Fotograma de la película Melody |
La primera película extranjera
que vi fue Melody.
Estaba yo en sexto de primaria y
la vi en un enorme cine ubicado en una gran alameda donde había flamingos y
jarochos por doquier. Me acompañó la mujer que acompañó mi niñez, adolescencia
y juventud y que posteriormente se convirtió en la nana de mi hija. Mi
acompañante no sabía leer y, cuando quise traducirle, a ella no le importó
porque estaba muy atenta a la gran pantalla y su imaginación era grande. Fue cuando
me preocupé en que aprendiera a leer porque yo deseaba ver más películas y seguramente
ella sería mi dama de compañía. Después, mi madre optó por mandarme sola al
cine. Punto que le agradezco porque a la fecha yo disfruto estar sola en el
cine…y en muchos lados.
Sobre esta película me enteré por
medio del periódico Novedades que compraba mi padre. Desde ese entonces,
adquirí la costumbre de empezar a leer la última página hasta llegar a la
primera plana. Al escribir esto, sonrío. Qué locura de interpretación al leer
las noticias. Ahora me carcajeo.
Saber de la película me emocionó
y esperé meses para verla. Así que cuando llegó al puerto, yo derramaba
felicidad. Y después de un siglo me entero que la película decepcionó en
taquilla, aun así, no dejaré de reconocer que con Melody aprendí que no hay
edad para amar. Que yo me creía Tracy Hardy, que me enamoré de Mark Lester y que
fue maravilloso conocer la música de los Bee Gees que durante mucho tiempo fueron
parte de mi camino.
Creo que sigo siendo esa Melody
que ve la lluvia por la ventana, que no peina su cabello y ve millones de señales.
1 comentario:
Ya hacías falta, en este cuarto propio conectado, con tus melodias y tu pulso de gotitas y goterones.
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