Foto de Alicia Nuñez |
a
Isabel Mercadé y a todos los que quisieron a Isabel Núñez
¿Pero
qué vemos en los otros? ¿Acaso no vemos también el ser del pasado, el que fue
en otro tiempo? Si no, ¿cómo podría existir a veces el deseo? También seguimos
pensando en nosotros como los que fuimos, sin edad, sin darnos del todo cuenta
del tiempo transcurrido.
Isabel Núñez
Esta mañana, antes de
enterarme de las noticias tan negativas que suceden en mi país y en el mundo,
quise sonreír con las novedades de los amigos en el cuaderno de feisbuc. Al abrirlo, me encontré con Dante
Bertini dándome la noticia de que la escritora española Isabel Núñez se había
ido a un mejor cielo. No lo podía creer, no podía. Creí que mis ojos estaban
leyendo mal, pero no. Lloré y busqué a Isabel Mercadé para abrazarla y
agradecerle el camino que me mostró a través de otra gran Isabel.
Abrir el cuaderno de feisbuc es abrazar a los amigos que
viven fuera de mi ciudad y de mi país. La mayoría viven en España. Amigos que
conocí a través del blog y de tuiter.
Amigos que también conocí por otros amigos y que finalmente forman parte de mis
sentires. Poco a poco, con los años, he ido conociendo a algunos con los que he
convivido en compañía de un café o de una cena. En ocasiones hemos compartido
en mi casa o en un evento o en mi ciudad cuando los llevo a conocerla. Y es
maravilloso ver que el mundo se vuelve pequeño. Puedo contar historias
maravillosas y también me imagino las historias que me esperan. Y no es que
busque amigos, porque estoy satisfecha con los que tengo, es simplemente que la
vida llega de las formas en las que menos se la espera. La geografía podrá ser
un límite para el abrazo, mas no para las palabras. Porque leerlos es
abrazarlos sin distancia. Y disfruto de todas sus alegrías y también de sus
desasosiegos.
Es por eso que me
siento muy triste por saber que Isabel Núñez se ha ido. Mas no su escritura que
nos ha dejado a través de sus libros y sus blogs. El espíritu de sus letras
continuará. Leerla me llevaba a una profundidad de donde a veces yo no quería
salir. Me gustaba leer sus textos largos, la escuchaba respirar en cada
palabra. Me gustaban sus ojos cuando fotografiaba, me gustaba su abrazar a los
árboles, me gustaba su cantar a los pájaros, me gustaba su ternura a su gato,
me gustaba su caminar entre otros paisajes, me gustaban sus Artículos y su Crucigrama,
me gustaba toda ella.
Me
siento triste porque yo no fui lo suficientemente extensa para decirle cuánto
me gustaba. Me siento triste por todo lo que uno deja pasar, porque la vida es
un soplo que desperdiciamos en cosas tan nimias y a veces no se atina a dar con
la palabra exacta.
Isabel
siempre tuvo palabras cálidas para mí y cuando me comentaba algo yo me sentía
abrazada y alentada.
No
pude conocerla, ni pude abrazarla en su Barcelona, pero ella sí pudo tocarme
con su escritura, la cual me hizo sentir mejor persona.
¿Qué
debo hacer ahora para abrazar a mis amigos antes de que un cielo me lleve?
Quizá deba ir a la estación del tren, comprar un boleto, mirar por la
ventanilla, preparar las palabras y quitar las lágrimas o tomar las alas de un
pájaro y volar hacia cada uno de ellos. Quizá también podría quedarme aquí a
esperarlos y mostrarles el espejo de mi rostro o quizá mi destino sea solamente
abrazarlos a través de las letras.
Mi
corazón es un latido triste.
7 comentarios:
No la conozco pero te he leído y te he sentido en cada palabra, en cada silencio. Hoy sólo un abrazo enorme, junto a mis añiles y mi cariño.
Precioso el recuerdo de Isabel. A ella le habría encantado. Un gran abrazo, Graciela querida.
Maravillosas palabras, Chela, como siempre. Aunque la distancia nos impida a veces realizar nuestro deseo, está el corazón. Y el tuyo es grandísimo. A mí también me hubiese gustado estar esta semana en Barcelona, y poder abrazar a uno de mis grandes amigos en el fallecimiento de su padre. Pero con unas palabras que nos hemos dicho, nos hemos sentido tan unidos como siempre. El verdadero cariño está por encima de la geografía. Animos mi Chelita. !!
También a mí me ha dolido la noticia del fallecimiento de Isabel Núñez. Seguía su blog y sentía interés por su trabajo. Precioso homenaje este texto, Graciela.
Un abrazo.
Me ha llegado al alma tu escrito.
Creo que estás haciendo todo lo que crees que debes hacer y cuando llega el momento de abrazar, se puede hacer tanto físicamente (que es una delicia) o con palabras. Podemos ser pájaros de mil formas y tú mejor que nadie nos has enseñado que es eso.
Hoy te abrazo, además de dejarte, besicos muchos.
Te abrazo muy muy muy fuerte, querida Graciela.
También te abrazo, querida Graciela. La ausencia es dolorosa, mucho más en estos casos. Una mujer tan valiosa, valerosa, llena de vida y de belleza.
Te abrazo, te abrazo.
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