lunes, diciembre 29, 2014

Adiós 2014

Foto: Graciela Barrera


Acuérdate que mi vida es un soplo.
Job

A ti te tocó ser un 2014. Pienso que te debes sentir  muy halagado o muy harto por todo que dicen de ti. Seguramente algunos te maldijeron, otros fueron indiferentes y, otros pocos, te aceptaron. Muchos se llenaron de expectativas y no les concediste nada. Olvidaron que no hay que idealizar situaciones porque después terminan en frustración. De mi parte, simplemente, voy a agradecerte por recordarme que no debo ser tan ingenua. Me convenciste que debía aceptar que no toda la gente sabe guardar secretos; que mucha gente sigue emitiendo juicios en cabeza ajena; que pocos son los amigos con los que se puede conversar sin censura y que mucha gente no quiere cambiar y prefiere seguir con su condición. Aun así, te dije que amaba la vida con todas sus piedras. Porque una piedra no sólo puede ser tropiezo, también puede indicar el camino. ¿Qué si fuiste un año difícil? Creo que todos los años de mi vida han sido difíciles, pero también han sido inolvidables. A ti, en especial, te voy a dejar todo aquello que no quiero tener en el nuevo año y mucho menos cargar con las cosas pasadas. Aunque la memoria es caprichosa, no la arrastraré al abismo con los malos recuerdos. Así que te dejo las fracturas familiares, el estrés innecesario, la sangre derramada del cuerpo enfermo, las palabras rotas, las débiles caídas, las pesadillas de la almohada, el silencio mal interpretado y el desierto sin agua. En cambio, yo me llevaré lo que me entregaste: la fe en Dios y una nueva oportunidad de vida.




2 comentarios:

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Es muy bonito con lo que te quedas. Lo demás es lo que nos ha servido para crecer un poquito más. Me alegro de tener la oportunidad de leer tus reflexiones. Espero que 2015 te colme de buenos momentos y muchas sonrisas.
Yo me quedo sobre todo con esos dos bebés que tuvo mi hija el pasado día tres. Son unos mellizos que me llenan el alma de vida y le doy gracias a Dios, por las ganas con las que los esperaban sus papás y por ser tan sumamente tiernos y preciosos.
Que tengas un 2015 lleno de bendiciones.
Besicos muchos.

Miguel Sanfeliu dijo...

Que tengas un muy feliz 2015, Graciela. Un abrazo.