Foto de Priscila Rodríguez |
¿Por qué se enojan tanto las naciones?
¿Por qué pierden el tiempo haciendo planes inútiles?
Salmo 2
A mis compañeros y a
mí, nos solicitaron un trabajo con carácter urgente. En toda mi vida laboral
nunca había sentido tanto estrés; fueron dos semanas con mucha presión. Estuve
estresada tres días seguidos que me orillaron cortarme mi larga cabellera. Después me di
cuenta que estaba así por falta de conocimiento con algunos términos que me pidieron.
Entonces recordé las promesas espirituales y me tranquilicé. Y finalicé mi
trabajo en la fecha solicitada. Pero a pesar de trabajar horas extras y
desvelarme por el exceso de tarea, no dejé de leer noticias. Cada vez que abría
los periódicos, mi corazón se condolía. Mientras a mí me exigían cumplir, otros
estaban en las calles exigiendo justicia. Mientras acá en mi tierra están por
empezar los Juegos Centroamericanos y del Caribe, del otro lado se llora por
los estudiantes de Ayotzinapa. Y así, en un sinfín de noticias que leía en un
momento en que yo me sentía excesivamente cansada y con dolores en mi cuerpo,
escuché que un funcionario de gobierno expresó: “Ya me cansé”. En un
acontecimiento de crisis, escucharlo, sentí mucho coraje. Y, obvio, tristeza.
Independientemente del significado y origen que tenga la palabra cansancio, mi cabeza no ha dejado de
pensar en la frase. Una frase inspiradora para escribir sobre ella con un largo
e interminable listado. Sí, nadie se salva de sentir cansancio. Cansados de
todo lo que miramos sin claridad y sin respuestas. Cansados de lo que
padecemos. Cansados de las falsas promesas. Cansados de la injusticia.
Cansados…La frase me sigue taladrando la cabeza y me provoca detenerme a
reflexionar. Creo que es urgente que dejemos el cansancio para otra ocasión. Es
necesario creer que aún hay esperanza para un país que ya no debe derramar
sangre. Que esta nube negra que lo envuelve, se disipe. Si tan solo
levantáramos nuestro rostro hacia Dios. Yo quiero creer, confiar y declarar que
no me cansaré hasta ver la justicia. Hay que renunciar al cansancio y decirnos:
todavía no me canso.
4 comentarios:
Estoy completamente de acuerdo contigo: tenemos que querer creer, confiar y declarar que no nos cansaremos hasta ver la justicia. Eso vale tanto para los estudiantes asesinados como para las otras personas que han sufrido y siguen sufriendo de injusticia. Mantener esa fe y esa esperanza y ese compromiso es más fácil si te rodeas con cosas agradables como buenos amigos, linda naturaleza, películas interesantes (tú miras muchas me parece), buenos libros, buena música...
Besos
Un abrazo desde la lejanía. Una grande que pueda acunar ese deseo de no cansarse, a pesar de lo obviamente cansino que es todo lo que pasa en México.
Qué bien te entiendo. Es tan difícil a veces no cansarse, pero seguiremos en la brecha con nuestras herramientas en la mano y al pie del cañón!!
Besicos muchos.
hola, me gustó pasar por aquí... hace mucho nos visitábamos jaja
bss
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