Foto: tuiteante
Caminas la ciudad sin saber que alguien piensa en ti. Siempre la caminas
como si fuera la primera vez. Así no dejarás de sorprenderte por cada calle que
recorras. Te detienes a mirar los perros callejeros y deseas que te sigan.
Ellos parten en dirección contraria. No soportas el ruido y buscas un pequeño
silencio que te salve. No lo encuentras. Escuchas el grito histérico de una
mujer, el llanto de un niño y el martillazo de un ebrio. No soportas el
escándalo de las motocicletas. Ruido y
más ruido a tu alrededor. Anhelas los oídos de los árboles y quieres tener la
boca del viento. Te detienes en una esquina, buscas entre tus bolsillos una
moneda y con ella recuerdas la infancia que no viviste. Tu infancia la
inventaste. Y te sentiste un hombre en la Luna. Escuchas pasar la música. La
reconoces, es música antigua, la que te gusta. Tiras la moneda y sigues
adelante. Sin mirar la hora porque tú ya conoces la hora de la noche. No
quieres pensar en nada, pero piensas al mirar la piedra y te duele pensar. No
podrás responderle a tu propio silencio. Ni quieres voltear a decir adiós
cuando alguien toca tu espalda. Caminas
y buscas la puerta de la ciudad.
Una nube te indica el horizonte mientras
te cae la lluvia. Amaste intensamente y asumes las
consecuencias. En tu vientre hay sangre. Cierras los ojos lentamente y sabes
que no habrá más vida.
|
sábado, septiembre 01, 2012
Camino
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
4 comentarios:
Curioso como el "no" puede instalarse en una vida... y rasgarla, haciendo brotar la sangre a borbotones.
Abrazo grande, Graciela. Y gracias por seguir contándonos la sangre y la vida.
Parece triste, pero también hay vida y experiencias y sobre todo, algo que sigue fluyendo alrededor.
Un abrazo, Clarice
Me quedo sin palabras, toda una vida he recorrido a través de tus letras!!
Como siempre, eres la reina de la pluma. Ya ando intentando coger el ritmo.
Besicos muchos.
Como pasear contigo, las calles, siempre me acordaré que en Veracruz, los viernes había una orquesta casi en cada esquina y gente bailando danzón cubano. Teniendo calles así donde la vida se muestra es hermoso perderse en ellas.
Con mis mejores deseos de que estés bien.
Un abrazo
Publicar un comentario