Pintura: Henry Mattisse
Acuérdate que mi vida es un soplo.
Job
No sé el punto final de diciembre. Faltan pocos días para que el año termine. Me gustaría mirar hacia atrás y recordar todo lo bueno que viví. Podría dolerme o sería muy feliz. Un día tendré el valor y leeré mi pasado con toda la calma. Aunque no todo está escrito. Entonces, tendré que abrir la ventana de mi memoria y traer lo que se llevó el viento. No obstante, ya no tendrá tanta importancia. Me queda claro que el fuego se llevará el cuerpo de mis letras. ¿Qué más da recordar o seguir viviendo? Mis últimos años he tratado de ser la persona más optimista y luchar porque nada ni nadie me quite el gozo. Pero este año no fue fácil. Nada fácil. Independientemente de lo que sucedió en mi mundo particular, la tristeza fue mirar este país. La tierra se vistió de rojo y las lágrimas fingieron que eran la lluvia. Tantos absurdos e injusticias cometidas. Y cuando uno cree que ya volvió la tranquilidad y la paz en las calles, en un parpadeo, vuelve el temor. Sí, sé que podríamos estar alegres en estas fechas de celebración navideña y de fin de año. Abundan los festejos, los abrazos y los buenos deseos. La mayoría de la gente trae campanitas en sus pies. Quieren olvidar. Quieren permanecer. Quieren mirar. Aguardan un buen futuro. Y desean ser fuertes, para no caer. Ser fuertes para darle la bienvenida a un nuevo año y seguir creyendo que el mar se calmará y el viento soplará suavemente. Ser fuertes para vivir. A cualquier costo.
Diciembre y todos los meses de este año, le dieron a mis manos un gran vuelo. Manos que no pudieron guardar silencio y gritaron al punto de asfixiarse. Se enfermaron y se salvaron. Un muro sirvió para jugar con los dedos y vencer el miedo. El miedo que se desprende de la hoja del árbol por no saber cómo caerá. Diciembre le dio tristeza a mis pies y a la vez, le entregó la esperanza. Diciembre me entregó un invierno que será mío.
Los instantes se quedaron en las servilletas, en los pétalos, en las piedras, en las sillas, en las paredes, en los libros, en el cine, en la música, en el arte, en la neblina, en la luna, en el árbol, en la gente y en todo lo interminable que se mira y se siente y en todo aquello que no se nombra.
Estoy agradecida por todo lo que viví y aprendí. Por las personas que llegaron a mi vida a dejarme algo de su vida. Me regalaron la risa y la reflexión. Y el corazón palpitó.
Gracias a ustedes que sobrellevaron mi alfabeto y me dejaron su afecto en esta casa. Y gracias a quienes me leyeron en silencio.
Repito: no sé el punto final de diciembre. Ahora son puntos suspensivos. Quizá, tenga que venir a escribir cortos o largos posdatas. Después de todo, en este año fui un almanaque.
Seguiré volando con todas las bicicletas y en mis sueños conoceré París.
Decir adiós no es fácil, pero en esta ocasión, lo expreso con mucho gusto: Adiós 2011.
17 comentarios:
Digamos adiós, entonces a este año. Para olvidarlo o para recordarlo ? Un abrazo.
Esperemos que 2012 sea menos triste para tí, tu tierra y todas las tierras de este mundo. Espero que sigas dejando tu alfabeto para que podamos interpretarlo. Espero tambien tus hojas, tus bicicletas y tus manos volando sobre todas ellas para que podamos compartir tu arte y ojalá podamos sonreir un poco más. Deseo que 2012 te haga muy feliz.
Besicos muchos.
Querida Graciela, te deseo todo lo mejor para el Nuevo Año,que ya el hecho de que sea nuevo y lo vivamos es ganancia, te mando mi cariño y mi recuerdo, ha sido un placer leerte en este año y espero seguir haciéndolo en el 2012.
Un fuerte abrazo.
Comulgo contigo. Adiós, para siempre adiós.
A este 2011 le salieron pelos en la lengua y uñas en los codos. Nos ha dado bien...
En fin, esperemos que el próximo sea mejor.
Pásate por mi blog y te animas un rato.
Besos
Gracias por ser y estar, por mantener este espacio, por darle alas a tus palabras.
Abrazos.
No miremos hacia atrás.
Te deseo lo mejor para el 2012.
Un abrazo Graciela
Yo pense que el 2o1o fue malo, pero a este año, si necesita le doy un aventon, por ser fina y elegante y no decir un shot in the ...
Well you speak latin not English, pero la cosa es que se vaya, aprender de los errores, tratar de corregir lo que se pueda empezando por casa y darle una oportundiad mas a la vida. Feliz de tenerte entre los amigos de la web Grace!!! Alyx
Todos los años tienen sus pros y sus contras. Aunque hay algunos que se superan a sí mismos.
Yo lo termino bien, aunque ha habido ciertos episodios en la vida que lo han hecho dificultoso.
Nos seguiremos viendo en el 2012
Un abrazo
Querida Clarice, los sedimentos que nos dejan las experiencias sirven para afrontar las nuevas.
Que el 2012 te traiga alguna de las cosas que más fervientemente deseas. Y que tus bicicletas no dejen de rodar recogiendo palabras, flores, nubes, abrazos, films, canciones, deseos...
Y besos.
Montones.
"¿Qué es lo común para todos en un día, aparte del sol y las estrellas? Como Ulises, nos despertamos, comemos, caminamos, avanzamos: es como salir de cacería. En ese recorrido hay encuentros, situaciones ágiles, situaciones víctimas. La accidentalidad es más o menos clasificable. De nuevo el cielo y la noche acaban el ciclo. En cuanto uno sale está amenazado: EL DÍA ES UN ATENTADO.
¿La vida o el huevo? Durante un año entero anduve buscando los signos que podrían representar virulencia, como se dice, turbulencias. Si se quiere medir el espacio, hay que encontrar un metro patrón. Si se quiere medir el tiempo, la verdadera medida es el día. No el día de 24 horas, sino el día como atentado, como amenaza, como riesgo.
El mundo propone y te expone. En la accidentalidad uno toma conciencia.
Todo individuo, toda una vida humana, es una apuesta en sí, consigo mismo, con el mundo." (Roberto Matta).
Que el 2012 tenga doce meses llenos de atentados que merezcan ser vividos, deshojados y abrazados. Saludos! LM
Saudade parisina en rojos escrita. Fluye, en tu casa, la vida. Abrazo añil y más.
Ve y toma una bicicleta aquí: http://paseandoentrelasnubes.blogspot.com/2011/12/senor-holmes.html. ¡Son preciosas! Y sobre un fondo rojo, como tu despedida al 2011. Abrazo grande, Graciela.
Querida Clarice, gracias a ti por regalarnos tus letras. Ya acaba 2011, por fin. Me sumo a tu despedida.
Un fuerte abrazo.
Qué rueden millones de bicicletas por todos tus paisajes! Feliz 2012, Graciela
Paria tiene que ser en 2012... aunque sea en tus sueños
Saludos, Clarice
Dinora
Feliz 2012 amiga, que traiga lo mejor de la vida a tu vida y que venga en bicicleta.
Un abrazo
Beatriz
(mi primer deseo es que llueva en el Paine)
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