Y dime qué haré sin mi guardián de los libros.
No pondré flores con agua en su tumba,
Ni escribiré en su cripta la sentencia
que dictase moribundo.
Saltaré los cielos, gritaré con ansias
que el guardián debía volverse un inmortal.
Y sonará en las nubes mi bramido;
soltarán mil gotas que, soldados,
mojarán mi pecho y en el campo
santos mirarán los ángeles de piedra
nuestra reconciliación con el eterno.
10 comentarios:
Ese dolor que estás sintiendo lo comprendo infinitamente. Ellos, nuestros amigos fieles, hijos, hermanos, compañeros cariñosos de ojos luminosos.
Te abrazo fuerte y te recuerdo con mucho cariño.
Sólo me sale abrazarte. Por aquí, por allá...
Pensé que el poema era tuyo, y aunque no era tu estilo, es tan apropiado... como Alba, sólo abrazarte de nuevo.
No sé qué decir, querida Clarice. stas situaciones siempre me provocan parálisis. Qué bonito en esa foto, no sé por qué peor siempre lo creí de color oscuro, negro, con la pancita café.
Lo único que consuela, un poco, es saber que no sufrió mucho al final, mejor así.
Un fuerte abrazo
Te abrazo con el corazón bien abierto. Siento que se haya ido. Todos los besos, cariños, arrumacos, palabras y silencios que necesites. Un abrazo de mar. Índigo.
Ay, Graciela, no lo puedo creer! El compañero de novelerias de Sirio, el amigo de Lizzie!!!
Te entiendo perfectamente tanto que ya estoy lagrimeando e inundando un teclado encima ajeno, por el amigo de cuatro patas a la distancia. Yo que he perdido a dos de los mios este año, se lo que se siente. Ahora Movie si es realmente eterno, quedo inmortalizado en un libro, y estara de platica con Sirio y Diana mas Isis, esperandonos.
Como le dije a los mios: disfruten su nueva vida, no se queden mirando que hago yo aqui abajo, son libres, pero no por ello se olviden de esperarme a mi turno porque yo tambien ire disfrutando pero siempre buscando a todos los que ame en esta vida.
Te dejo un beso muy fuerte y todo mi cariño.
Te abrazo fuerte, Graciela.
Hermoso poema. El grito hacia el cielo y la respuesta de lluvia. El dolor. Y esa reconciliación con aquello que es eterno y que, quizá, no es otra cosa que el agradecimiento y la memoria.
Un abrazo muy fuerte.
Ya Luis David lo ha dicho todo de forma preciosísima. Nomás me queda anexarme con el cariño, gigante, que te abraza...
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