Después de muerta me agrandaré y me esparciré, y alguien
dirá con amor mi nombre.
Clarice Lispector
Clarice Lispector
Por mucho tiempo tuve
el deseo de visitar la tumba de Clarice Lispector ubicada en un pequeño
cementerio judío colindante al de Cajú en Río de Janeiro, Brasil. Quizá el
deseo era por ese gusto innecesario que tenía de visitar panteones como si
fueran museos. El punto es que me di cuenta que una vez enterrados mis seres
queridos, no volvía al cementerio. Ir a la tumba de Clarice era un sueño. Y en
ese sueño me acompañaba Isabel Mercadé, especialista de la obra de la escritora.
Soñaba que no me perdía ningún detalle narrado y que caminábamos cada ciudad de
Brasil como si la habitáramos. Reíamos y también guardábamos silencio ante el
recuerdo solitario de aquellas palabras que Clarice escribió: “Vi una cosa. Una
cosa en realidad. Era las diez de la noche en la plaza Tiradentes y el taxi
corría. Entonces vi una calle que nunca más voy a olvidar. No voy a
describirla: es mía. Sólo puedo decir que estaba vacía y eran las diez de la
noche. Nada más. Pero fui fecundada”. Yo soñaba con tanta frecuencia hasta que
perdí el sueño. Vivo en un país donde la muerte se ha convertido en un nombre
permanente y he visto la muerte muy cerca de mi vida y, esto me ha hecho
pensar, que ya no es necesario que visite
esa tumba. ¿Por qué buscar su tumba cuando sus libros siguen con vida? Hay
fechas que no se olvidan: Clarice
Lispector nació el 10 de diciembre de 1920 y murió el 9 de diciembre de 1977.
Ella sigue en mis ojos como
un soplo de vida.
1 comentario:
Hola, muy bonito tu post, me podrías ayudar a saber cómo llego al cementerio donde está Clarice
muchas gracias
Gaby
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