Dibujo: Priscila Rodríguez
Una mujer llora desconsoladamente. Como una flor pisoteada. Perdió sus piernas. Todo por salvar a un pájaro sobre las vías del tren.
Creyó que moriría. Eso deseaba. Hasta que miró esas alas. No sabía si serían su esperanza o su retorno. Empezar de nuevo y sentirse libre.
No le importa la rasgadura de su vestido, ni su cabello maltratado, ni la vieja cama. Aún no comprende el abandono y la promesa quebrantada.
Ella dice que nació con la ineptitud en sus manos. No puede escribir lo que es un corazón roto. Ni tampoco curarlo.
9 comentarios:
Difícil curar corazones rotos aunque aún quiero creer que no es imposible..., o tal vez sí, ya no sé bien. Un abrazo grande, y con alas.
Cuan cierta es la semejanza de la mujer, con una flor.
Saludos.
es muy dificil curar un corazón roto y también dificil poder escribir lo que se siente, pero no imposible. Por lo pronto, tu dices cosas muy bonitas.
Besicos muchos.
Una muestra más de ese estilo tuyo a mitad de camino entre el poema y el relato.
Me parece redondo.
Un abrazo.
Concuerdo con Miguel y esa manera tuya tan especial de contar las cosas, reúnes lo bello de las distintos estilos; la sonoridad y la imagen de la poesía y la palabra justa y certera de la prosa. Un gusto leerte, Graciela.
Un abrazo fuerte.
un corazón roto es como una fuente quebradiza... sigue manando pero a borbotones... o como ese pájaro, quizá caído o quizá próximo a remontar el vuelo...
poético tu relato amiga Graciela, besos
Hermosísimo dibujo.
Solo quienes tienen el corazón roto son capaces de volar.
Me conmovió el relato, no solo por su contenido si no también por su manera descriptiva.
Saludos.
Me uno a la opinión de Miguel: quedó redondísimo. Es como la nota final de una canción que tiempo después, sigue sonando dentro... y el dibujo, precioso.
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