Hay días que duelen en la inmensidad del alma, y cuando se viven esos días, en donde el viento y la lluvia se mezclan en un ambiente de neblina, no hay como refugiarse en la literatura y con los poetas. El viernes pasado fue de esos días y gracias a mi amigo Omar, mis ojos cayeron a reposar y estar presente en el homenaje que el Ayuntamiento de Xalapa le ofreció por su trayectoria literaria y su reciente Premio Cervantes 2005 al gran Sergio Pitol.
Los que vivimos en esta ciudad, nos sentimos orgullosos que compartimos las calles con nuestro escritor. Y es que Sergio Pitol al hablarnos parte de su vida de tantos años que vivió en Europa, decidió regresar para dedicarse a escribir y escuchar a toda hora el lenguaje mexicano. Definió que Xalapa es ideal para vivir solamente por sus paisajes excepcionales, el nivel cultural, la Orquesta Sinfónica, la Universidad Veracruzana, los amigos, sus raíces y sus muertos. Emociona escucharlo decir que sus mejores libros han sido escritos en esta tierra. Escribir para Sergio Pitol se volvió una obsesión y el entorno veracruzano lo potenció en una energía creativa para su escritura. Vivir en esta ciudad le hizo estar más consciente de su pasado, de tener fragmentos de la infancia y juventud vedados.
Sergio Pitol declaró: “La soledad me parece un regalo de los dioses, y mi casa, construida por el arquitecto Bernal Lascurain se complementan, que hasta podría soportar un arresto domiciliario”.
Con la sonrisa que le caracteriza a Sergio Pitol, disfrutó de su homenaje y de su gente. Yo como siempre, lo abordé para que me regalara una firma más en el libro “El tañido de una flauta”, hojeo el libro y encuentro un subrayado que me hizo efecto de nuevo esa tarde: “Mete una mano bajo la almohada y de inmediato se sume en un sueño que borra toda la fatiga, el estupor, la culpa y el rencor que aquel abigarrado día le había producido”.
Satisfecha por escucharlo de nuevo, la tarde se convierte en calidez y el dolor levemente se va quedando atrás, porque después de estar rodeada de escritores como: Mario Muñoz, Rafael Antúnez, Marco Tulio Aguilera, Raúl Hernández Viveros, Gerardo Cornejo, Omar Piña y la poeta Silvia Tomasa Rivera, haber tenido la oportunidad de convivir con ellos entre el aroma del café, fue un deleite conocerlos y aprender al escucharlos.
Caminar entre las calles húmedas y contemplar las grandes esculturas de Soriano sobre el parque, recordé y le confirmé a Omar lo que dijo Gerardo Cornejo con tanta seguridad: “Jardín con nombre de ciudad: Xalapa”.
29 comentarios:
He llegado a tu blog de mano del de xixe.
Debo felicitarte, porque escribes muy bien, además de que tu blog tiene una estética inmejorable.
Te sigo leyendo.
Saludos desde donde soplan aires de libertad.
Quien ama su ciudad, ama a su gente, quien ama a su gente tiene los ojos abiertos y escapa del narcisismo. Yo quiero amar mi ciudad como Pitol la suya.
Qué grato es entrar en tu blog y leer tus palabras. Cuántos grandes escritores estoy conociendo gracias a ti. Muchas gracias Clarice. Un abrazo grande
Buen texto. Me provoca recluirme en ti ciudad y escribir para siempre. Esa es la soledad de la escritura. Entrañable Pitol entre el viento y la lluvia.
Besos
Pitol es un escritor excepcional.
No conozco Xalapa, pero en tu prosa suena como un lugar muy atractivo.
Un placer leerte.
Por favor: no sueñes
Por favor: no sueñes,
no te pienses libre,
no imagines sacapuntas
Y que barcos de hijos nuestros
que te miran con tristeza,
no prepares comida para antes de las ocho,
no esperes por la mañana el desayuno,
no grites de silencio en noches tibias y tuyas.
Por favor: no sueñes,
no amanezcan mojadas al centro de mi cama,
no camines desnuda por el borde de las olas,
no inventes ciudades que aman el mar.
Por favor: no sueñes,
no te mires en mis ojos,
no desciendas del cielo para verme feliz.
No sueñes.
No importa.
Porque tu carne y la mía soñarán por ti.
Qué bueno que hablas de Pitol. Es la primera vez que me topo esto en un blog; gracias, muy bueno.
Me envolviste con nostalgia para pensar en las veracruzanas y en especial los de Xalapa que vagaron algunas veces conmigo acá.
Hola Clarice:
Por andar viajando me perdí del homenaje a Sergio Pitol, a quien leo desde que me encontré hace algunos años El desfile del amor, tantos años como su primera edición.
Ayer vi a Pitol. Ayer escuche en la voz de Carlos Monsivais las palabras de él y de Sergio. También lo ví el año pasado en la plaza Lerdo de aquí. Ayer lo ví, lo ví entre muchos, estabamos muchos, despúes de la caminata por el Paseo de la Reforma, escuche, junto muchos miles, sus palabras en el Zocalo de la ciudad de México. Ayer escuche palabras de Sergio Pitol...
Tomo nota de ese libro que nombras. Lo sumo a mi interminable lista de libros por leer.
Saludos
Hola madrina...la quedé esperando con cena y todo en mi casa, como dijo que volvía...pero bueno...entiendo también que el monopolio nunca a sido muy conveniente no?
besos...
Aunque he leìdo de Pitol, aùn sigo divagando su grandeza, es decir, como llegar hasta las orillas de sus palabras e intentar ser como èl. un beso desde mis mares. Joel
Tengo la gran tarea de leer a Segio, pero me gusta mucho que ame su ciudad y tenga bien claro donde están sus raíces y su corazón.
Abrazos,
Ro
Clarice,
He llegado a su blog por intermedio de José Galloso. He de confesarle que me parece excelente. Sus poemas dedicados a la lluvia y al viento me encantaron y provocaron que me refugiara una vez más en la lectura del gran poeta de las tierras del sur: Neruda.
A su vez, hoy para mí es uno de esos días en que el viento y la lluvia se mezclan en una neblina y una bruma incorpórea, por lo que buscaré en la biblioteca a Sergio Pitol. Gracias por su recomendación.
Ursula
Qué buen rinconcito el suyo, se aprende y se contempla.
Un regalo de palabras en mi rincón...
Besos.
Bonita y cercana descripción de un acto emocionante. Fortuna de que lo sintieras tan fuertemente.
Saludos.
Gracias por estas líneas en la que homenajeas a un poeta que ama a su ciudad, y a una ciudad (perdón, jardín) que valora a sus poetas.
Privilegiados los que en días de niebla, tienen una ciudad que los abraza con los versos de un poeta.
Un saludo!
Tuve una vez un encuentro con Pitol. Me pareció un "don nadie levitando" lo que inmediatamente le convertía en alguien.
Que bueno lo que nos cuentas y que bueno que nos lo cuentes como lo cuentas, con esa pasión y admiración, con esas descripciones que nos trasladan sin movernos del asiento.
Un beso Clarice
Amiga, he de leerlo; sin duda será una grata experiencia
Un abrazo
Creo que ya te lo dije, me gusta mucho la forma de narrar que tienes. No es una casualidad en el sentido estricto, pero el domingo tuve el placer de ver y fotografiar a Pitol en el zócalo. Todo un encuentro.
un beso
y
Se te percibe la pasión que tienes por la lectura. Felicidades por tu post.
Un abrazo.
bohemiamar.
lo buscaré, así como lo cuentas, parece de los buenos.
un abrazo
Qué maravilla es leerte siempre, clarice. Parece que viva contigo aquello que cuentas. Me alegro de que te sientas orgullosa y me siento orgullosa contigo. Un millón de besos.
conozco ese dolor del alma..sobre todo si es hace días....
que bueno lo que os sucde con gente tan linda...
yo quiero sacarme este dolor... pero no encuentro como!! regálame algo de este señor....
Un gustazo leer tu texto sobre Sergio Pitol, un mago no soamente de Viena o de Veracruz, sino de nuestra mejor tradición literaria.
Saludos...
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