Si pudieran concederme un deseo sería conocer a
Meryl Streep.
Desde que la vi en la
película La amante del teniente francés,
me enamoré de ella. Casi toda su filmografía la he visto. Sonrío al saber que
una de sus hijas nació el mismo día que yo y otra tiene mi nombre.
La mujer que derrama
esplendor en toda su esencia y declara que la enseñaron a no conformarse y ser
luchadora. Y subrayo lo que ella piensa: Envejecer es parte de la existencia.
Cuando pierdes a seres queridos, comprendes que cada día es un regalo y hay que
disfrutarlo.
2 comentarios:
Cuando tomó el testigo de las grandes clásicas me pareció demasiado histriónica... Hoy no hay nadie que pueda cogerle el testigo a ella y es ya sin duda una de las grandes clásicas, una Actriz en el más noble y camaleónico sentido de la palabra.
¿Sabes que para mí también es mi atriz preferida?
Besicos muchos
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