sábado, marzo 24, 2007

Grbavica: La revelación de Sara

Soy Esma, una mujer cansada por la vida que me ha tocado vivir, no ha sido fácil, porque habitar en un país donde el olor de la guerra quedó tan impregnado y por más que quiera respirar una dulzura de ambiente, solo es pesar, desolación y recuerdos negros. Creo que camino diariamente como sonámbula, la mirada fija en un punto que no tiene dirección, las sonrisas en mi rostro casi dejaron de existir. Tal parece que es vivir por vivir. Mi presente sigue por Sara, mi hija. Cada día que amanece, antes de irse a la escuela, empiezo a jugar con ella y termino peleando, regañándola, a menudo la cacheteo como si esto fuera a solucionar su conducta. No sé si la quiero, seguramente si, pero me está costando sacarla adelante y mantenernos las dos unidas, como debe de ser.

No soy la única madre que le pasa esto, pero ¿por qué a mi me tuvo que tocar esta vida? Debería alegrarme que tenga una hija con unos ojos hermosos y un cabello desordenado, mostrando lo que ella es en esa rebeldía adolescente. Estamos solas. En este barrio llamado Gvarica, donde la lluvia gris invade a cada uno de sus habitantes. Es que Sarajevo aún no se repone de la agonía después de la guerra de los Balcanes. Hay muchos que aún esperan los cadáveres de sus familiares y se confunden entre tantos huesos. Me refugio en una terapia colectiva y femenina que ha puesto nuestro gobierno, qué facil! bah, creen que esto nos va a ayudar a olvidar y sanar de tantos trastornos psicológicos ocasionados por el ayer. Mis compañeras y yo somos partícipes en desahogos, unas hablan, otras ríen, otras lloran y otras como yo, guardamos silencio, no queremos hablar. No lo hago porque no puedo, no es que no quiera, pero me cuesta tanto externar todo lo que traigo, la miseria en mis entrañas, en mi piel, en mi alma.

Busco trabajo y lo encuentro en una discoteca, así que cada noche es trabajar de mesera y oh Dios, soy tan torpe, tan ajena a ese mundo vacío, hueco, me deprimo constantemente en ese lugar. Sara tiene un viaje escolar y cuesta 200 euros. Debo conseguirlo, trabajarlo, porque ella está ilusionada y quiero que vaya. El detalle de todo este tiempo ha radicado que le he mentido. Ella ha crecido sabiendo que la historia de su padre es que murió siendo mártir por la guerra cuando es totalmente falso. Se siente orgullosa y siempre lo anda gritando a sus compañeros. Me exige que le de el certificado de defunción para entregarlo a la escuela y obtener el viaje más económico. Es obvio que yo le respondo con pretextos. Pasan los días y empiezo a sentirme desesperada porque el dinero no lo tengo y el viaje está próximo.

Mi amiga Sabina ha sido muy importante en mi vida, no sé que sería de mí sin ella, me ha alentado y apoyado en todo hasta cuidar de Sara cuando yo trabajo. Sabina me ha dicho que Sara está mal educada, pero yo en vez de reaccionar sabiamente lo que hago es enojarme y defender a Sara sin afrontar que es cierto. Me ciego por ella, pero, ¿no todas las madres nos cegamos alguna vez? Es que estoy alterada, confundida, porque para variar, un compañero del trabajo llamado Pelma, me asedia de la forma más tierna, me siento atraída pero a la vez me niego en una oportunidad que me ofrece la vida. Me resisto y poco me dejo apreciar. ¿Cómo olvidar mi pasado? ¿Cómo modificar aquella tragedia? ¿Cómo afrontarla? ¿Cómo explicarle a Sara qué tengo derecho de rehacer mi vida? ¿Cómo darle seguridad que nunca la voy a dejar?

Sara un día me pregunta si se parece a su padre y solo puedo responderle que en su cabello. ¿Cómo es posible que le conteste esto? Cuando tiene un cabello tan maltratado, tan tieso, tan feo. Pude haberle dicho otra cosa, fue lo que se me ocurrió. Ay Sara, si supieras realmente todo. Sí pudieras entender mi dolor. Pero tú Sara estás en tu mundo también de dolencias, de inseguridad, de rebeldía, de enamoramiento, de celos, de burlas, sin llegar todavía a un camino acertado, porque yo estoy igual, con incertidumbres, con rencores. ¿Qué te puedo ofrecer para que seas feliz? Quizá decirte la verdad. Sí, decirte la verdad que tanto he guardado.

Sara me pregunta acerca de mi vida y me exige con un comportamiento violento que me atemoriza. Exploté y le declaré la revelación de nuestras vidas. Sara llora, grita, patalea, qué desgracia, a su corta edad ya sabe lo que es afrontar la vida sin mentiras, sin secretos. Su reacción es raparse y quedarse con una cabeza lisa y tan brillante como la misma luna. Esa luna que tiene tiempo que no la veo.

Asisto a la terapia, y ahí, en ese lugar, me confronto yo misma y narro con detalles lo que he guardado en tantos años, con lágrimas les comparto mi secreto. Fue una liberación como nunca la había sentido. Tal parece que me quité una vestimenta que pesaba demasiado, como si me quitara también unos tacones altos para descansar. Me sentí totalmente ligera, transparente y mi alma tan limpia. Confesé mi propia verdad y me perdoné.

Sara sí fue al viaje escolar, la abracé como nunca lo había hecho. Le extendí mi mano para siempre. Libremente pudimos cantar Sarajevo, mi amor.


48 comentarios:

Clarice Baricco dijo...

Ficha técnica:

Título original: Grbavica, The Land of My Dreams.
Dirección y guión: Jasmila Zbanic.
Intérpretes: Mirjana Karanovic (Esma), Luna Mijovic (Sara), Leon Lucev (Pelda), Kenan Catic (Samir), Jasna Beri (Sabina), Dejan Acimovic (Cenga), Bogdan Diklic (Saran), Emir Hadzihafisbegovic (Puska), Ermin Bravo (Profesor Muha), Semka Sokolovic-Bertok (mamá de Pelda), Maike Höhne (Jabolka), Jasna Zalica (Plema), Nada Djurevska (Tía Safija), Emina Muftic (Vasvija), Dunja Pasic (Mila), Sedina Muhibic (Maja), Sabina Turulja (Zehra), Vanesa Glodo (Dzemila), Sanja Buril (Mirha), Hasija Boris (Favila).
Productores: Barbara Albert, Damir Ibrahimovich, Bruno Wagner.
Coproductores: Boris Michalski, Damir Richtaric.
Música: Enes Zlatar.
Fotografía: Christine A. Maier.
Edición: Niki Mossöck.
Diseño de producción: Kemal Hrustanovic.
Vestuario: Lejla Hodzic.
Sonido: Milan Stojanovic.
Género: Drama.
País: Austria, Bosnia/Herzegovina, Alemania, Croacia.
Año y duración: 2006, 95 min.

DE-PROPOSITO dijo...

Um texto que resume fielmente a obra. Parabéns.
Ah, obrigado pela tua visita.
Fica bem.
E que a felicidade ande por aí.
Manuel

Miguel Sanfeliu dijo...

Ah, qué bien narraste esta magnífica película. Me alegra que hayas escrito sobre ella. Es muy potente. El rostro de la protagonista es el reflejo del sufrimiento, del peso de la existencia.
Me gusta mucho cómo te metes en la piel del personaje para recrear la acción.
Fantástico.
Un abrazo.

LRM Comunidad de Conocimiento desde la Perspectiva de Género dijo...

Durísima realidad, para mi la guerra es lo pero que puede vivir una persona. Esperemos que nunca más haya que sufrirlas.

Un beso.

Lady Read

ka dijo...

Pues harbra que verla entonces!
gracias por comentarla.
un abrazo

Gabriel Báñez dijo...

Graciela, profundo vínculo entre este post y el de esa Teresa en la trinchera, me llegó hondamente. Lo leí despacio y, más allá del film, las palabras que subsisten. Fuerte abrazo!

LaLy dijo...

"...Confesé mi propia verdad y me perdoné..."

Maravilla en letras las intuyo en imàgenes

Te dejo un beso, buen fin de semana.

Marquinho dijo...

Muy interesante tu comentario. No vi la película todavía, pero seguramente iré por ella muy pronto. Saluditos.

AnaR dijo...

Magnífica descripción y adaptación , Clarice. Conmovedora .Quizá por el escenario en el que se desarrolla. Esa guerra que debió avergonzar a Europa y deberia avergonzarnos sus secuelas ( hoy vigentes, todavia) en un pais que está desde varios puntos a media hora ( o ,una ) de avión...

Gracias

Un abrazo

Arcángel Mirón dijo...

La guerra es superior a cualquier desgracia. No es comparable a nada.

Rafael dijo...

Vaya, al final la terapia funcionó.
Me alegro, aunque hay mucha gente que cree no necesitar de la psicologia.
Yo si, y es una gozada conocerse a uno mismo.
En cuanto a la pelicula, no sabia que existia.Y tiene buena pinta.
Te beso.

இலை Bohemia இலை dijo...

Quedó fichada...estos post tuyos me encantan...gracias!

Anónimo dijo...

Que excelente post y que buena narración.

Te abrazo amiga,se feliz tú lo mereces

Lol V.Stein dijo...

Querida Graciela

Acabo de leer.... de un golpe, tus
letras, que me transportan a ese dolor vivificado en una hija. No he podido reprimir la emoción por esas imágenes que irradian tus palabras... te expreso el asombro en mis ojos por tu "papel" en la película, rabio de ganas por verla ya! Magnifique

beso

Alicia Rosell dijo...

Luego vengo aquí. Tengo algo ineludible que hacer. Te leeré despacito, amiga. Prometido.
Besos. Puri

ella dijo...

No vi esa pelicula, pero prometo verla, me apetece, si la consigo mañana la veo y opino.
Un beso

mixtu dijo...

non miré la pelicyula, pero.. tengo que la mirar...

excelente...

beijinhos europeus

Alicia Rosell dijo...

Amiga, qué magnífico texto, qué fiel reflejo de lo que fue esa horrible guerra, como todas, qué profundidad emocional y qué forma de enfrentar una realidad que no es tuya pero que sabes confrontar con la de los que sí la vivieron. Y por tu escrito, que he leído saboreando cada palabra, me has dejado baldía, las lágrimas querían brotar pero un suspiro me las arrebató.

El final no hace falta decirlo. Se sabe de antemano, yo lo he sabido, porque soy mujer, porque soy madre, porque soy europea.
De lo mejor que te he leído estos últimos tiempos, Graciela. Muchos besos, ¿y tú decías ser lectora nada más? Tú me animas a escribir, yo te animo también. Nunca debemos dejar de escribir. Y no me digas que no escribes, que a estas alturas ya me cuesta 'descreerte', buena amiga.

Me emocioné, fíjate. Las heridas de guerra no se curan nunca, pero sólo el amor puede salvarnos, aunque ese amor... sea producto de la guerra que hacen los hombres.
Besos, mil, gracielita. Merecidos.
Tu amiga,
Puri

Shlomit Baytelman dijo...

Mi querida Clarice, siempre me sorprende tu mirada , tus narraciones. ......y aquí estoy de vuelta a la vida bloguera después de este largo invierno paralizante.

Me ha hecho tan bien leerte.

Shlomit.

Umma1 dijo...

Cuánto dolor puede caber en una vida?
Tantas personas cargan con cruces, que espantan mirar.
La verdad es que la palabra libera, fluye arrastrando fuera la desesperación.

El silencio mata tanto como las guerras.

Un abrazo, amiga

Paula dijo...

Iba a hacer la misma pregunta del post anterior...

¿cuánto dolor puede caber en una vida?

Pero al final, la vida se abre paso, siempre se abre paso

siempre

y vuelve la liberación, y con ella, la primavera

Impactante post. Impactante película

Un abrazo

Antona dijo...

Dura pero real historia.Cuanta gente, hay en esa misma situacion,o peor.Como siempre por una guerra estupida,que nadie sabe explicar porque sucedio.

Diana L. Caffaratti dijo...

escuchamos la guerra y asistimps a ella desde lejos, como una aventura que le pertenece a otros. Para los que la vemos por TV, es simplemente un horror sentido a medias, en segundos,una anécdota.
La película que comentas nos trae la realidad de las secuelas, del sufrimiento enquistado, de la fuerte defensa personal para olvidarlo. Pero no se olvida. Hay que sacarlo de adentro, desnudarlo, para verlo en otra perspectiva, y poder lograr la paz interior, ya que la mundial es tan esquiva.

Sandra Becerril dijo...

ahh pensé que había sido algo real... me la creí, qué buena narración, sentí el dolor hasta acá y ahora conseguiré el guión jeje

besos

Shlomit Baytelman dijo...

Mi querida Clarice, que lindo como lo dices, gracias por tu poesía en tu visita.

Ya te seguiré contando.

Te abrazo.

Shlomit.

Joel Langarika dijo...

Y entonces, precisamente cuando escucho la canciòn de U2 y Pavarotti,"miss Sarajevo" entro a tu blog y descubro tan maravilloso post...y lloro, no sè porque, pero lloro...te abrazan mis ojos desde mi mara azul. Joel

. dijo...

Todo tiene sus pros y sus contras en esta vida. Pero qué triste tener que vivir una guerra para descifrar el amor, la amistad, el consuelo...
Te dejo besitos.

libertad dijo...

Qué durísimas y sórdidas son algunas realidades. Y las palabras, la ausencia de secretos, siempre liberan.
Un beso. Y gracias por traernos este testimonio tan enternecedor

DudaDesnuda dijo...

Creo que la marcas que deja una guerra son peores que la muerte. Pero con ésas marcas, millones de personas nos enseñan que se puede. Que es inmoral no poder.

Gracias por el dato.

Besos y cine.

gemmacan dijo...

Los daños colaterales. Las secuelas. Las heridas.
No he visto la película pero me ha atrapado tu excelente relato.
Con la verdad siempre por delante, hasta donde llegue.

Muchos besos.

Gonzalo Villar Bordones dijo...

me dejaste enganchado. muchos besos azules.

Juan B. Morán dijo...

Estremecedor...después de las guerras no quedan sólo las ciudades derruidas sino heridas invisibles e imborrables.

Me gusta tu sensibilidad, te añado a mi blog para leerte más cerca.

Saludos

BETTINA PERRONI dijo...

Coincido con muchos de los comentarios querida Clarice... no me queda más que... seguir tus pasos escritos.

Un beso

Orestes (Ex Al) dijo...

Vi la pelicula y me em oviono tanto como a ti.
La guerra es terrible, sobre todo para los civiles que la viven pasivamente o oara los soldados que son meros ejecutores impulsados por un gobierno agresor.
Yo te podria contar de guerras porque por por profesion he sido destigo de mas de una y no todas tienen un Mel Gibbson saliendo trieuntante en "El dia en que vivimos peligrosamente"

Silvia Piranesi dijo...

Tendré que volver por ese secreto....

Abrazos Clarice!!!

azzura dijo...

Me encanta--;) que forma de narrar tan increíble. No me la voy a perder, eso está claro..
Un abrazo querida

EBE dijo...

¿Graciela?...lindo nombre.
Saludos mil y todo mi cariño.

MS dijo...

No hay visto la película 'Grbavica' pero tu humana narración, me cautivó! Una historia de guerra qué poderá ser siempre verídica.
A mi me gusta el cine de autor! E se europeo, mejor!

'Miss Sarajevo' es un de los temas más bellos de U2, mi banda preferida!

Perdona de solo hoy venir a 'tu casa', pero my trabajo...

Gracias por tu cariño!

abrazos

LaLy dijo...

Otra vez por aqui Clarice, te dejo un beso desde Buenos Aires con lluvia de otoño

Anónimo dijo...

Clarice.

Miré la película hace algún tiempo en la cineteca de mi ciudad y me conmovió profundamente.

Con los días, las pantallas mutantes adormecieron el recuerdo hasta el día de hoy.

Hoy llegan tus letras sutiles y desgarradas hasta mi otra pantalla y me haces evocar otras letras.

"El fin del mundo, que llegó una inesperada tarde de abril, sorprendió a todos.

A todos menos a aquella madre que abrazaba a su hija con el amor umbilical del primer día, como si esa fuese a ser la última vez".

(Eduardo Ares Mateos)


Hasta siempre y siempre.

Nostromo.

Gonzalo Villar Bordones dijo...

mandé aviones para lanzar abrazos en paracaídas.

Mónica Sabbatiello dijo...

Manera comprometida e inteligente y sentida, de dar tu apreciación del cine, siempre.
No sólo está el film, está tu relato del film.
Ganancia para el cine.

Warren/Literófilo dijo...

Me engañaste y me sedujiste...que bueno!

Daniela dijo...

no se........... pero en mi memoria tengo muchas historias que recuerdo de personas en paises ajenos donde trabajan en restaurantes y pubs, sintiendose solos y vacios............... pero creeme que es una experiencia que apela a la fortaleza y a la perseverancia


slds

Elisa de Cremona dijo...

eres increíble... qué manejo, excelente presentación.
un besazo querida y en octubre otra vez en tus tierras...

Anónimo dijo...

Excelente relato.

La verdad siempre es lo mejor, lo excelso.

Rosa Silverio dijo...

Graciela:

Gracias por la recomendación. Has escrito una excelente reseña, con tu inconfundible estilo, con ese toque personal y envolvente que le pones a todas las cosas.

Isabel Barceló Chico dijo...

Un texto escalofriante, querida amiga. Son terribles esas verdades tan hondas, tan dolorosas que no podemos expresar, de las que no se puede hablar sin romperse. Por otras causas, yo conozco ese silencio y su peso.
Besos, querida amiga. Trataré de ver la película que tan bien has dibujado.