viernes, septiembre 02, 2005

Código 46...


Ingresar a otro país y olvidar los recuerdos para continuar una vida moralmente cotidiana es lo que muestra la película “Código 46”, en donde el amor, un amor imposible, profundo e intenso, se convierte en la certeza de que sólo será para una vez.
William Geld (Tim Robbins) y María González (Samantha Morton) encarnan los personajes de esta historia contada en el futuro y situada en Shangai, lugar donde la gente no vive, simplemente existe.
El Código 46 indica que todo ser humano que comparte la misma serie de genes nucleares con otro, es genéticamente idéntico. Así que, una pareja que tenga deseos de casarse, deben someterse a análisis, no pueden reproducirse, y si lo hacen, están violando el Código 46.
Además de este reglamento, la ciudad tiene un control de alta seguridad en donde su población está sometida a no tener papeles y por lo tanto son limitados de salir a otro lugar.
Si ellos fallan, sus recuerdos son borrados.
William es un detective de la Agencia Pinkerton y residente de Seattle que viaja a Shangai para investigar papeles falsos que salen de la Agencia de Seguros de Sphinx.
Él tiene un “virus empático” que le permite detectar quienes son los sospechosos.
En esa agencia, trabaja María -mujer altruista- y a pesar de que William se da cuenta que ella es la que falsifica los papeles y se los da a personas que desean salir de Shangai, William no la denuncia y se enamora de ella.
Código 46 es una clásica historia de amor imposible, con giro genético esencial, ya que la pareja protagónica comparten el mismo ADN.
Su enamoramiento es inevitable, una especie del encuentro de “almas gemelas”.
Al ser descubiertos por infringir el Código 46, a él le borran los recuerdos y ella es enviada al desierto con todo y recuerdos.
La película combina elementos de historia romántica, de thriller a lo film noir y hasta de mitología griega.
El idioma es otra de las herramientas empleadas pues hablan inglés, con algo de español, francés, italiano, japonés, cantonés y árabe todo debido al desamparo y una globalización inevitable
María reconoce a William en sus sueños y en toda la historia de la película, narra su vida y sus cuestionamientos en “off”.
Entre ellos cita lo siguiente:
” ¿Podemos extrañar a alguien quién no recordamos?
¿Un momento o una experiencia pueden desaparecer por completo?
o ¿Siempre existen en algún lugar esperando que los descubran?”

Ficha Técnica:

País: Reino Unido.
Año: 2003
Género: Ciencia Ficción.
Duración: 92 minutos
Dirección: Michael Winterbottom
Intérpretes: Tim Robbins, Samantha Morton, Om Puri, Jeanne Balibar y Emil Marwa.
Guión: Frank Cottrell Óbice
Producción: Andrew Eaton
Fotografìa: Alwin Kuchler, Marcel Zyskind
Música: Free Association, Joshua Hymas, Marc Revel.
Edición: Peter Christekkis

1 comentario:

Omar Piña dijo...

Una nota bien lograda que comienza a coquetear con la crítica. Se percibe un manejo del lenguaje cinematográfico que si bien pudiera tardar en digerir un lector ordinario, el "cinéfilo" se topa frente a una opción que puede orillarlo a buscar el filme. En lo personal, incluir algunos diálogos me parece una buena estrategia que muestra una familiaridad de quien escribe, con respecto al filme y que orienta al lector.