sábado, diciembre 31, 2005

Mafalda...

martes, diciembre 27, 2005

Las preguntas de la vida...

La memoria guarda y aguarda. Las memorias están escritas por los que quieren recordar. Quizá haya recuerdos que se desvanecen, pero al menos, en este año que está por finalizar, para muchos les ha llegado el tiempo de reflexión y evaluación en sus vidas, y llegan esos buenos o malos momentos que tuvieron a lo largo del año.
Sin embargo, en este año, creo que nadie se escapó del dolor por alguna enfermedad, el sufrimiento por la pérdida de un ser querido, la desesperación monetaria o celebraron un nuevo amor, un amigo, un viaje, un ascenso laboral, una adquisición material, o un logro personal.
Se va otro año y pienso: ¡Estoy viva! y me llegan los recuerdos impregnados por cada año vivido y pregunto: ¿Qué es la vida? ¿Se puede comparar como un tablero de ajedrez, en donde no siempre se gana, se pierde con dignidad y se recupera sabiendo que ese tablero nos enseña que cada error sale caro?
La vida: ¿Empieza con el nacimiento o cuando sabemos que vamos a morir? ¿Termina con un año? ¿Qué recuerdos tendremos al otro día? ¿El olvido se quedará en un poema, en una botella de mar, en los ojos de un gato, en una tasa de café? ¿Recordaremos la delicia del frío otoñal? ¿La luna seguirá ahí como compañera fiel en la soledad, en el desamor, en la lectura, en el paseo, en las veladas románticas? ¿Nos frustraremos porque no caminamos abrigados, pisando hojas secas con aquellos que amamos? ¿Nuestras ventanas seguirán abiertas para la esperanza? ¿Existirán siempre las treguas? ¿Cambiará nuestro país? ¿Será un año de mucha lectura? ¿Terminaremos algún día de contar las estrellas? ¿Lloraremos al sentir la caricia del sol? ¿Dejaremos de ser insensibles ante el prójimo? ¿Comprenderemos mejor a los niños? ¿Ayudaremos a los ancianos? ¿Entenderemos porque guardan silencio las personas que amamos o por qué no se despidieron? ¿Daremos la bienvenida a nuevos amigos? ¿Nos amaremos sin horarios? ¿Sabremos perdonar? ¿Dejaremos de perder el tiempo y de enojarnos por nimiedades? ¿Nos quejaremos por lo que sí podemos hacer? ¿Cuidaremos nuestra salud? ¿Llegará la cura para las enfermedades incurables? ¿Sanaremos nuestras heridas? ¿Las cicatrices nos recordarán que tuvimos alguna vez un mal día? ¿Seguiremos con un corazón cansado? ¿Dejaremos el orgullo y nos volveremos mansos? ¿Se irá la soberbia y llegará la humildad? ¿La fe persistirá? ¿Ganará el amor? ¿Voltearemos hacia arriba para ver a Dios? ¿Caminaremos este año con un nuevo corazón? ¿Lograremos la inteligencia emocional? ¿Preferiremos lo bueno de hoy que lo perfecto de mañana?
¿Qué es la vida? David lo ha escrito en el Salmo 90.
Por supuesto que faltan muchas preguntas y quizá pocas tengan respuestas, pero querer saber y querer pensar es equivalente a estar verdaderamente vivo. Mientras lleguen las respuestas, yo me he propuesto tener instantes cada día, para el resto de mi breve vida. Y recordaré aquellas palabras de José Emilio Pacheco: “Si vuelvo alguna vez por el camino andado, no quiero hallar ruinas ni nostalgia. Lo mejor es creer que pasó como debía; y al final me queda una sola certeza, haber vivido”.

martes, diciembre 20, 2005

El regalo de la navidad

Hace algún tiempo, un profesor de Psicología aplicó a sus alumnos una prueba, consistía en que ellos escribieran una definición después de escuchar la palabra: Navidad. Los resultados fueron: “árbol”, “regalos”, “santa claus”, “compras”, “tarjetas”, “posadas” etc. En ninguna respuesta hubo mención al nacimiento de Cristo.

A más de dos mil años de aquel suceso, muchos todavía desconocen el significado real de la Navidad. En próximos días se celebrará un hecho tan singular que cambió la historia de la humanidad y en algunos casos ha cambiado la vida de muchos hombres.

Han pasado más de veinte siglos atrás, en que en una aldea de Belén nació Cristo. No se puede precisar si fue un 24 o 25 de diciembre, el hombre ha tomado esta fecha para conmemorar su nacimiento. Lo que interesa realmente no es la fecha sino el suceso. En aquella noche, lo importante no fue la presencia de los pastores, el canto de “los ángeles” o la visita lejana de los magos de Oriente, sino el hecho trascendente de que Dios regaló al mundo entero a su único Hijo: “El Verbo Encarnado”, mismo que sería más tarde el Salvador.


Aquel niño que nacía en un pesebre, seguramente fue acariciado por su madre. ¡Quién pensaría que aquellas pequeñas manos las cuales se encontraban cerradas, treinta y tres años más tarde serían abiertas con torpeza para clavarlas en una cruz! Brazos y manos muy cortos que no podían alcanzar al ganado que estaba a su lado, pero que un día alcanzaría a las multitudes enfermas. Aquellos pies que aún no podían sostenerlo, un día lo llevarían por los caminos buscando al “hombre sin pastor”.


Jesús nació en un mundo con problemas que parecían sin resolución alguna, pero la aceptación de su persona por parte de un pequeño grupo de sus discípulos, mismos que hicieron una proclamación ferviente y sincera del auténtico evangelio, dieron en consecuencia un nuevo impulso a la raza humana. Desde entonces la vida de muchos ha cambiado. Más que una religión es una nueva forma de vida, rica y abundante centrada en Su persona. Aquellos que han recibido el mensaje de la Natividad (nacimiento), se han encontrado con una nueva esperanza para su diario vivir.


La Navidad no es un mito, ni una tradición, ni un sueño, es una época de júbilo. El pesebre de Belén llegó a ser el eslabón que unió a un mundo perdido con un Dios de amor.


En estos días en que muchos equivocadamente celebran la Navidad, aún se tiene la oportunidad de reflexionar, hacer un balance de nuestra existencia y considerar que la Navidad es una prueba de que Dios se interesa en la vida de los hombres y que estuvo dispuesto a darnos de regalo a su Hijo Jesucristo. ¿Algo más para pedir de regalo?


¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! San Lucas 2:14

domingo, diciembre 18, 2005

Otoño



Te marchas, sabiendo que eres a quién más disfruto durante el año, aún así te vas, te llevas mis suspiros impregnados por los sueños imposibles, y tú en cambio, me dejas una alfombra de hojas amarillas y rojizas, para que mis alas descansen.
Te marchas, dejándome tu aire para que cubra mi piel, yo te regalo los instantes de cada día que pasé bajo tu sombra lunar.
Mis ojos parpadean queriéndote guardar y mis ventanas se cierran para cuando vuelvas.
Te marchas, seguro que volverás, y tú, acaso, a tu regreso, ¿me encontrarás viva?
Cuando llegues, pregunta por mí y reclama mis recuerdos, en cada hoja te dejo mis letras en color añil.

jueves, diciembre 15, 2005

Una españolita llamada Amélie Poulain...

¿Sonreír por los instantes bellos de la vida?
¿Recordar que el cine es imprescindible en mi vida? ¿Repetir que he visto muchas veces la película “Amélie”? ¿Informar que me dieron ganas de escribir sobre ella? (¿Avisar que mi escrito se encuentra en el archivo de agosto?) ¿Buscar la ficha técnica y encontrarme un blog con su nombre? ¿Descubrir datos curiosos? ¿Narrar la historia de cómo conocí a la españolita Amélie Poulain? ¿Informarles que hoy nos conocimos? ¿Contar que el medio fue el blog? ¿Describir cómo se llega a esto? ¿Platicar que chismeamos en el Messenger? ¿Compartir que nos gusta Eduardo Galeano y Mario Benedetti? ¿Mostrar que coincidimos en algunos gustos? ¿Decir que me dio clases de bloggermanía? ¿Presumir que ella actualizó mi blog? ¿Contagiar con nuestra cultura diferente? ¿Enseñar que sus huellas las deja “En ninguna parte”? ¿Afirmar que la leo con frecuencia? ¿Concluir que nos unió Amélie Poulain? ¿Soñar que ella está en México y yo en España?
Uff…pensar que a esta hora, mientras la luna me acompaña, ella le pone color al sol.
P.D. ¿Agradecer a Omar Piña por obligarme a escribir?

Fiel

Fiel…

en mis ojos
en mis sueños
en mi dolor
en mis lágrimas
en mis risas
en mi caminar
en mi lectura
en mi desnudez
en mi breve vida

Fiel…

hasta en la esperanza rota en que nunca más nos volveremos a ver.

Pintura: Priscila Rodríguez

lunes, diciembre 12, 2005

Savater...

Fernando Savater, escritor y filósofo español, recibió de parte de la Universidad Veracruzana, el doctorado honoris causa por “su trayectoria y contribución al pensamiento universal y por sus lecciones claras y comprometidas con el desarrollo de la sociedad”. Así reza el texto del título que le fue entregado junto con una medalla, el pasado miércoles 7 de diciembre en la Unidad de Servicios Bibliotecarios de Jalapa (USBI).

Savater, autor de numerosos ensayos, novelas y obras de teatro, estuvo feliz por recibir el homenaje en nuestro país y en nuestra ciudad, declaró que “no podría vivir sin México, me siento parte de él”. Fue el primer país americano que visitó hace treinta años.

Un semblante blanco, adornado de su barba, sus gafas tan grandes para sus ojos tan pequeñitos, su carisma, pero sobre todo, sus letras convertidas en su propia voz me impresionaron. Con una facilidad y poder de convencimiento plasmó su ideología unida con su simpatía.

Me encantó saber de su parte que lo que más le gusta, lo que mejor realiza en su vida es enseñar y disfrutar de ser maestro. Es la labor que ha tratado de impulsar durante toda su vida, ha sido “la de maestro en el sentido más sencillo del término, como profesor de pueblo”. Reconoció que lo ha hecho porque entiende “muy bien la ignorancia porque la tengo bien adentro, a diferencia de los sabios que piensan que no saber algo es casi un insulto”.

Habló de las perezas políticas, la de los pesimistas y la de los optimistas, estos que creen que todo se va a resolver con el tiempo y se autonombró un pesimista activo, porque se mueve y actúa en sus propias propuestas y nos invitó a que no nos quedáramos nada más como espectadores.

En su discurso, Savater defendió la idea de “que la pobreza debería ser considerada ilegal porque limita el acceso de las personas a la democracia, lo mismo que la esclavitud”. Es por eso que advirtió que es necesario luchar contra la pobreza, no por filantropía, sino para que haya verdaderamente democracia. Y ello conllevará a una mejor educación.

A Savater no le cuesta dar consejos, pero ante la pregunta que cuales son las tres virtudes que más celebra, responde: “coraje para vivir, generosidad para convivir y prudencia para sobrevivir”.
Él estuvo como invitado en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, y ante aquel público dijo: “mucha gente en lugar de preguntar y aventurarse por la vida, quiere respuestas fáciles como sucede con los libros de consejos y autoayuda, (recetas fáciles para la felicidad). Todos los libros de autoayuda son lo contrario de los libros de filosofía, ésta está hecha de preguntas, no de respuestas”.

Siempre es alentador, salir de la cotidianidad, refugiarse entre la cultura y respirar en el mismo aire de los grandes como Fernando Savater. Regresar por un sendero verdoso y soleado, con el recuerdo de su simpatía, sus ideas, sus letras hecha voz, recordar que cada libro escrito por él, es leer y comprender los conceptos de la misma vida, y que después de todo, la filosofía no es aburrida. Sentir “el escalofrío de la belleza” y caminar con un libro bajo el brazo firmado por él, me marcó la diferencia. ¿Qué más pedir?

jueves, diciembre 08, 2005

Gato culto...

domingo, diciembre 04, 2005

Recordando a Marcel Marceau

El otoño pasado, me enteré que llegaría a nuestra ciudad Marcel Marceau. Fue mucha la emoción que decidí que su espectáculo sería uno de mis regalos navideños, así que asistí acompañada por Sofía y Sandra.

Ahora en este otoño, recordando el pasado, me viene a la memoria su presencia y sigo pensando lo mismo: “Marcel Marceau es la belleza del silencio”.

A la víspera de la función, recordé mi niñez y adolescencia cuando Charles Chaplin, el Gordo y el Flaco, Marcel Marceau –entre otros- me hicieron pasar ratos agradables a través de la televisión, sin pensar jamás que tendría la oportunidad de conocer al mismo Marcel Marceau.

La gran noche del jueves 25 de noviembre del año 2004, en el Teatro del Estado, lleno en su totalidad, a las 8:50 p.m. salió a escena el mejor mimo del mundo: Marcel Marceau.

Entre cada final de sus historias breves que nos platicaba a través de su silencio, los espectadores lo rompíamos en ovacionarlo en aplausos, hurras y carcajadas.

La noche fría se convirtió en dejarnos el corazón ardiente en sonrisas y en una imaginación ilimitada.
Sin decir palabras, con sus gritos de silencio, su gramática está en su rostro, en su cuerpo delgado, sus manos grandes, sus puntos suspensivos terminan en la lentitud suave por la vejez.
Dignifica el valor del silencio en un mundo “donde todos hablan como metralletas”.
Cuánta razón tiene en declarar que “el silencio no tiene límites, los límites los pone la palabra”.

A las dos horas, llegó el final del encanto, el público por 10 minutos puestos de pié, le aplaudimos y aplaudimos y él salía y salía a agradecer con su brillante y blanco rostro.
Era la última noche en nuestro país, Jalapa fue la elegida para despedirse después de más de cincuenta años de trayectoria artística.
Nos dijo adiós en su última gira mundial.

Era la segunda vez que Sandra lo veía, ella lloraba porque sabía que él nunca más volverá a nuestra tierra y porque sus pequeños niños no podrían conocerle.
Y yo lloraba internamente porque Bethania no estaba presente, me sentí culpable de no haber hecho lo imposible para que ella viera al poeta del silencio.

Pintor, escritor, maestro y mimo, con muchos premios y honores, Marcel Marceau a sus 81 años, vive para demostrar que ser mimo es un arte, vive intensamente la vida, vive creyendo que los mayores son los que dejan un legado, por eso es el Embajador de Buena Voluntad de las Naciones Unidas en la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento.

Siempre he tenido la costumbre de coleccionar autógrafos de las personas que admiro, y cuando no lo logro, me conformo con verlos de cerca, así que compré una postal con la foto de Marcel y después de una larga espera, logré su firma.

Ahora la postal adorna una de las paredes de mi casa.
Y mientras yo viva, en mi baúl de recuerdos permanecerá Marcel Marceau.






viernes, diciembre 02, 2005

La belleza...


“La belleza es el único camino hacia una paz verdadera. Nosotros estamos preparados para construir una belleza diferente. El mundo está lleno de pequeños artesanos que construyen una idea diferente de la belleza.
Busco salvar la belleza donde sea que la vea, en las personas, en mí mismo, en educar bien a mi hijo, en las obras humanas.
La belleza está en los gestos más simples: vivir de modo pacífico, amar el mundo en que vivimos, ser dignos y honestos, ser capaces de emociones en las cosas de la vida y hacer la vida de la demás personas también más emocionante”.


Alessandro

jueves, diciembre 01, 2005

Tan lejos...tan cerca

ALESSANDRO voló de Turín a Guadalajara, fue invitado a la fiesta de las letras hispanoamericanas en la 19 Feria Internacional del Libro.
La dolorosa enfermedad no me permitió lograr que estrechara su mano y escuchara su voz.
La geografía que me separa de él, se ríe de mí.
¿Acaso debo conformarme, a distancia, con lo que me narran de su presencia y de todos los detalles?
Ahora estoy nostálgica, con la levedad de la frustración, nada me consuela.
Me aliviará, quizá, pensar que al menos me quedan sus ojos, que regalados en sus libros, provocan el temblor de mi corazón frágil.
Y sus letras me cubrirán en esta lluviosa tarde otoñal.