Pintura de Pablo Picasso |
Ciertamente es fantástico estar informado de todo lo que
acontece en nuestro mundo y no ser ignorantes o vivir en un mundo de fantasía.
Muchas veces he intentado dejar de estar informada, pero la carrera que estudié
más el ejercicio laboral, no me lo permite. Se llega a cierta edad en que uno
se vuelve más reflexivo y crítico y, por supuesto, miedoso ante la crisis o el
futuro negro que nos pintan. Sin embargo, siempre recuerdo lo que me enseñaron
desde niña: depender de Dios. Y, esto, no es nada fácil, pero tampoco
imposible. Y como ya lo he dicho: mis últimos dos años he sido entrenada
fuertemente en la escuela de la fe con la mano de Luis David Meneses.
¿Qué me espera en este año nuevo? ¿Seguir quejándome por todo
lo que padece este país maravilloso? ¿Crisis? ¿Tener miedo? o ¿Continuar desarrollando
mi fe a pesar de los infortunios?
Entre tantas lecturas y pensamientos de escritores que me
gustan, opto por mencionar a tres que me han hecho arder el corazón en este inicio
de nuevo año:
“No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria
las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la
conoceréis? Otra vez abriré el camino en el desierto, y ríos en la soledad.
Isaías
“Nunca digas: ¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados
fueron mejores que estos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría. En el
día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera. Dios hizo
tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de él”.
Salomón
“Yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa
hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está
delante, prosigo a la meta”. Pablo
Creo que el secreto es olvidar el pasado que pesa, estorba y
que no permite avanzar y ser libre. No sabemos vivir el presente por estar
atados al pasado y esto nos prohíbe contemplar la luz del futuro. Si dejáramos
de lamentar o recordar el pasado y comenzar cosas nuevas y aceptar nuevas
oportunidades, otro año, lleno de vida, será.
Por lo tanto, en este 2017, a pesar de todas las crisis que
existan, a pesar de que sigo combatiendo el miedo ante mi cuerpo y
circunstancias laborales, a pesar de todo, estoy segura que seré una vencedora.
Simplemente porque Dios prometió seguir sustentándome mientras yo no me
convierta en una estatua de sal. Y porque mirar el cielo es de lo mejor que me
ha pasado.
Bienvenidos, los que quieran, a mi 2017.
1 comentario:
Abrazos virtuales en este nuevo año.
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