Foto: Stanko Abadzic
Escribir sobre noviembre es tener la nostalgia más acentuada. Es sorprenderse de que el calendario no tuvo tiempo de respirar. Es aceptar que ya no se puede retroceder el paso. Es revisar lo que se realizó y lo que falta por concluir. Es confirmar que pronto, el año cerrará su puerta.
Noviembre, mes soleado, mes friolento. Mes otoñal, mes invernal. Mes de lunas enteras y medias lunas. Noviembre, mes de cumpleaños de muchos amigos queridos. Noviembre, el mes que parí con dolor y el instante del dolor se transformó en una vida y que por esa vida yo tengo vida. Noviembre de amigos, de trabajo, de cine, de literatura, de arte, de música, de fiesta, de soledad, de enfermedad, de silencios. De preguntas sin respuestas. De respirar el aroma del café mientras miraba por la ventana y escuchaba el canto permanente de los pájaros.
Pero noviembre también guarda en su memoria la violencia y la injusticia y la impotencia y la incongruencia y el exceso de los muertos y todo lo que a mis manos les duele mencionar, pero que la dura realidad de este país se encuentra vigente. Ciudades llenas de policías cuando deberían estar llenas de árboles y de mar y de montañas y de parques y de escuelas y de bibliotecas y... Una tierra que no quiere derrumbarse y lucha por levantarse y creer que los pequeños niños podrán sembrar su propio presente, sin temores y sin agobios.
Noviembre no logró que yo me olvidara de mi perro. Ni me hizo fuerte en sus tres meses de ausencia. Pero sí logró que mirara profundamente los ojos de los caminantes solitarios y que escribiera sobre ellos en mis sueños intocables. Me siguió dando la brevedad de las letras, pero ni así los dedos se salvaron de asfixiarse en su duelo.
Mi capitán, también fue noviembre, pero esa es otra historia que me espera en un barquito de papel.
Bienvenido diciembre: ¿cuál será tu punto final?
4 comentarios:
Un noviembre lleno de vida, de ilusiones y de esperanzas, de nostalgias y de toda una vida plena. Eres fenmenal.
Besicos muchos.
Saludo, Graciela.
Cada mes nos trae y nos lleva por tantas sendas.
Noviembre, mes de los muertos, mes de renacer a la vida. Los primeros brotes los traerá diciembre...Ojalá, a tu tierra le surjan los de la tolerancia, la libertad y el sosiego.
Un abrazo
Hermoso, triste, lleno de quejas pero no quejoso, muy poético.
Noviembre que ya se fue, con lo bueno y lo malo, lo memorable y lo que queremos olvidar. No creo que diciembre tenga punto final, más bien, será una parada en la ruta de estos trenes de vida... Que las manos sigan su curso y hablen y hablen, abrazos y besos, siempre.
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