Foto: Bethania |
Mientras escribo gotean los minutos irreversibles. Es
el Tiempo que pasa.
Clarice Lispector
En el mes de enero de este año, vi
Siempre Alice (2014). Un tema basado en la novela de Lisa Genova y que, después
de ver la película, compré el libro. El
tema me impactó ya que mi ignorancia creyó que el Alzhéimer les daba a las
personas ancianas y ajenas a la lectura, entre otras cosas. Hubo un diálogo que
me impresionó cuando la protagonista (Julianne Moore) le dijo a su esposo (Alec
Baldwin): “Mejor me hubiera dado cáncer y no alzhéimer. Con el cáncer provocas
lástima pero con el alzhéimer provocas vergüenza”. Recuerdo que anduve varios
días pensando en esa declaración. No lograba comprender por qué me hizo tanto
efecto. Yo qué iba a saber en que ese mismo mes, mi madre iba a ser diagnosticada por un
neurólogo y yo diagnosticada por un oncólogo. Obviamente el dolor fue doble.
Y así se pasó todo este año 2015,
entre la adversidad y la victoria. Me queda claro que hay mucha gente que ha
pasado por dificultades peores. He conocido gente que ha sobrevivido ante una
larga adversidad, pero mi amiga Alba, la actriz, me dijo que no minimizara mi
cuerpo. Y pues entendí que cada quién actúa cómo le va con sus propios dolores.
Unos se quedan callados y no se quejan; otros, usamos la escritura para
liberarnos. Aunque yo la usé demasiado tarde con este asunto.
A veces pienso que cuando inicie el
año 2016, olvidaré todo lo que pasó en 2015. O que nunca más volveré hablar del tema. Pero no quiero olvidar.
Simplemente no recordaré con dolor, sino con alegría porque Dios tuvo
misericordia de mí y me enseñó a contar mis días. Recibí un gran aprendizaje
significativo con toda la gente que llegó a mi camino y con cada detalle
insignificante. En el infortunio aprendí, crecí y valoré más la vida. Y, sobre
todo, constaté que Dios cumplió sus promesas en mi vida.
No quiero tener miedo ante el nuevo
año. Sé que me espera un gran reto laboral, aparte de cuidar mi cuerpo. Pero
seguiré sostenida de la mano de Dios.
Mi deseo es que cada persona viva con
plenitud y levante su rostro al cielo. Estoy segura que siempre encontrará un
horizonte.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario