miércoles, febrero 03, 2010

Óyeme con los ojos

Foto: Graciela Barrera

Cada libro que habita en mi casa le tengo un afecto. Cada uno tiene su propia historia de cómo ha sido adquirido. También están los otros, que han sido obsequios de amigos que publicaron sus letras y a estos les tengo un gran cariño. Pero, hay uno muy especial y es la primera vez que me toca escuchar una historia como la del libro Óyeme con los ojos.

Hoy es el cumpleaños de Cristina. Quiero recordar lo que ella me compartió el año pasado, cuando fue festejada por sus seres queridos. En su carta, me narró que tuvo un día inolvidable. Primero, su madre le organizó un desayuno con sus amigas y familiares, puras mujeres. El número de sillas fue el mismo número de años que cumplía. Después, en la noche, su pareja y amigas le ofrecieron una fiesta en un salón, con un ambiente romántico al estilo de la época de los 40’s. Las paredes adornadas con carteles cinéfilos. Los invitados iban lindamente disfrazados. Un show memorando la película Casa Blanca, y no podía faltar el baile con el tema musical del film interpretado por un coro. Un lindo evento acompañado de música, cena y vino.

Cristina estaba feliz. Pero nunca se imaginó como terminaría su festejo. Sus dos mejores amigas, Sandra y Laura, le dieron la gran sorpresa: le regalaron la publicación de un libro. Ellas no trabajan en ninguna editorial, simplemente tienen un corazón grande y supieron reconocer el talento de su amiga. Del blog de Cristina, se dieron la tarea de elegir varios textos con sus respectivas imágenes. Le pidieron a la querida abuela que escribiera el prólogo y ellas finalizaron con el epílogo. Los dos dedicatorias a su autora, son muy bellos y emotivos. La portada lleva una de sus pinturas favoritas y corresponde a la pintora Carmen Gordillo.

A aquellos que nos gusta escribir por placer, debe ser maravilloso recibir un obsequio de este tipo por parte de los amigos. Fue un regalo especial para la cumpleañera y en esa noche de su fiesta, hubo una mesa dedicada para los autógrafos, junto con un banner anunciándolo como un best seller. Un libro particular sin el afán de realizar negocio. Sencillamente fue un libro para celebrar a Cristina y compartirlo con sus allegados. Para que ella pudiera creer que los sueños inesperados llegan con un toque de magia por los seres amados.

Cristina lleva en sus manos el arte de sus abuelos. Mientras su abuelo componía partituras, su abuela escribía la historia vivida con el hombre considerado como el gran exponente de la música religiosa del siglo XX en nuestro país. Seguramente, mi querida amiga, no pudo evitar dejarle candado a aquella libreta que le regaló su abuela. Desde su niñez decidió tomar la llave, abrirla y hacerla eterna.

Nuevamente hojeo este preciado libro. Me emociono cada vez que recuerdo el suceso de su nacimiento. Formo parte del grupo que cree en el mundo de Cristina. En su mirada, siempre tiene el asombro por las cosas insignificantes, ella sabe convertirlas en grandes. A través de sus letras, puede ofrecernos poesía, historias o silencio.

15 comentarios:

Gonzalo Villar Bordones dijo...

imagino la vida que construye tantos amigos.

Kety dijo...

Imagino mientras te leo, y al llegar a la entrega del libro me emociono. precioso día para Cristina.
Besos

Camille Stein dijo...

un regalo emocionante... cada libro tiene su propia historia, la que cuenta en palabra... también aquella exterior, la que determina su destino y su biografía

felicidades para Cristina

un beso

josef dijo...

Regalar un libro es algo muy especial, y si encima es personalizado, mucho más.
UN abrazo.

Susana Peiró dijo...

Los goces de la Amistad! Preciosa anécdota relatada con tu personal y calidísimo estilo.

Besitos Graciela Querida!

Voz Ruda dijo...

Con tus letras he revivido aquel día. Fue un maravilloso regalo como el regalo de tu amistad!
Te quiero Graciela!

Ildefonso Robledo dijo...

A veces sucede que algunas cosas, tan simples como bellas, ayudan a que la gente sea feliz... Asi es la vida, tan sencilla y tan bella...

Un abrazo, Clarice

Isabel Mercadé dijo...

Qué bonita historia. La he leído con gusto por lo que cuentas y cómo lo cuentas (además ella cumple años el mismo día que A.).
Un gran abrazo, querida Graciela.

Sara Royo dijo...

Es maravilloso q te quieran tanto y te lo demuestren.
Un besico.

Raúl dijo...

Los libros regalados son prolongación de miradas, roces y besos.

Francisco Ortiz dijo...

Para esto también se nace.

virgi dijo...

¡Qué maravilla de regalo! Una idea que revela el maravilloso nivel al que puede llegar la amistad.
Un abrazo

Mateo Bellido dijo...

Hola, Graciela.
Qué hermoso es poseer libros con historia, con historia personal,a los que le ponemos rostro y corazón, o el recuerdo de un amigo. Hermoso también como lo contaste.
Debes estar orgullosa de cómo te nacieron tantos amigos a tu alrededor.
Un abrazo, siempre agradecido.

Miguel Sanfeliu dijo...

Mi enhorabuena para Cristina. Este libro es un emotivo regalo y es cierto que la historia emociona. Gracias por compartirla.
Un abrazo.

Eleonaí dijo...

¡Qué fiestón!