jueves, noviembre 22, 2012

Muros

Foto: Graciela Barrera


Hay muros tan silenciosos que puedo escucharlos. 

Escucho como caen las gotas tímidas de una lluvia que no quiere mostrar su plenitud. Escucho el gemir de una mujer recién abandonada en una librería. Escucho la mirada del niño cuando ve un globo elevarse. Escucho el susurro de un beso prohibido mientras ladra un perro encadenado. Escucho el odio de los vecinos por sus vecinos de enfrente. Escucho el pleito de los hombres por una conversación política. Escucho la danza de un cuerpo que desea bailar la perfección. Escucho las noticias tristes de un mapa lejano. Escucho la alegría juvenil entre un sol de verano. Escucho la enfermedad incurable que aún tiene esperanza de sanar. Escucho una canción melancólica entonada por un extraño. Escucho el aroma del café con un periódico abierto. Escucho el lamento del pandero oxidado. Escucho el amor que todavía busca la piedra indicada. Escucho el agobio del presente incierto. Escucho el pasado de las letras olvidadas en una libreta. Escucho el poema inconcluso en una servilleta. Escucho las palabras que caen lentamente mientras el gato observa desde un techado. 

Hay muros tan silenciosos que puedo escuchar su grito interno: Los muros estamos llenos de soledad aunque nos pinten de colores.


6 comentarios:

Isabel Barceló Chico dijo...

Me gustaría escuchar con tus oídos todas esas penas y alegrías tan humanas. Y que todo el mundo las escuchara contigo también. Hoy la humanidad padece una sordera crónica. Un abrazo muy fuerte, querida amiga, y gracias por este texto.

ÍndigoHorizonte dijo...

Un texto precioso para un muro lleno de soledad que, además de escuchar, tiene ojos. ¡Sensible y a la escucha, como siempre! Abrazo grande.

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Ese muro habla por sí solo y si además lo dejas inmortalizado en tu cámara... Tus oídos son una delicia.
Besicos muchos.

alba dijo...

Tu oído, querida Graciela, es un privilegiado. Los muros que escuchas, gracias a ti, se erigen menos solos.
Un abrazo, linda.

virgi dijo...

Oír tanto y tan bien es un don de las almas sensibles.
Besos, estimada Clarice

Ricardo Miñana dijo...

Interesante espacio el tuyo Clarice
que tengas una buena semana.
saludos.