No hay día que no deje de recordar a Clarice Lispector. Sobre todo, en las noches. Antes de irme a dormir, acostumbro a tomar uno de sus libros y releer varias de sus líneas. A menudo me pregunto: ¿por qué se adelantó tan pronto al viaje irremediable? Quiero creer que si ella estuviera en su Brasil o en cualquier rincón del mundo, yo tendría la posibilidad de buscarla, de encontrarla, de mirarla y quizá de no decirle nada. O quizá, me atrevería a sonreírle. Pero ella se fue cuando yo todavía no conocía su nombre. No son muchos los años que llevo leyéndola, pero han sido los suficientes para declarar, que entre tantos escritores que forman parte de mi vida, Clarice me significa. Sé que no soy la única. Muchos aman sus letras y muchos faltan aún por conocerlas. Nunca olvidaré a la persona que me entregó su nombre. Y disfruto del grupo de amistades que coincidimos en la misma devoción por la escritora. Espero volver a ver a Caetano Veloso, (aunque sea la tercera y última vez) y preguntarle por aquellas conversaciones que tuvo con Clarice.
Hay muchos textos dedicados a la obra de Clarice Lispector. Yo sugiero a Isabel Mercadé, especialista en su obra y además, amiga querida, que me ha alentado a que yo siga usando el nombre de Clarice en este blog. (Isabel sabe que es más que un seudónimo).
Clarice Lispector nació el 10 de diciembre de 1920 y murió el 9 de diciembre de 1977. Brasil no la olvida y será homenajeada en varias ciudades. La hora de Clarice sigue marcando el camino.
Y Caetano le canta:
5 comentarios:
Querida Clarice/Graciela: Qué precioso homenaje. Una siente cuando te lee que tus palabras, como tú, son de verdad (y hermosas!!).
Y mil gracias por la referencia otra vez.
Un abrazo enorme.
Conocía ya tu devoción por esta grandísima escritora y la elección de su nombre para nombrarte a tí en esta casa. Me ha gustado que hicieras esta declaración tan bella, que pienses que quizá hubieras podido estar más cerca de su corazón sabiéndolo ella, porque sin que ella lo sepa lo estás. Preciosa la canción de Veloso. Besos, querida amiga.
Confieso que no la he leído. Ya será.
Una mujer especial, floreciente de pensamientos y luminosa en su escritura. Yo la conozco hace menos de lo que hubiera querido y me asombra su lucidez y sus palabras.
Un abrazo para ti, Clarice.
Es una de mis deudas pendientes.
Un beso
Publicar un comentario