viernes, mayo 23, 2014

El milagro



Hace años, conversando entre familia, salió el tema de la muerte y de los funerales. Empezamos a decir cómo deseábamos que fuera nuestro funeral. Yo, en ese entonces, quizá influenciada por el cine, pensé en el mío. Qué tontería, me digo ahora. Uno desea, pero muerta no veré ese deseo cumplido, continúo diciéndome. Dije que deseaba que pusieran el disco Élégie interpretado por Sergei Nakariakov. Uno de mis instrumentos favoritos es la trompeta y tiene su historia. También dije que no quería lágrimas y otra serie de peticiones que no viene al caso comentar en este momento. El punto es que mi cuñada dijo que ella, si moría antes que nosotros, quería que pusieran la canción El milagro del español Marcos Vidal. Yo no sabía quién era y, posteriormente, lo busqué en youtube y escuché la canción. Y ahí quedó todo. La vuelta de los años nos cambió la mirada y los pensamientos. Recientemente, mi cuñada sufrió por un cáncer y, obviamente, la familia también. En un proceso difícil y triste, uno tiene que seguir luchando por la vida.  Yo recordé aquella petición, no la mencioné y no estaba dispuesta a cumplirla. Ella tenía que vencer la enfermedad, me dije. 

He sido testigo del proceso de esta enfermedad, pues desgraciadamente me tocó con mi otra cuñada que ya está sana. Más no con mi hermana mayor, mi tío/padre y otros amigos que ya partieron, y por supuesto, tanta gente que tiene sus propios procesos para ser vencedores ante esta prueba o pesadilla. 

Hace poco me enteré que Marcos Vidal daría un concierto en la ciudad. Pensé que si he asistido a muchísimos conciertos y mi espíritu se ha alegrado, ¿por qué no asistir a un concierto espiritual? Sí, dije, iré porque mi cuñada estará feliz de escuchar una de sus canciones favoritas y yo quiero vivir esa experiencia en vida y no en muerte. Asistí y me enteré por un querido amigo que el cantante es escritor y tiene una larga trayectoria. Decidió dejar su carrera como pianista para dedicarse a servir a Dios después de que fue sanado de cáncer. Dos horas de concierto con un mensaje claro y profundo. Y conmovedor cuando interpretó El milagro. Al escuchar la canción, pensé en lo que han provocado mis clases de filosofía: creer en Dios.

No vi a mi cuñada pero imaginé su rostro. Y mi boca pronunció: el milagro.


1 comentario:

virgi dijo...

Momentos trascendentes cuya semilla florecerá con el paso del tiempo.
Besos