No recuerdo en qué momento empecé a leer a Juan Cruz. Lo que sí sé es que nadie me presentó sus letras. Seguramente, al abrir el periódico El País, me encontré con algún título llamativo y mis ojos se detuvieron. También sé, que desde ese momento, sus letras me cautivaron y a la fecha, no he dejado de leerlo. Es cuando pienso que me parece fantástico cuando descubro a alguien, sin la recomendación esperada y, entonces, mi alegría la quiero compartir.
Al despertar, lo primero que realizo es preparar el café que me ofrece esta tierra que habito y enseguida, abrir la ventana del escritor y leerlo entre sorbo y sorbo. ¡Oh! ¡Cuánto me ha dado! Me lleva de un lado a otro a través de sus viajes, de sus anécdotas, de sus recuerdos, de sus deseos, de sus tristezas, de su todo. Leerlo a través del periódico impreso y digital es subrayar algunas de sus líneas y copiarlas en mi libreta. Como un álbum que se va armando lentamente y con el pasar del tiempo, abrirlo para sonreír o llorar ante la memoria de ese ser.
Juan Cruz, con una amplia trayectoria periodística y literaria, además de premios y distinciones, en este año presentó su recién libro “Egos revueltos, una memoria personal de la vida literaria”, obra galardonada con el XXII Premio Comillas de Historia, Biografía y Memorias, editado por Tusquets. Fue tal mi deseo de tener su libro, que mi querido amigo Miguel Sanfeliu, me complació enviándomelo desde España. Él estuvo presente en junio pasado en la Feria del Libro de Madrid y tuvo la oportunidad de saludar al escritor y no sólo eso, el libro fue autografiado para mí. Un grato regalo y que con mucha emoción recibí del cartero.
Egos revueltos es el libro que más he tardado en leer. Raro en mí. Creo que la respuesta es que no deseaba terminarlo. Lo disfruté sin prisas. Como si cada día me esperara una página. Porque leer a Juan Cruz es detenerse con su deliciosa prosa. Al menos yo. Es saborear su recuerdo. De eso se trata Egos revueltos, de la memoria de su autor como editor y periodista a lo largo de su vida. Su memoria literaria que nos da un gran recorrido por diversos escritores con los que tuvo la fortuna de convivir e intercambiar experiencias con ellos. Es conocer un poco más acerca de sus vidas y a la vez, conocer nuevos nombres. Recuerdos inolvidables del autor. Sobre todo, leer acerca de ese camino de egos, con todas sus características y a la vez, de manera tan graciosa, los nombra pacíficos, tiernos, violentos, mayúsculos, engreídos y todos desayunan egos revueltos. Finalmente, todos ellos son egos respetables. Al ir leyéndolo, me dio la impresión que estaba escuchándole una charla en vivo. Él sabe narrar sus recuerdos, él mismo se interrumpe, él mismo vuelve, él mismo nos lleva de la mano a cada rincón de los personajes, él mismo nos hace reconocer que es necesario guardar la memoria de manera discreta. Un libro que subrayé y disfruté muchísimo y, robándome sus palabras, es el placer de leer riendo. Es una brillante excursión.
Juan Cruz ha venido varias veces a México. Siempre pienso en su mar y sueño que algún día, él venga a conocer mi mar veracruzano. Quizá notará alguna leve diferencia o simplemente, le recordará que un mar no es tan grande como para recibir la admiración de alguien como yo, que también lleva el nombre de su hija y ama a los perros.
10 comentarios:
Desde jovencito ya escribía muy bien. Publicó un libro muy rompedor en esos años que lo llevó a la fama en nuestras islas (nació a pocos kilómetros de aquí). No he leído el que nombras, pero sus artículos y entrevistas siempre conservan un toque muy personal. Lo suelo oír también en alguna tertulia de la radio.
Me alegra unirme a ti a través de sus palabras y de su mar.
Muchos besos
Graciela, me encantó esta reseña y me alegra mucho que hayas disfrutado el libro. Juan Cruz es un escritor excepcional.
Por otra parte, ya sabes que, como se suele decir, tus deseos son órdenes para mí.
Un abrazo.
No he leído ese último libro, pero ya le escuché en la radio hablar de él y creo que lo voy a buscar. Le escucho de vez en cuando y me gusta mucho, es sencillo y agradable y por eso me gusta más.
Me alegro que hayas disfrutado ese libro.
Besicos muchos
Querida Clarice
De él no he leído ningún libro. Apenas algo en El País. Pero este libro que tan bien has reseñado, se me ha antojado mucho.
Magnífico tu texto.
Un beso
Al igual que vos leí algunas notas en el País y ha despertado en mi sonrisas, inquietud.
Bello texto Clarice!
Te abrazo largamente.
M.
Los nombres nos unen.
El mar, quizás también. Pero el mar nunca se deja conocer del todo.
Me gusta esto que reza en tu formulario: "Escribo para contarme la vida".
Te mando besos transatlánticos
QUerida Graciela, No he leído a Juan Cruz, pero con tu reseña ahora no quiero otra cosa que encontrar esos "Egos Revueltos", estoy segura que los disfrutaré tanto como tu lo has hecho. Un beso
siempre es encantador leerte.
Tambien leo cosas suyas en El Pais, pero tendre que leer tambien sus libros...
Un abrazo, Clarice... Es una alegria sentirte tan feliz...
leer y leer. Después me dijo un...
Felicidades por tu lectura.
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