Foto: Graciela Barrera |
Cuando me preguntan
cuáles son los libros que me han marcado, me resulta difícil contestar. No es
fácil para una mujer que se propuso aprender a leer a los cinco años de edad y
morir con algún libro en las manos. De la infancia puedo recordar el primer
libro que leí y también puedo recordar a los clásicos cuentos infantiles. Me
han gustado muchos autores y después ya no tanto. Quizá es madurez o estados de
ánimos o circunstancias que me hacen dejarlos con un buen recuerdo. También,
muchos son mis héroes, que hasta nicho tienen en mi casa. Y otros, son mis
amigos. Qué afortunada soy de tener amigos escritores. Ellos también están en
un lugar especial en mis libreros que no hay día que no los salude. Tan
cerquita de mí. También soy privilegiada al haber escuchado a tantos
escritores, conocidos y desconocidos. Y los que me faltan. Desde hace años me
propuse a ser una lectora para disfrutar cada libro. Por lo tanto, procuro, que
aunque el libro no me haya gustado, busco algo que me deje un camino. Así sea
una historia de las más sencilla, leve o profunda. Subrayo suavemente las
líneas que me gustan y con el paso del tiempo me gusta abrir esos libros y
encontrarme con esos pasajes. Qué bueno que nadie me mira, ni fotografía mi
rostro cuando releo esos subrayados. Hasta yo misma me río o me sorprendo al
mirar ese lápiz suave en cada libro. ¿Qué estaba pasando en esos momentos de mi
vida para haber subrayado eso? Bah, no importa. Tampoco es necesario que me
pasara algo. Simplemente me gustó y subrayé. Son colecciones hermosas de sus
latidos que se transformaron en mis propios latidos. Pero, es inevitable la
pregunta frecuente: ¿qué libros te han marcado? Podría en este momento decir:
¡¡¡Todos!!! También podría decir que Clarice Lispector es la escritora que más
me ha influenciado y me ha hecho sentir que soy su hija. Con frecuencia la
releo y tal parece que es la primera
vez. Pero para determinar cuál libro me ha marcado, responderé: la Biblia.
Entre más la leo, más me siento con vida. Me parece que es bonito tener un
encuentro personal con el autor del libro que te ha mostrado el camino.
3 comentarios:
Si me dieran a elegir una sola cosa que hacer en mi tiempo de ocio, una y sólo una, sería leer, ni siquiera la fotografía y el cine que son mis otras dos pasiones ganarían al universo y al placer que me procuran los libros.
Los libros me han salvado de la tristeza, han poblado la soledad de las ausencias más deseadas, me han enseñado a vivir, a pensar, a soñar, a volar...
Todavía recuerdo la emoción que sentí cuando pude leer mi primer cuento, también con 5 años.
¿Mis favoritos? Uf difícil.
Por mis constantes cambios de domicilio y circunstancias, he tenido que ir dejando muchos libros en el camino, pero hay unos cientos que nunca podré dejar y unos cuantos que releo y están muy manoseados y subrayados.
¡Como te entiendo, Graciela!
Muchos besos,
Todos los libros nos marcan en mayor o menor medida, estoy de acuerdo. Pero claro que resulta inevitable admitir la importancia de un autor o una obra, Lispector y la Biblia en tu caso, que son los que, de alguna manera, consiguieron quedarse en nuestro interior para siempre. Un abrazo.
Magnífico texto. Yo también estoy marcada a fuego por lo libros. Mi historia con ellos es desde la infancia más infantil hasta ahora mismo. No podría vivir sin leer.
Un enorme abrazo (me encanta ver a Tesa por aquí).
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