miércoles, diciembre 30, 2015

Hasta siempre, 2015

Foto: Bethania
Mientras escribo gotean los minutos irreversibles. Es el Tiempo que pasa.
Clarice Lispector

En el mes de enero de este año, vi Siempre Alice (2014). Un tema basado en la novela de Lisa Genova y que, después de ver la película, compré el libro.  El tema me impactó ya que mi ignorancia creyó que el Alzhéimer les daba a las personas ancianas y ajenas a la lectura, entre otras cosas. Hubo un diálogo que me impresionó cuando la protagonista (Julianne Moore) le dijo a su esposo (Alec Baldwin): “Mejor me hubiera dado cáncer y no alzhéimer. Con el cáncer provocas lástima pero con el alzhéimer provocas vergüenza”. Recuerdo que anduve varios días pensando en esa declaración. No lograba comprender por qué me hizo tanto efecto. Yo qué iba a saber en que ese mismo mes,  mi madre iba a ser diagnosticada por un neurólogo y yo diagnosticada por un oncólogo. Obviamente el dolor fue doble.

Y así se pasó todo este año 2015, entre la adversidad y la victoria. Me queda claro que hay mucha gente que ha pasado por dificultades peores. He conocido gente que ha sobrevivido ante una larga adversidad, pero mi amiga Alba, la actriz, me dijo que no minimizara mi cuerpo. Y pues entendí que cada quién actúa cómo le va con sus propios dolores. Unos se quedan callados y no se quejan; otros, usamos la escritura para liberarnos. Aunque yo la usé demasiado tarde con este asunto.

A veces pienso que cuando inicie el año 2016, olvidaré todo lo que pasó en 2015. O que nunca más volveré hablar del tema. Pero no quiero olvidar. Simplemente no recordaré con dolor, sino con alegría porque Dios tuvo misericordia de mí y me enseñó a contar mis días. Recibí un gran aprendizaje significativo con toda la gente que llegó a mi camino y con cada detalle insignificante. En el infortunio aprendí, crecí y valoré más la vida. Y, sobre todo, constaté que Dios cumplió sus promesas en mi vida.

No quiero tener miedo ante el nuevo año. Sé que me espera un gran reto laboral, aparte de cuidar mi cuerpo. Pero seguiré sostenida de la mano de Dios.

Mi deseo es que cada persona viva con plenitud y levante su rostro al cielo. Estoy segura que siempre encontrará un horizonte.

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