Miscelánea de pensamientos

Pintura: Egon Schiele

Escribir

En cada paso que doy, en mi mente, siempre estoy escribiendo. Registro los pequeños o grandes detalles. Desde una película, un libro, una canción, un árbol, una piedra, un tenedor. Todo. Escribo sin parar como si le dictara a una máquina Olivetti. Sin embargo, al momento de escribir con la tinta, en la realidad, no puedo. Olvido que mis manos son paralíticas.

Melancolía

Tengo la enfermedad de la melancolía, por lo tanto, no puedo acercarme a ti. No debo de contagiarte. Me encuentro sola. Es la manera en que podré participar del sepia de los sueños. Y entonces, cuando ellos se conviertan en lluvia, podré llegar a ti. ¿Le diremos un adiós a la melancolía? No. Nos debe de habitar para que no olvidemos que estamos vivos.

Click

Siento felicidad cuando estoy tomando fotos. Es una explosión interna. Pero cuando toca el turno de descargar las imágenes y observar el resultado no esperado, siento infelicidad.

Movie –mi perro cocker-

Te fuiste por tres días de casa. No sabes lo que sufrí. Me dejaste sin dormir. Pensaba en ti, te buscaba por doquier. Lloré. ¿Dónde estaba mi compañerito fiel? Llegaste. Pude haberte regañado, pero opté por recibirte como al hijo pródigo. Me trajiste de vuelta la felicidad.

Orden de fotos

Ordeno meticulosamente mis fotos. Por carpetas y con temáticas. No avanzo. Cada foto es una historia. Me detengo. Leo las imágenes. Sonrío. Doy vuelta.

Bola de nieve

Él me canta Sí me pudieras querer.

Un vino

Abro una botella de vino tinto. Manera peculiar para brindar por los que no están a mi lado. Guardados en el corazón.

Sábado

Pareciera que los sábados vespertinos son aburridos. No. En sábado llegan los recuerdos. El pasado tiembla. Volteo a ver mis montañas y me imagino que son las olas de mi puerto. Quiero estar allá. En el muelle viendo los barcos. El pájaro de mi tendedero me silba y me dice: ven conmigo.