El síndrome de Santiago Gamboa

Fotos: Graciela Barrera

Hace cuatro años leí El síndrome de Ulises de Santiago Gamboa. Un libro que me gustó mucho. Y que siempre me quedó el sabor de la palabra síndrome, por todo lo que encierra. También, Gamboa es el autor de un texto hermoso dedicado a las mujeres. A las de su generación.

Me empieza a gustar esa espera que no espero. Es decir, cuando me gustan las letras de un escritor, pienso que llegará el día en que pueda conocerlo. Sin prisas. A su tiempo. Y así fue.

Santiago Gamboa estuvo presente en diversos actos de la Feria Internacional del Libro Universitario realizada en Xalapa. Tuve la oportunidad de escucharlo el pasado 29 de septiembre, para la presentación de su reciente libro Necrópolis, editado por Norma. La gracia es que el libro no estuvo presente, pero creo que para mí, en ese momento no hubo necesidad. El escritor colombiano cubrió su charla de manera amena y simpática. Él contó sobre sus inicios en la escritura, de sus padres, de su infancia, de sus estudios, de sus viajes, de las ciudades que ha vivido, de los libros que ha escrito, de sus amigos escritores, de sus anécdotas, de sus sinsabores y de toda esa vida que ha caminado a través de las letras. Él tiene una amplia y reconocida trayectoria literaria.

Miré a un hombre alto, joven, sencillo y un buen conversador. Al escucharlo, pude comprender más ese síndrome. No me cabe duda que Santiago Gamboa lo tiene y deja testimonio a través de cada uno de sus libros.

Me hizo feliz conocer su letra, escuchar su acento, capturar su rostro, hablar de libros, tocar su mano y sentir que yo crecí.

Sergio Pitol y Santiago Gamboa