Foto: Bethania |
¿Qué mundos tengo dentro del alma que hace tiempo
vengo pidiendo medios para volar?
Alfonsina Storni
Alfonsina Storni
Me senté a mirar el
paisaje de mi jardín. Había una escalera. La contemplé por largo rato. Me
gustan mucho las escaleras. Tienen un efecto de eternidad. Subirla me hace
creer que tocaré el cielo. Bajarla me provoca miedo. El jardín estaba quieto y
silencioso hasta que escuché al pájaro que no se deja ver. Opté no molestarlo con
mi presencia y entré a mi recamara. Era momento de escribir. ¿De qué? No lo
sabía en ese momento. Empezaba a trazar
letras cuando escuché un ruido de la azotea. Recordé al hombre que estaba
arreglando pequeños detalles de la casa. Volteé hacia la ventana para volver a
mirar el paisaje cuando en un instante repentino vi a un hombre volar. Quise
creer que era un vuelo. Así lo vi. La realidad es que ese hombre estaba cayendo
lentamente del techo. Grité. Volví a gritar de dolor. Corrí hacia él. Creí que
estaría muerto o que no podría levantarse. Si cuando alguien se cae en el baño
o en la calle, por lo general siempre hay daños, ¿qué podría pensar de una
caída del techo? Pero en mi jardín sucedió un milagro: el hombre se levantó sin
ningún daño. Caminó como si no hubiera pasado nada. Él estaba preocupado por
mí. Mi rostro dijo todo y él se sintió amado. Fue impactante ver la escena.
Nunca había visto a un hombre caer a una altura de casi tres metros. Solamente
en las películas he visto cientos de escenas similares. Pero a este hombre no
le pasó nada. Recordé el vuelo de Birdman. Quizá este hombre era ese Birdman
que me conmovió. Pero lo que más me conmovió fue que él expresó en el vuelo de
su caída: “Dios, no permitas que vaya al hospital. No es momento”. Y Dios lo
escuchó. Y yo tuve que creer en el milagro. La escalera que contemplé minutos
antes, seguía intacta. Como si fuera la inesperada virtud de la inocencia.
2 comentarios:
...la inesperada virtud de la inocencia.. Bellísimo.
Muy bello. Angélico... Felices fiestas, querida amiga, y que el nuevo año te traiga dichas en abundancia.
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