lunes, mayo 14, 2007

Entre maestros y alumnos


Día a día, muchos maestros transitan por arduos caminos, sembrando la semilla del conocimiento en mente y corazones de sus alumnos. El maestro es soñador porque tiene la seguridad que su sueño será una hermosa realidad cuando su enseñanza dé fruto.

En la historia mexicana está escrito que mediante los diputados del Congreso de la Unión, y a iniciativa del doctor Enrique Biseca Lobatón y el coronel Benito Ramírez García, en el año de 1917, promovieron la instauración del Día del Maestro. Y por decreto firmado por el entonces presidente Venustiano Carranza se conmemoró por primera vez a los docentes en el año de 1918 declarando el día 15 de mayo el festejo.

En el cúmulo de reflexiones a propósito de la tarea del maestro, comparto un fragmento del discurso que leyó en 1921 un apóstol de la educación: José Vasconcelos:

“Iguales somos todos los maestros. Entre nosotros no hay categorías, sino diferencias, y cada aspecto concurre a su propósito, y todo se suma en armonía sublime. Mas, sigo hablando de maestros, y os veo a vosotros, y lo que es todavía peor, me veo a mí mismo, y una irresistible y cruda sinceridad me obliga a dibujar una amarga sonrisa y a preguntarme: ¿Maestros de qué? ¿Qué es lo que sabemos nosotros para ser maestros? Uno que otro procedimiento útil, una que otra receta para que la vida del hombre no se confunda con la vida del bruto, pero de las grandes cuestiones fundamentales no sabemos nada; y así como dijo Tolstoi, que el hombre no puede constituirse en juez del hombre, no puede ser el maestro del hombre. Sin embargo, es preciso que cada generación transmita su experiencia a la que siga, y que cada hombre ofrezca su ejemplo a los demás; de aquí que afirmamos que es legítimamente maestro el que trata de aprender y se empeña en mejorarse a sí mismo. Maestros son quienes se apresuran a dar sin reserva el buen consejo, el secreto recóndito, cuya conquista acaso ha costado dolor y esfuerzo. Uno que ya pasó por distintas pruebas y no ha perdido la esperanza de escalar los cielos, eso es un maestro. Si somos justos, si somos intransigentes con la maldad y enemigos jurados de la mentira; si a semejanza del Brand de Ibsen, borramos de nuestra conducta la palabra transacción, si no transigimos ni con la verdad a medias ni con la justicia incompleta, no con la fama usurpada, entonces seremos verdaderos y ejemplares maestros”.

Toda nuestra admiración y gratitud a los maestros que supieron conducirnos y quitarnos el velo de la ignorancia, fomentarnos el deseo de superación.


34 comentarios:

Antona dijo...

Desde mi condicion de alumno.Felicidades maestra.Que pases buena semana
bss

Menta dijo...

Me llega de cerca,mucho, esta declaración.Convivo hace años con alguien dedicado a la educación,he visto la dedicación,la abnegación por el dar,la entrega de valores y conocimientos,la lucha constante por ayudar a crecer a las generaciones que han visto mis ojos.
Felicitaciones por tu trabajo y por el bien comun que dejas en todos.

Un abrazo inmenso Clarisse!

Menta

Tesa Medina dijo...

Tuve suerte de encontrar en mi adolescencia a mi maestro inolvidable: el señor Bianchinni, un humanista de cejas espesas y alborotadas con mucho sentido del humor y muy culto, que salpicaba las tediosas lecciones de resistencias de materiales o matemáticas con filosofía, arte, historia, psicología, antropología… y que, sobre todo, me enseñó a aceptarme y a valorarme. Con este recuerdo me uno a tu gratitud y cariño para todos los maestros que supieron tocarnos el corazón y despertar nuestra curiosidad.
Un beso, Clarisse.

Gonzalo Gareis dijo...

Es así, en la docencia está la clave para un mundo mejor. Tengo la suerte de tener tres maestras en mi familia (mi madre y mis dos hermanas) y he visto con qué dedicación colmaron sus vidas al arte de enseñar, de transmitir conocimiento y ver en las caras de los niños, el agradecimiento eterno, cual yo siendo niño con mis maestros.
Bello texto, muy bello

malditas musas dijo...

Gracias a los que se animan a formar mejores personas, a los que creen en nuestro destino chiquitito y lo alimentan.

Besos
Musa Rella

Unknown dijo...

hace poco leí el libro Historia de una maestra de Josefina Aldecoa. en ella narra las aventuras de dos maestros en los años anteriores a la guerra civil española. Me gustó mucho sobre todo por el entusiasmo y la dedicación de los maestros en un tiempo en que intentaban sacar de la ignorancia a todo un país. Su sueño quedó truncado con la llegada de la dictadura.
Personalmente como profesora de secundaria, me contentaría con tener el respeto de nuestros alumnos ya que muchas veces, con los alumnos que estamos teniendo cada vez más impertinentes y malcriados, los profesores parecemos estar pegándonos de cabeza con las paredes. Son muchos los profesores a los que se les está minando la vocación ante semejante panorama deplorable en que se han convertido muchos institutos ( la mayoria de las veces por culpa de la misma directiva de esos centros que apoya y mima a los alumnos por no perder matriculaciones y cuestiona sistemáticamente al profesor e incluuso le hace perder autoridad delante de los alumnos). Para mí y para muchos de mis compañeros en el instituto que estoy, este año está resultando un suplicio y ya estamos todos contando los días para finalizar el curso. esto es penoso. Admiro y envidio a estos profesores y maestros que se saben queridos por sus alumnos y que sus enseñanzas son casi palabra de Dios.
Conozco personalmente a uno de estos últimos.Podéis leerle a él y a sus alumnos en http://gurrion.blogia.com
Pero tambien podéis leer palabras de desánimo en este otro maestro: http://jlcapilla.blogspot.com

Gloria dijo...

Bello homenaje a los verdaderos maestros, esos que nos ensenhan principios y valores con el ejemplo, los que mas que imponernos ideas de otros nos ensenhan a pensar. Abrazos, prima.

Anónimo dijo...

El maestro siempre ha estado un tanto desprestigiado hasta hace poco tiempo, no se le reconocía la labor tan importante que desempeña, menos mal que poco a poco todo va cambiando. Yo tengo gratos recuerdos de muchos que marcaron mi vida en su momento.

dèbora hadaza dijo...

Tu tienes las mejores palabra que han dicho otros, y obviamente ellas reflejan la lucidez de tu pensamiento. Tienes toda la razón, me sumeo al respeto, gratitud y admiración a los maestros, y tambien te dejo un abrazo a ti.

இலை Bohemia இலை dijo...

Si señor...La figura del maestro en los últimos tiempos ha perdido su valor y no debería ser así nunca, deberían existir un gran respeto...


Besos

Elisa de Cremona dijo...

hola querida...
creo que he vuelto a la vida...
te dejo mis albricias

Rosa Silverio dijo...

Qué sabias las palabras de José Vasconcelos, Graciela, y que oportunas. En momentos como estos necesitamos nutrirnos de discursos como el suyo.

Los maestros dominicanos son verdaderos héroes porque aún recibiendo un salario irrisorio, se preocupan por formar a nuestros hijos. Sí, el sistema educativo dominicano es deficiente, pero por lo menos contamos con esos hombres y mujeres que se ocupan de la formación de la sociedad dominicana.

Esta entrada vale para los maestros de todas partes.

ella dijo...

Soy hija de maestro, compañera de maestro, hermana de maestras, cuñada de maestros y tía de maestr@s. Haaaa y también suegra de maestra… Ya ves como siento tu texto.
Un abrazo

AnaR dijo...

Hermosas y merecidas palabras , sin duda, Clarice hacia una profesión que a lo largo de la historia ha pasado por diferentes vicisitudes y que, nunca ha sido ( y hoy menos que nunca) adaptar la cultura, el saber al compás del tiempo en el que se vive...

Un abrazo grande

≈Gr¥§εL≈ dijo...

Feliz dia a quienes con paciencia, nos guiaron en nuestras vidas.

y Feliz dia a ti tambien

LaLy dijo...

Gran admiraciòn tengo por los educadores.

Otra serìa la historia si se los reconociera como merecen( al menos en Argentina )

Como siempre un placer leerte y Felicidades Clarice

Besos!

María Elisa Quiaro dijo...

llego con una rosa y mi humilde agradecimiento por las maravilas que nos muestras. besos estrellados

Tania dijo...

"Uno que ya pasó por distintas pruebas y no ha perdido la esperanza de escalar los cielos, eso es un maestro"...

Yo tuve unos maestros inolvidables, sus enseñanzas - y el amor dentro de ellas - hacen parte de lo que soy.

Hermoso y merecido homenaje, Clarice.

Abrazos y una buena semana para ti.

Anónimo dijo...

No es que sea mal agradecida y nada que ver pero poco o nada recuerdos a mis maestros, los más que tengo presentes son a los de mi tesis creo que fue de los maestros que más les aprendí, definitivamente con esos me quedo, del resto no recuerdo uno que me aportara tanto como ellos.

A ellos gracias.

¡Felicidades a ti!

Anónimo dijo...

Sabias palabras del maestro Vasconcelos y, pues felicidades a todos los maestros !!!!!!!

Heriberto dijo...

En nuestra Latinoamérica no sabemos invertir en lo que realmente cuenta y por eso dejamos a un lado la educación y por ende a los maestros, verdaderos héroes, saludos con admiración a tod@s .

Noa- dijo...

Enhorabuena maestros! Porque no cegais en la ardua tarea de abrir las mentes al hambre de saber.

Un abrazo

Pame Recetas dijo...

Un merecido homenaje a ellos, que además de soñadores, o quizás por eso mismo, no piden nada para ellos. Si hay que buscar una profesión que sea sinónimo de generosidad esa es la del MAESTRO

Silvia Piranesi dijo...

Bueno, feliz día entonces!!!
Ellos, después de la familia, son determinantes en el rumbo que tome la vida de alguien... Yo tengo dos o tres profesores que me cambiaron la visión de todo..

Saludos Clarice!

Gasper dijo...

Acá el 11 de septiembre es el día del maestro.
Pero también del profesor y nadie da cuenta de eso.

Besos para vos y saludos a todos los maestros que tienen el corazón de tiza

Petrusdom dijo...

Lo más importante de un país es sus sistema educativo y los maestros que lo llevan a cabo, cuando cambia un régimen político a los que primero fusilan (cesan, expulsan,etc.) es a los maestros que por otra parte son los más explotados (a mayor "vocación" menos salario, justamente lo contrario que los grandes banqueros).

Gerardo Omaña Márquez dijo...

Principios y valores a traves del conocimiento que nos llega en palabras.

Hay palabras silenciosas que dejan huella de ausencia
como un aliento que nos llega de lejos haciendo comprender
una caricia lejana traída por el viento.

Hay palabras que transforman dulces alegrías escondidas
en retoños de lo que fuera un árbol mustio, palabras de esperanza.

Hay palabras que son un sueño y sueños que en palabras nos entretiene el alma.

Recibe un beso en tu alma.

Loredana Braghetto dijo...

un besote gigante, con primavera, desde muy acá para muy allá.

Anónimo dijo...

Hola Clarice:

Ya vine a actualizarme.

Este post está excelente. Una buena conjunción, el fragmento del mural de Rivera, del edificio de la Secretaría de Educación Pública y las palabras de Vasconcelos, su fundador.

Todo un homenaje a los maestros, de ambos géneros. Felicidades a los maestros (as).

Chamila Rodríguez ACTRIZ dijo...

...gracias a los maestros que están iluminando nuestros caminos...

Cariños y flores.

Miguel Sanfeliu dijo...

Los buenos maestros escasean, y cuando has encontrado uno, guardas su recuerdo con un eterno sentimiento de gratitud.
Lo mismo que siento por tu amistad.
Un abrazo.

Clarice Baricco dijo...

Muchas gracias por recordar juntos a los maestros, a los buenos y a los malos.
Al menos detuvimos un poco el tiempo para recordar.

Les abrazo

Graciela

Rafael dijo...

Me uno a este homenaje. Y tambien quisera desearles mejores tiempos, pues en varios paises, hoy dia,estos tienen problemas para enseñar, por unos alumnos demasiado rebeldes.A ver si estos se suavizan y se dejan enseñar.
Un besote.

Alicia Rosell dijo...

Ay, Graciela, cuántos recuerdos nos quedan de los buenos maestros... y de los 'malos'. Y no iba yo a ser menos: vaya si los tengo.
Es hermoso el homenaje escrito y sentido que haces a través de las palabras de Vasconcelos, al que conocía de oídas.
Yo, al igual que Ro, pienso que este texto sirve para todas partes, cualquier rinconcito del mundo donde los maestros ejercen con pasión y autoridad -cuando les dejan-, pero esto es otra historia.

¡Felicidades a ti y a los maestros, querida amiga!

Con cariño desde mi Bilbao,
Puri.