Inicié septiembre con September morning interpretada por Neil Diamond. Sonreía en esa ocasión y pensaba lo que me traerían los días. A la vez, recordaba que en este mes nació mi abuela con su historia revolucionaria. Varios amigos también festejan sus cumpleaños. Muchas celebraciones culturales, literarias y artísticas tiene la ciudad que habito. En septiembre es cuando este país recuerda su pasado. Un mes colorido y cercano al final del año.
No me imaginé que el septiembre de Veracruz estaría lleno de agua. Lluvia por doquier, sin parar hasta que se cansó y ocasionó muchísimas lágrimas. Primero fue con Tlacotalpan y ciudades cercanas y, poco después, en el puerto de Veracruz y alrededores, un huracán llamado Karl vino a interrumpir la vida cotidiana para llevársela en un instante. Todo el esfuerzo de muchas familias, sus años de trabajo quedó en la nada. Muchas historias que contar sobre la situación crítica del puerto que me vio nacer. La de mis amigos y familiares, la de los vecinos, la de los conocidos, la de todos.
Siempre me ha dolido lo que pasa en cualquier parte del mundo o de mi país. Todo lo que trae dolor me contagia y a veces me siento impotente. Pero saber lo de mi tierra me consternó más. No es fácil escribir y contar las lágrimas de los desposeídos y damnificados.
Porque así es la vida. En un instante se pierde todo. Pero la memoria, el recuerdo y cada detalle, uno lo lleva y lo guarda en la mirada y en el corazón. Nada es porque sí. Sé que todo tiene un propósito. Yo espero que los niños no le tengan miedo al viento, ni a la lluvia. Espero que ellos puedan brincar los charcos y sus rostros sonrían cuando miren al viento pasar.
Esperé que pasaran los días para escribir lo que pensé que no podría escribir. Porque a pesar de que sigo mi vida normal y río en otra ciudad, por dentro llevo la tristeza de ellos. Yo como muchos, sigo vibrando con nuestro Veracruz. Unidos y agradecidos por toda la solidaridad recibida de tanta gente que está apoyando, deseo que este México mío, con todo lo que vive negativamente, pueda recibir otro tipo de lluvia, esa que derrama bendiciones.
Se perdió el verano y llegó el otoño que de repente no vi llegar. Octubre está listo para presentarse con sus lunas llenas y sé que nosotros, los veracruzanos, volveremos a soñar.
Entonces, declaro una de mis citas favoritas: “Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría”. Salmo 30:5