miércoles, marzo 03, 2010

Café con flores

Foto: Graciela Barrera

Leer el periódico o un libro, charlar con el amigo o estar sola, es un buen pretexto para que el café sea el invitado de honor.

Escribir cerca de la cafetera y contar de mi vicio, será otra historia.

Dicen los que me rodean, que tomo café con exceso. Ellos exageran en decirlo. Saborearlo ni me quita el sueño, ni me pone nerviosa. Al contrario. Es una placidez. Es recordar el hermoso pasado. Es reflexionar el presente. Es soñar el futuro.

¿Qué puedo hacer cuando habito la tierra del café y desde que me levanto ya respiro su aroma?

Cantar a Serrat: la vida toma conmigo café.

17 comentarios:

I. Robledo dijo...

Y que me dices, amiga, de un café con churros... Ah, que cosa tan groseramente deliciosa...

Si, si, ya se que engorda, lo se...

Pero insisto, groseramente delicioso...

Y del chocolate, mejor ni hablar.

Je,je,je

Un abrazo, amiga

Gonzalo Villar Bordones dijo...

habitas láminas azules en mi alma.

Kety dijo...

¡Ay! este Antiqua, siempre poniendo los dientes largos con sus cosas, pero es que tiene razón.

Comparto tu gusto por el café...

Un abrazo

virgi dijo...

No tomo café, pero me encanta el aroma. Puedo acompañarte?
Sería un placer.
Besitos

Eleonaí dijo...

Una, dos, tres o más tazas de café. ¡qué delicia!

LA CASA ENCENDIDA dijo...

¿Sabes? También disfruto con un café lo indecible, aunque cuando ando tan extresada como ultimamente, no puedo abusar demasiado. Me afecta un poquitin, ¡pero solo en ocasiones!!
Un café y un libro, Un café y una película. Un café y uan buena charla. ¿Hay algo mejor?
Besicos muchos y disfruta el café de calidad.

Raúl dijo...

Una de las cosas más literarias que me viene siempre a la cabeza, es el café. Intrínsecamente relacionado.

giovanni dijo...

Comparto plenamente tu experiencia y sensación, aunque no habito la tierra del café. Empiezo el día con un rico café y durante el día me tomo otros siempre con sensaciones agradables. Viste mi vídeo "Belle, Billy y mi Bialetti"? http://www.youtube.com/watch?v=r5S8w4jL700

Un abrazo (desde Amsterdam)

Francisco Ortiz dijo...

Te envidio: me gusta el café pero no puedo tomarlo. Su sabor es incomparable.

Isabel Barceló Chico dijo...

¡Y cuántas veces nos hemos tomado (simbólicamente) ese cafecito juntas...! Hasta mi página llega siempre el aroma y no puedo imaginarte sin él. Besos, querida amiga.

Tania dijo...

Humm... pues ahora mismo puedo recordar el delicioso aroma del café de esa tierra hermosa...

La dicha ha sido mía por lo de B, querida amiga, y espero que se repita un día con su mamá...

Um grande abraço, querida.

JOSÉ ROMERO dijo...

Me quedo con la foto y el café. Las flores para ti.

Alyxandria Faderland dijo...

Esto parece que lo hubiera escrito yo. Pueden prohibirme cualquier cosa, pero el cafe, no. En eso soy irreductible.

Espero que mañana que andare por tierras tuyas, simbolicamente dado que el Cuauhtemoc es territorio mexicano, al menos tengan un buen cafe a bordo. Y aunque estes lejos me voy a acordar de ti, de tu tio el Capitan, de Moovie y todos los que conozco por alli.
un cafe?

Argénida Romero dijo...

Estamos atadas al mismo placer, incluyendo a Serrat.

Me encanta la foto.

Abrazos.

Mateo Bellido dijo...

Me quedo, Graciela, con el aroma a café...no debo tomarlo, es excitante. Ahora me pasé a unas infusiones con sabor a flores. Ah!!!pero no puedo pasar sin el trago embriagador del vino o el ácido gusto de las naranjas de mi tierra.
Un abrazo.

Arcángel Mirón dijo...

Acá nos pasa con el mate. Tomamos mate a cada instante, haga frío o calor.

:)

Deybi dijo...

Clarice, no importa la hora, el espacio. Yo un buen café lo disfruto con una buena compañía. Es lo principal.