lunes, octubre 16, 2006

Dolor

Pintura: Priscila
Le duele el pecho. Lo tiene congestionado. Le duele mucho. Cada vez que respira siente el dolor. Un dolor que le aprieta un poco el corazón. Ha discutido. Ya no debe hacerlo. Cualquier pleito la desgasta, la enferma. Su organismo es débil. Sus emociones flaquean. Su alma se pierde. Le duele el pecho. No puede avanzar. Se dobla y piensa que es mejor tomarse el jarabe recomendado. Un té de bugambilia le hará bien. Se unta Vicks Vaporub y, como en los viejos tiempos, un periódico doblado en su pecho para que se entibie en medio de la humedad otoñal. Una manta de colores la cubre. No, no es de colores. Su miopía no le permite distinguir los colores. Parece que la colcha es azul. Se acuesta, quiere dormir y olvidar su dolor. No puede respirar. Se asusta y prefiere sentarse en el borde de la cama. Voltea la mirada hacia su ventana, la que siempre le acompaña. Alcanza a ver el árbol naranja y lo toca con sus ojos. Una mosca la molesta. Abre la ventana para que se vaya, ni siquiera tiene fuerzas para matarla. Siente el viento frío en su rostro pálido y triste. Le duele el pecho. Está confundida, duda si es el mal del amor o es el amor físico o son las dos partes del corazón. Azul y rojo. Camina hacia la cocina, quiere agua, se sirve el agua y se le cae el vaso. Los vidrios estallan en sus ojos. Sus manos tiemblan y sangran al cortarse. Se asusta. Recoge los pedazos y toma el periódico de su pecho para envolver los vidrios rotos. Vuelve a servirse agua. Su boca está seca. Quizá marchita. Se dirige a la sala y contempla su casa. La casa deseada. La casa de la que disfrutan sus amistades. Mira los cientos de discos que posee. Al azar toma uno y sale el chico trompetista: ella ha decidido que éste disco será tocado en su funeral. Enciende el estéreo y escucha esa melodía tocada con tanta tristeza. Se sienta entre la luz tenue que alumbran los libros de arte. Prende la chimenea, cree que el fuego azul le dará lo que busca. No busca nada. No espera nada. Hojea libros pendientes que la esperan. El dolor del pecho no se detiene. Toma el teléfono para llamar a la farmacia y el aparato no sirve. No puede caminar con el dolor. Se queda quieta. Cierra sus ojos y reposa. Se concentra. Empieza a creer que el amor va ligado al dolor. Recuerda a Pamela, esa linda historia que le contó: “El olmo no da frutos, no esperes que te dé manzanas ni uvas ni nada, solo te dará sus aromas, sus atardeceres, sus movimientos, su compañía, no le pidas más, aprende a amar lo que ese árbol te da”. El dolor del pecho se calma. Se tranquiliza. Va por el espejo y se pone a escribir.




43 comentarios:

Shlomit Baytelman dijo...

Me preocupé ,mi querida amiga lejana.

Te abrazo desde Chicago.

Shlomit.

Antona dijo...

Si es ficcion,me gusta.que estes bien
salu2

leeleean dijo...

Qué bueno lo que se piensa cunado se piensa inmerso en dolor.
Pensaré seriamente en el sountrack de mi muerte.

Anónimo dijo...

Muy intenso, pero percibo dolor, desanimo, tristeza que se dibujan en la líneas ¿acaso soy yo?

Me gustaría saberlo, un abrazo que estés bien.

Noa- dijo...

En el dolor nos creemos frágiles y en muchas ocasiones nos fortalecemos, aunque duele y cuesta superarlo.

Saludos

Elisa de Cremona dijo...

ayyy el dolorrrrrrrrrrrrrrrrr

Maik Pimienta dijo...

Y con eso le debe bastar. Escribir para llenar los huecos. Siempre. Besos.

Wenuan Escalona dijo...

Por estos días me siento como en la narración, entre mis rojos y azules propios configuración cromática del corazón, axioma cromático del alma.
No tengo olmos en mi hogar, pero si una gran higuera.
Saludos madrina
de su ahijado chileno un tanto extraviado por estos días.

Coral dijo...

Así es el dolor mi querida Clarice.

Lo bueno que no es para siempre.

Besos Muchos.

Isabel Barceló Chico dijo...

Un texto muy expresivo y sensible, clarice. Me gusta esa fusión de dolor físico y sentimental. Y también la calma que llega con la reflexión de la amiga. Felicidades y besos.

Silvia dijo...

Clarice:
que gusto poder volver a leerte despues de tanto tiempo. Mi PC estuvo "enfermo" unos dias y me moria de ganas de pasar por tu blog.
Un texto muy bueno, pero espero sea una ficcion.
Muchos besos y abrazos

இலை Bohemia இலை dijo...

Me gusta estos textos que construyes con frases cortas e intensas...

Mil besos, tesoro...

Heriberto dijo...

El dolor empieza a abarcar, empieza a llenar al sufriente, que no se rinde, no se da por vencido y se rebela de una manera hermosa: escribiendo. Pero el dolor en el pecho esta cerca, fuerte y quizas definitivo..., mientras la persona trata de conjurarlo con sus letras.

Unknown dijo...

Belloo texto Clarice y recuerdo a mi abue que siempre me decia: No le pidas peras al olmo" Só.o cuando dejé de ser una ñina, recién comprendí que ra lo que me quería decir.

Besitos

: ) dijo...

Fantasía o realidad ? lo disfruté !!!

Anónimo dijo...

Hola Clarice:

Bello texto. Si, el alivio llegará escribiendo, contando del dolor la dejará, se irá de ella.

Ánimo. Aliviate. Sigue escriendo...

Anónimo dijo...

Muy triste, muy triste.
¿Qué puedo hacer para que sonrías?
Besos.

Anónimo dijo...

Más allá de la tristeza, de la ficción o de la realidad, es un texto delicioso que pone de manifiesto tu voz y tu talento. Adelante, Clarice, escribe una novela para nosotros.
Saludos

Ana dijo...

Clarice, echaba de menos tu café. He traído unas hojas de otoño glaseadas.

Cerillo dijo...

El dolor tiene nombre y apellidos o es anónimo, cruza tu camino y lo llena de ruido y desaparece sin dejar eco. Lo olvidaste, puedes volver a tus quehaceres

Anónimo dijo...

Muy bueno

Pacita dijo...

Perpleja me quedo con ultimos Posteos ...... Esa hermosa canciòn que nos llama a Olvidar y yo no sè Olvidar .... y esta prosa del dolor ... si las palabras son tus ojos me imagino como miras y chequeas ...
Besos desde Chile

Pacita dijo...

Perpleja me quedo con ultimos Posteos ...... Esa hermosa canciòn que nos llama a Olvidar y yo no sè Olvidar .... y esta prosa del dolor ... si las palabras son tus ojos me imagino como miras y chequeas ...
Besos desde Chile

Irarrazabal dijo...

No, discrepo, esto no es bello... Duele y cierra el pecho...

Hay veces en que es mejor descansar...

Saludos y abrazos, ya estoy casi de pie, ahora yo te sostengo.

Anónimo dijo...

Todo pasa: el dolor, el amor... Me transmitió tristeza, más cuando encontré conceptos con los que luché y he dejado atrás, como "Empieza a creer que el amor va ligado al dolor". Espero que te encuentres muy bien Clarice y que sigas escribiendo y siendo como hasta ahora.

Siempre es un gusto leerte y siempre será una fortuna haberte conocido.

Un abrazo.

Gonzalo Villar Bordones dijo...

qué te duela clarice?. me preocupan los colores del amanecer en tu alma.

Gasper dijo...

Clarice: Soy nuevo en el barrio y caigo justo en un momento en que el corazón parece desafinar.
Lo bueno es que podés ver a muchos que se interesan por tus latidos y, sobre todo, por vos.

Ya sabemos que la escritura es una gran amiga.
Espero que te siga acompañando como todos los demás.

Y cuando quieras darte una vuelta por mi barrio, te esperaré con unos buenos mates que levantan el ánimo y ponen música movida de fondo.

Te mando un beso

Pamela Albarracín dijo...

se siente en la piel, en los huesos y en la brisa que mueve los brazos del olmo.
te quiero Clarice
abrazo

Rosa Silverio dijo...

Clarice, aquí esta mi mano y mi pecho para cuando no puedas soportar el dolor.

Por lo menos la escritura te ha servido para liberarte de él.

Hermosa historia la que te contó Pamela...

Un abrazo fuerte... muy fuerte,

Ro

Heriberto dijo...

Gracias amiga Clarice, gracias.

mart dijo...

El dolor también es síntoma de vida.

Shlomit Baytelman dijo...

Que bueno tener noticias tuyas mi querida Clarice!!

Te abrazo.

Shlomit.

Anónimo dijo...

me dolió....

Anónimo dijo...

me dolió....

Anónimo dijo...

me dolió....

Gonzalo Villar Bordones dijo...

has regresado por las hojas de tu cuaderno azul?

Francisco Ortiz dijo...

Cada vez expresas más para llegarnos más adentro. Te superas, nos llegas.

Rafael dijo...

Pero que bien escrito está. Ya desde el principio nos vas introduciendo en la atmosfera. Y ese Vicks Vaporub. Y ese vaso, cristales rotos. Y el dolor, que no se detiene...
Mis felicitaciones, de verdad.
Un abrazo para Mëxico, para ti.
P.D: A lo mejor pongo algo nuevo de Nadine. Y otra cosa...me gustaria poner un escrito tuyo en mi blog, concretamente ese de "Saudade Otoñal". ¿Puedo?

pies diminutos dijo...

Me ha impresionado mucho este texto, es muy triste, pero me ha gustado especialmente... me alegra que a ella le salve y le cure escribir. Cuando a mí me preocupa algo, cuando algo me oprime el pecho... escribir, escribir siempre me rescata.

Anónimo dijo...

Cuando se escribe de dolor sea propio o ajeno lo sentimos, lo respiramos cerca y lo queremos lejos,de nosotros, de el otro, pero el dolor físico, combinado con el dolor del corazón nos posicionan como nunca en nosotros, en nuestros miedos y deseos, y sobre todo en la eternidad. Estuvimos ahí, mas muertos que vivos, pero con mas vida que nunca, una vida condensada,saturada.

Me gusto como historia, el ritmo, la cadencia de las palabras y las frases. me duele, sin duda, como realidad, propia o ajena


besos

y

y

||| hamahiru ||| dijo...

Estremecedora historia. Hoy siento yo dolor de pecho. Como un amasijo de hierros que cada vez se retuercen más, y más, y más.. Sentimientos y susceptibilidades. Gracias Clarice. Un saludo

Gatito viejo dijo...

Excelente texto lleno de aromas, de dolor sincero. Me ha gustado mucho, muchísimo leerlo. Está vivo. Me ha hecho estremecer. Eres una gran escritora, Claricce, llena de sensibilidad y maestría. Me ha gustado especialmente ese final, ese refugio en la escritura, a modo de salvación. Mis felicitaciones. Un abrazo

EBE dijo...

Todo lo que escribes es hermoso mi niña..que gusto el haber vuelto por tu casita.
un abrazo inmennnnso