Y tú declaraste:
“La bienvenida fue para siempre”
Y yo afirmé:
“Para que nada nos una…para que nada nos separe”
Y después de las mil y una noches, hoy escucho a Laura Canoura diciendo:
Detrás del miedo…
Si vos llegaste como un augurio, inaugurando mis días, si reordenaste, pacientemente, las noches viejas y frías. Si fuiste obrero de mi sonrisa, y en el dolor compañero, si descubriste, en mi mirada, detrás del miedo tu imagen. Y me dejaste el misterio que no intenté descifrar y me enseñaste esa cosa que no sé como nombrar, que ahora duerme en mi costado, sin darme cuenta qué es, que se despierta a mi lado y alerta toda mi piel. Estoy dispuesta a no buscarle, ni una razón ni un sentido, quedarme sola, con el silencio, de aquel espacio vacío.
“La bienvenida fue para siempre”
Y yo afirmé:
“Para que nada nos una…para que nada nos separe”
Y después de las mil y una noches, hoy escucho a Laura Canoura diciendo:
Detrás del miedo…
Si vos llegaste como un augurio, inaugurando mis días, si reordenaste, pacientemente, las noches viejas y frías. Si fuiste obrero de mi sonrisa, y en el dolor compañero, si descubriste, en mi mirada, detrás del miedo tu imagen. Y me dejaste el misterio que no intenté descifrar y me enseñaste esa cosa que no sé como nombrar, que ahora duerme en mi costado, sin darme cuenta qué es, que se despierta a mi lado y alerta toda mi piel. Estoy dispuesta a no buscarle, ni una razón ni un sentido, quedarme sola, con el silencio, de aquel espacio vacío.
2 comentarios:
Es que entre don Pablo y doña Laura, se logra eso de bienvenida para siempre.
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