Pintura de Salvador Dalí |
Confieso que he vivido entre la adversidad y
la fortuna.
Confieso que a veces despierto sin ganas de
nada, pero me levanto y pienso que despertar es volver a nacer.
Confieso que detesto la adicción a la
tristeza. No puedo gastar tiempo en
sentirme víctima por lo que me tocó vivir o lo que desearía vivir.
Confieso que disfruto el presente a lo
máximo, dejando atrás el doloroso pasado y caminando hacia un futuro glorioso.
Confieso que me gusta escribir para
sentirme con vida.
Confieso que sin Dios no soy nada y por su
Palabra tengo vida.
1 comentario:
Confieso el haberme equivacado el haber llorado pero también confieso lo bello de lo vivido
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