo Ballester

Máximo Ballester no solo escribe poemas de amor. También escribe poemas irónicos. Cada vez que lo leo me arranca carcajadas. Es como si su mundo se convirtiera en el mío propio. Ese que camina en San Isidro, ciudad de la provincia de Buenos Aires, mientras trabaja en una fábrica de ropa encargándose del reparto, Máximo anda en las calles que le permiten mirar, pensar y tomar apuntes mentalmente, para después escribirlos. Yo me imagino su rostro y su caminar y, que al volver a su casa, estoy convencida, cumple lo que declara: “Demostraré que todas las puertas se abren con un pájaro y que una hoja en blanco puede ser una paloma”.

Máximo Ballester cursó talleres de literatura y teatro. En 1998 publicó su primer libro titulado Disfraz al agua de Ediciones Ocruxaves. Ha participado en varias antologías, entre ellas la de Poesía insomne de la editorial Dunken. También escribe aforismos que piensa publicar próximamente. En este año ha publicado dos libros: Musas extraviadas de la editorial Dunken, poemas escritos durante los últimos tres años y que fueron apareciendo en su blog que lleva el mismo nombre. Y En la orilla de Ediciones El mono amado.

Durante tres años he leído a Máximo a través de sus páginas digitales, pero abrazar sus Musas extraviadas ha sido un placer. Me gusta abrir el libro y encontrarme siempre con un poema y ¿por qué no? también sentirme una musa extraviada. Yo también quiero “Salir a la calle a tomar aire. Salir a publicarse”.

Quise conocer un poco acerca de Máximo y de éste libro. Comparto la charla.

¿Cómo surge el gusto por escribir?

En la escuela primaria. Aquellas redacciones que pedían las maestras invitaban a la imaginación. Pero fue un poco más tarde que sentí un verdadero entusiasmo por las letras.

¿Desde cuándo escribes poesía?

Desde la adolescencia. Aunque eran poemas impresentables. Cuando me formé allá por mis veintitantos años como lector y como hombre, me fui sintiendo más seguro en mi poesía. Creo que llego a mi escritura un tanto tardíamente. Me reprocho no haber leído más literatura de niño. Leía, sí, pero demasiadas historietas y revistas, y de vez en cuando algún libro.

¿Qué pretendes con tus letras, hasta dónde llegar?

A lectores que puedan disfrutar de lo que escribo. Reconocimiento. Que se me lea con alegría si es posible. Aunque nunca tuve demasiadas pretensiones. Me basta que alguien me diga cada tanto que se ha quedado con un poema, que lo recuerda o lo ha copiado.

¿Tienes influencia de algún poeta o escritor?

De muchos. Y de todos he tomado algo. Consciente o inconscientemente. Creo que eso es muy común en todos los que escribimos. Por nombrar sólo algunos: Cortázar, Prevert, Vallejo, Cioran, Hemingway, Joan Brossa, Girondo, Pessoa, Gelman, Monterroso, Pizarnik, Dostoievski, Huidobro, García Lorca, etc…

Ese tono sarcástico y de buen humor, ¿de dónde surge? ¿Es así en la vida real Máximo?

Sí, el humor es una constante en mi vida. Y lo practico a menudo en situaciones cotidianas. De chico siempre fui el de “las salidas”, el del chiste, las imitaciones y las bromas. En algunos poemas me resulta inevitable algún rasgo de humor. O de ironía. O lo sarcástico, como bien me apuntás. Creo que es una manera de mirar las cosas. Y de pararse frente a la vida.

¿Qué poema te identifica?

Si hablamos de los míos, podría ser “Contrablanco”. Pero también “Experimento”, por lo que te decía antes de cierta mirada. Mirada que creo un poeta debe tener y que debe definirlo de algún modo. Porque pienso que su mirada del mundo, su manera de plasmarla en el papel, y aún cuando no lo haga, es lo que define en última instancia a un poeta. Otros poemas con los que me identifico son “Clepsidra”, y esos juegos que hago con el paraguas por murciélago y en “Con un pájaro en un ojo”.

¿Cómo nace Musas extraviadas?

Musas Extraviadas nace de unos cuantos papelitos donde intentaba escribir poemas que en un principio los llamé “Poemas del no dolor” y que eran divertimentos. La idea era conformar un libro piola, como decimos los argentinos, de lectura ágil y divertida. Los concebí como juegos. Hay en ellos una valorización de los objetos y ciertos ejes básicos como la imposibilidad de la escritura –tema de los más preferidos por mí, por eso también el título del libro- y situaciones donde se da el absurdo y el traspié amoroso. Algunos poemas son como postales. El del cartel, y ese otro de las niñas en la estación de tren, por ejemplo.

¿Qué te falta por realizar en la vida?

Editar algunos libros más. Escribir algunos cuantos poemas y aforismos. Seguir difundiendo mi poesía, seguir camino con Cruzagramas un grupo que integro de amigos con quienes participamos de encuentros literarios y que tiene su sitio en internet. Decís “realizar”, bueno, creo que es eso: me falta “terminar” de realizarme. Creo que voy en camino.

11 comentarios:

Camille Stein dijo...

descubrí a Máximo hace poco tiempo y por casualidad, como suceden los grandes descubrimientos...

... gracias por compartir la charla, Graciela

un beso

Isabel Mercadé dijo...

Excelente entrevista, Graciela. Y muchísimas gracias por el descubrimiento. He entrado en su blog y he leído algunos poemas. ¡Me han encantado! ¡Todos! y sobre todo los irónicos. Agradezco muchísimo que me hagan reír y él y su inteligencia lo consiguen de verdad.
Un abrazo enorme.

Eleonaí dijo...

Punto de lectura. Poemas. Punto. Y coma.

Amaya Martín dijo...

El sentido del humor es un bien escaso y muy preciado en un poeta.
Una gran entrevista
Besos

malditas musas dijo...

Bravo por Máximo! Gran poeta gran

Abrazos a ambos
musa

Alyxandria Faderland dijo...

Hace poco vos escribiste algo de cartas, y revisando los posts viejos en borrador -escribo poco ultimamente- encuentro uno parecido cuando tuve despues de 20 años que mandar una carta y ademas, como si fuera poco, adjuntar algunos valores dentro del sobre. Casi me da un ataque, en estos tiempos de transferencias bancarias, tramites de a click yo mandando una carta con un valor??? Casi mando un sobre de lata, una resma de papel, cualquier cosa del panico.... para que no creas que te estoy plagiando!!!!

Alyx Faderland dijo...

Dado que Mook fue uno de los personajes del libro editado de Isabel Barcelo, en caracter de pregonera del site 'La costilla incomoda', te invitamos a nuestro pequeño homenaje realizado en la pagina por el lanzamiento del libro, si bien en este relato Mook no figura.
Lastima, hubiera hecho un muy bien papel.
Gracias.

Miguel Sanfeliu dijo...

Me alegra que me presentes a este escritor. Con tu introducción y con la interesnte entrevista despiertas la curiosidad por leerle.
Un abrazo.

Unknown dijo...

Gracias, Clarice!!!
Quedó precioso el post.
Coloqué un link en musas.
Besos y abrazos!

IndeLeble dijo...

Muy buena la entrevista , Máximo es así un tipo que mira las cosas y despues las transforma en poesía .
Lo conocí por medio del blog y me impresiono muy bien su sencillez y amabilidad .
Un abrazo Ali.

Diana L. Caffaratti dijo...

Ayer leí a mis alumnos sus publicaciones.
Sorpresa tras sorpresa y un ánimo contagioso por hacer desaparecer lo cotidiano y demostrar que una pizarra puede ser una barca que lleve suspiros y esperanzas, envueltas en papel de seda o escondidas entre la piel y el astro.