Foto: Graciela Barrera |
Hace una semana pude (pudimos) haber dado una paso atrás o
un paso adelante. Pero decidimos quedarnos en el instante.
Éramos conversación entre el ruido. Éramos una taza de café.
Éramos el recuerdo de un beso deseado. Éramos un libro abierto. Éramos la
caminata de un perro callejero. Éramos el aula aprendiendo otra lección. Éramos
la cotidianidad laboral. Éramos el desasosiego por la impunidad. Éramos la
esperanza por la Palabra. Éramos…
Yo era el tendedero recién libre de la ropa mientras mis botas
rechinaban al no poder detenerse ante el terremoto.
Éramos todo. Éramos nada.
Fue martes y
hoy es otro martes. ¿Quién podrá olvidar un 19 de septiembre?
Apenas una
semana y seguimos saliendo entre nuestros propios escombros.
Nuestra alma
es un pájaro revoloteándose hasta encontrar su nido de paz.
Puedo declarar lo mismo que Pablo Neruda: Nosotros, los de
entonces, ya no somos los mismos.
1 comentario:
La vida nos marca y los sucesos y la experiencia nos cambia, casi siempre para crecer. Ahora sois unas grandes personas.
Besicos muchos.
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